Este sábado en horas de la tarde
Sin duda alguna, importante labor la “El Mocho” Ballesteros (der.) y Carlos Albarrán (izq.), para lo que será este sábado la Corraleja de Fin de Año Kilo Park. Foto: Golfredo Rojas |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Para este sábado, en punto de las 5 de la tarde, la afición taurina
tovareña tendrá ocasión de nuevo presenciar lo que es una parte de suma transcendencia
para lo que es mantener afición al rito más importante que conservamos en nuestra
idiosincrasia como es el toreo. Lo hace con un evento que tiene su personalidad
propia, de “jodedera” dirían muchos por allí, pero que de una u otra manera
abarca mucho más que un rato de sano y gozoso esparcimiento.
Se trata de la encerrona o corraleja que a fin de año
organizan un grupo de aficionados tovareños, con miras a cerrar el año taurino,
ese que esperemos nos traiga uno con mejores expectativas al que estamos poco a
poco despidiendo.
En este caso, de nuevo la que han denominado la Empresa Kilo
Park & Asociados se ha dispuesto llevar a la arena un cartel de tronío,
como pocas veces se ha visto en suelo tovareño, reuniendo figuras del ayer,
anteayer y del momento como es el caso los señalados Nelson Gómez “El
Agitanado“, Rafael Cordero “El Morante de Wilfrido Omaña“, Luis León “El
Doctorcito”, con la anunciada y postergada alternativa del aventajado diestro (sin
espada ni muleta) como es mi compadre Carlos Albarrán quien ha preferido que se
le llame “El Centenario”, por varias razones, entre ellos su conocido establecimiento
de comida rápida en la avenida ejidense del mismo nombre. No falta la ocasión para
que se anuncie del mismo modo la actuación especial del veterano y ensabanao aficionado
José Aníbal “El Mocho” Ballesteros, de quien se espera con pasión su prodigo y
abigarrado toreo por naturales, así como la presencia del San Nicolás Taurino
Carlos “El Zamuro” Díaz.
El polifuncional ruedo dispuesto para esta tarde será epicentro
de la lidia de vaquillas seleccionadas en las montañas de Cucuchica, del hierro
de Lalo Albarrán, de procedencia desconocida, del que no obstante intuimos que
embistan, ya sea a las telas o a los toreros…
La invitación es cordial para pasar una tarde alegre, única,
bajo el calor y amistad de la familia taurina tovareña, de una personalidad
singular, que servirá para darnos por adelantado el abrazo de fin de año. Por cierto,
la entrada para dicho espectáculo, aun cuando es cuestión simbólica, de mucho serviría
para que este nuevo aire para futuras ocasiones.
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