lunes, 15 de junio de 2020

OBSERVATORIO TAURINO - La unión hace la fuerza

Las restricciones sanitarias que consagra la ‘nueva normalidad’ siguen minando la viabilidad de un sector que ha tomado conciencia de la necesidad de mantener unidos a sus actores

ÁLVARO R. DEL MORAL
@ardelmoral
Diario CORREO DE ANDALUCÍA

Los sucesivos pasos que nos conducen a la cacareada “nueva normalidad” no terminan de disipar los nubarrones que se ciernen sobre el negocio y el universo taurino. Rodríguez Uribes, el sibilino ministro de Cultura, anunció días atrás que con los últimos coletazos del estado de alarma y la aprobación del decreto que regula ahora nuestra vida cotidiana ya no regirán los polémicos porcentajes de aforo que restringían los espacios culturales y los espectáculos públicos. Pero ya se sabe qué pasa con la alegría en la casa de los pobres... El distanciamiento social de 1,5 metros y la lógica prohibición de aglomeraciones seguirían vigentes. Y seguramente no queda otra.

Resumiendo: en la práctica vamos a seguir en las mismas. Sólo hay que hacer un simple ejercicio mental, imaginándonos sentados en la localidad habitual de las plazas de toros que más frecuentamos. La nuestra es en la plaza de la Maestranza. Si marcamos a un lado y otro el famoso metro y medio tendríamos que suprimir al menos tres localidades a la izquierda, otras tres a la derecha y otras tantas por delante por detrás. Pues hagan la suma, calculen.... ¿Quién se atreve a montar toros en esas circunstancias? A las empresas se les puede demandar –y hasta afear- muchas cosas pero no se les puede pedir que se tiren por un precipicio...

A pesar de todo a veces encontramos luces al final del túnel. La región extremeña –vivero ganadero y taurino de España- podría estar marcando el camino a seguir. Hasta el 31 de julio se fijaría un máximo del 50% del aforo que se elevaría al 75% desde esa misma fecha guardando todo el catálogo de precauciones que ya conocemos de memoria e incluyendo algunas recomendaciones lógicas como la supresión de las salidas a hombros. Pues ya veremos...

El papel determinante de la Fundación del Toro de Lidia

Pero las cosas se están moviendo. La Fundación del Toro sigue su marcha, oficiando un papel catalizador para alumbrar los distintos acuerdos que deben conducir a la necesaria reestructuración del sector en estos tiempos oscuros, seguramente los más tétricos que ha atravesado la Tauromaquia en toda su historia. La pandemia ha paralizado el negocio pero hay que ir más allá de 2020 e incluso de esta irremediable tragedia económica y social. El estado encubierto de excepción que soportamos ha permitido multiplicar las zancadillas al sector taurino que, posiblemente, a aprendido que el futuro sólo se puede ganar unidos. No queda otra. Ya no es un secreto para nadie que los socios animalistas del nefasto Sánchez tienen preparado un descabellado plan de bienestar animal que supondría la muerte por asfixia de este centenario oficio.

Pero es importante resaltar que la aniquilación del rico universo de la Tauromaquia, seña de identidad de este país llamado España, es sólo es un objetivo más de esa velada revolución que persigue convertirnos en una pandilla de capullos. Se empieza hincando la rodilla –el lamentable asesinato del hombre negro de Minnesotta ha dado alas a los profesionales de la agitación- y seguiremos repitiendo como papagayos “todos y todas”, amén de esa estrafalaria retahíla de latiguillos inclusivos y sostenibles que certifican la imbecilidad absoluta. Sí, el toro y todo su riquísimo mundo –retablo de valores, historia, tradiciones y verdadera libertad- no es compatible con ese nuevo orden que tacha de fascista y esclavista una de las obras cumbres de la historia del cine. Tendremos que inventarnos un nuevo Perpignan para ver lo que ‘El viento se llevó’ asumiendo que hacemos algo subversivo. Después caerán los pasodobles y hasta el chuletón de Ávila. No, no es ninguna exageración. El inefable vicepresidente Iglesias ya coló de rondón –mientras cuestionaba la dimensión cultural de la fiesta de los toros en el senado del Reino de Espala- ciertos postulados del nefasto credo vegano. Todas esas zarandajas sólo son una amenaza a nuestra propia identidad y hasta a nuestro futuro como especie. “A lo mejor dentro de quince años mis hijos me obligan a dejar de comer carne...”, espetó el líder de ultraizquierda sin que se le moviera la tensa coleta. No le den más vueltas: sólo persiguen convertirnos en una panda de imbéciles teledirigidos (y teledirigidas, faltaría más). ¡Viva el Soviet!

La Tauromaquia también es cultura

En medio de este panorama, este fin de semana se retomaron los famosos paseos taurinos que habían quedado abortados en la primera intentona. En Sevilla se habló entonces de las “altas instancias sanitarias” que habían aconsejado el aplazamiento; también del rebote de Morante, que se plantó el pasado 24 de mayo en la Plaza de España en el día y a la hora fijada para la frustrada marcha que había quedado defenestrada desde el minuto uno por la Fundacion del Toro. El diestro de La Puebla también concedió una polémica entrevista en la que, entre otras historias, se declaraba república independiente. Esa vocación de verso suelto se ha visto confirmada en los últimos días. Las principales figuras del toreo aventaron por las redes sociales sendos vídeos en los que animaban a participar en el ‘meeting’ taurino del pasado sábado. “Yo voy al paseo taurino, ¿y tú?” era la consigna repetida por los distintos toreros. El caso es que Morante dio su nota particular modificando la frase: “Yo ya fui al paseo taurino ¿Y tú?”...

La historia ha sido ahora muy distinta. La presencia de los grandes y la bendición implícita de la FTL dio la dimensión necesaria a ese acto de protesta templada que empezó a las puertas de la plaza de la Maestranza y culminó con la lectura del manifiesto por parte de Espartaco en una Plaza de España abarrotada de aficionados y profesionales. Pero en la próxima tenemos que ser aún más. Esto sólo debe ser el comienzo de una acción coordinada, contundente... y en la que se interpele a la afición de rostros inconfundibles de la cultura, la economía, la sociedad y la vieja política de este país. Todos detrás de la Fundación. Ya lo dijimos hace una semana. El futuro está en juego.

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