lunes, 22 de junio de 2020

Armando Mora, un torero de respeto

A 77 años de su nacimiento

Pertenece a una relevante dinastía torera que su tío Juventino Mora Barba inició en 1940 en el taurino barrio de Triana, en Aguascalientes

ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO

Este lunes 22 de junio de 2020 se cumplen 77 años del natalicio del esforzado matador de toros aquicalidense Armando Mora, tercero de una relevante generación torera que inició en 1940 su tío Juventino Mora Barba y siguió su hermano Víctor Mora Reyes y que después del maestro Armando se hicieran toreros sus hijos Armando Mora Galaviz II e Israel Mora Galaviz, así como sus sobrinos Jorge Mora Vela y Omar García Mora y su nieto Víctor Mora Mora II, sin duda, una auténtica dinastía plena de carácter y empeño, toda de origen trianera y devota del templo del Cristo Negro del Encino.

Así que tras haber llegado a este mundo aquel 22 de junio de 1943 en la ciudad de Aguascalientes, Armando Mora Reyes, inspirado en la imagen del reconocido diestro Rafael Rodríguez “El Volcán de Aguascalientes”, se hinchó de ganas por ser torero para iniciar así una intensa lucha por lograr su objetivo. Muy jovencito, a finales de los años 50, tomó sus avíos como lo más indispensable en su equipaje para entonces buscar fuera del terruño las oportunidades que, una a una, se fue ganando a fuerza de empeño y gran pundonor.

De esta manera, motivado por las intensas vivencias de su tío Juventino y su hermano Víctor, llegó a la Ciudad de México, concretamente a la zona de Nonoalco, donde había corrales con ganado bravo. Ahí se pasó más o menos un año y entrenando al lado de espadas como Fernando de los Reyes “El Callao”, Antonio Duarte “El Nayarit”, Carlos Peña “Peñita” y el popular Jorge Rosas “El Tacuba”, además de otros más que conformaron su generación torera.

Retorna a su tierra natal y es en Calvillo, Aguascalientes, en el arranque de los años 60, donde se presenta en público matando una vaca de Cerralvo y compartiendo cartel con Bernabé Esparza, Pedro Julio Jiménez y José Sánchez. Luego, el 1 de mayo de 1962, pisa por vez primera el ruedo del legendario coso aguascalentense “San Marcos”. Ello ocurrió en un festival en el que alternó con Teresita Andaluz, Patricia Hayes y Paco Lara.

Durante el mismo año tuvo la ocurrencia de tirarse de espontáneo al citado ruedo sanmarqueño en una novillada en la que actuaron Javier Maceira, Manuel Urrutia y el norteamericano Roberto Buick. El hecho se dio en un astado de la dehesa de Garabato y al que Buick terminó indultando.

Fue entonces que se vino una intensa preparación yendo y viniendo por las capeas pueblerinas, así como en el antiguo rastro de la capital aquicalidense y gracias a los buenos oficios de don Manuel Arellano es que hace su debut formal como novillero en el coso Monumental de Monterrey, Nuevo León, alternando con Carlos Peña “Peñita” y Jorge Rosas “El Tacuba” en la lidia de un encierro de la ganadería de Presillas y logrando el triunfo a cambio de una cornada.

De esta manera, suma dos fechas más en Monterrey, lo mismo que en Zacatecas para llegar a su presentación ante su gente en el coso “San Marcos”, el 20 de abril de 1964, lidiando un séptimo astado de la divisa de Peñuelas, tarde en la que también actuaron Alfonso Ramírez “Calesero Chico”, Manolo Rangel y Ramiro Cuevas. Al final de cuentas, Mora logró el triunfo y fue paseado en hombros.

Vino entonces una novillada más en mayo, en León, Guanajuato, y así llega su ansiada presentación en la Monumental Plaza México, durante la cuarta función del serial novilleril veraniego, el 31 de mayo de 1964, siendo el novillo del debut, “Cafetero” de la dehesa de El Romeral. Esa tarde alternó con Víctor Pastor y César Romano.

Todavía regresó al gran coso de Insurgentes en 1965, campaña veraniega por cierto en la que debutó Manolo Martínez como novillero, para actuar al lado de Efrén Adame, quien esa temporada llegó a torear siete tardes y, Roberto Valencia.

Así pues, Armando Mora siguió toreando en plazas del país, entre festivales y novilladas, sobresaliendo sus actuaciones en Guadalajara, Jalisco, alternando con toreros como Raúl Contreras “Finito”, Manolo Rangel, Javier Maceira y Enrique Díaz de León.

Llegó entonces el momento de la alternativa, la que tuvo lugar en la “Tierra de la Gente Buena” en el coso “San Marcos”, el 28 de marzo de 1971, llevando como padrino a Jesús Delgadillo “El Estudiante” y de testigo a Fernando de la Peña, con el toro llamado “Pinocho” de la dehesa de Corlomé.

Su trayectoria como matador alternativado no fue longeva, pero toda su vida la ha dedicado a la Fiesta de los Toros, sobre todo al consagrarse como maestro de toreros en su propia escuela en el barrio de Triana, en la Escuela Secundaria de la Artes y el Toreo y en la Academia Taurina Municipal de Aguascalientes.

Vaya por ello entonces este recuerdo respetuoso y con mucho cariño en el LXXVII aniversario del natalicio del matador de toros Armando Mora.

DATO
En la Ciudad de México, concretamente en Nonoalco, donde había corrales con ganado bravo, inició el maestro Armando Mora su trayectoria taurina

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