Juan Sebastián Hernández |
VÍCTOR DIUSABÁ
El aspirante colombiano Juan Sebastián Hernández se
convirtió en el primer gran triunfador de la Feria de Cali, ya que ganó el
derecho de salir por la puerta grande al cortar las dos orejas al segundo toro
de la tarde. Por su parte, el mexicano Arturo Gilio dejó muy grata impresión y
el colombiano Gitanillo de América se fue sin eco. Los novillos de Achury Viejo
sacaron, en general, buena nota.
Tarde de importancia en la novillada de apertura de la Feria
de Cali, especialmente, porque ante una novillada muy bien presentada y con la
bravura como denominador común, dos de los alternantes, el colombiano Juan
Sebastián Hernández y el mexicano Arturo Gilio marcaron alto en el tablero de
ilusiones para el futuro de la fiesta.
Las emociones se desgranaron desde el primero de la tarde,
para Gitanillo, novillo toro que tuvo movilidad y no se negó jamás a ir tras los
engaños, a donde concurrió a media altura. El novillero logró encontrar
respuesta del pitón derecho del de Achury en un par de series, sin generar
emoción en los tendidos. Espadazo y palmas al ejemplar en el arrastre.
En el otro, cuarto de la tarde, no pasó mucho. El novillo
quemó toda su pólvora de salida y luego se fue a menos, mientras el aspirante
se quedó corto de recursos para resolver los problemas.
Toque de alerta para el futuro inmediato por parte de Juan
Sebastián Hernández en su primer turno. Anduvo mandón y torero. Los naturales
sacaron la sensibilidad de los viejos aficionados, mientras sus tandas por la
derecha dejaron aroma y la sensación cierta además, de que había bravura y
nobleza en el ruedo en ese bonito animal de la ganadería que pasta en la Sábana
de Bogotá. Afortunado cierre con el estoque y dos orejas, la segunda forzada
por la petición del público. Ovación al novillo en el adiós a bordo del tiro de
mulillas.
El quinto tuvo salida de bravo pero se apagó muy rápido.
Palmas a Hernández.
El estreno del mexicano Arturo Gilio resultó auspicioso. En
el que se abrió de capa logró captar la atención de los tendidos con su forma
de arrimarse ante un novillo toro más exigente que sus predecesores, que iba
con la cara abajo sin dar pausa a la hora de plantar pelea. Resultó cogido
Gilio, sin mayores consecuencias. Espada entera y oreja.
Lo mejor de su parte ocurrió en el sexto en donde supo tomar
en corto las encastadas embestidas del ejemplar, para sacar series hechas con
verdad. Infortunadamente, la espada no funcionó. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Gitanillo de América, nazareno y oro. Silencio y división de
opiniones. Espadazo y delantera.
Juan Sebastián Hernández, azul celeste y oro. Dos orejas y palmas.
Estoconazo; pinchazo y pinchazo hondo.
Arturo Gilio, grana y oro. Oreja y palmas. Espada
entera; y cuatro pinchazos y estocada.
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