David
de Miranda pasea dos orejas, una en cada toro, y sella una gran faena al
extraordinario, "Feriante" de Cuvillo, premiado con la vuelta al
ruedo. Diego Urdiales deja detalles con el peor lote
PABLO LÓPEZ
RIOBOO
Fotos: Eva
Morales
www.cultoro.com
Diego Urdiales y David de Miranda se enfrentaban a
un encierro de Núñez del Cuvillo este 14 de marzo en el Cierre de la Gira de
Reconstrucción. A las 16:30 horas arrancaba el paseíllo.
El futuro está en nuestras manos, ese que hoy se
vio en Ubrique. David de Miranda sellaba con una puerta grande una tarde de
gran madurez. La oreja que paseó en cada uno de su lote dejó claro que no venía
a pasearse, sino a abrirse paso a base de capacidad. Le dio a cada uno de sus
animales lo que estos pedían, siempre a favor de obra y sin que el agua le
llegara al cuello. Una tarde de torero capaz que debe servirle para pasar de
ser un proyecto a empezar a ser una realidad en un circuito que debe contar con
el como torero de futuro. Ese futuro que se escribe con la mano izquierda, esa
que hoy sacó a relucir de forma excelsa ante un lote con la clase como
condición. Ese futuro que ya se viene labrando un Urdiales que pechó con un mal
lote de Cuvillo, dos toros a contra estilo en los que el de Arnedo solo puedo
estar dispuesto en dos trasteos con aristas. Hoy solo se pudo ver en contadas
ocasiones ese toreo encajado y personal al que nos tiene acostrumbrado, ese que
no para de hacer adeptos. La moneda esta vez no cayó de su lado.
El primero de la tarde fue un mansito animal que
no dejó al riojano abrir el tarro de las esencias. Un ejemplar que ya desde
salida evidenció su falta de clase y entrega. El de Cuvillo con tendencia a
irse suelto se dejó pegar en un puyazo largo. Toro poco agradecido, siempre con
la cara alta y embistiendo por dentro. Urdiales nunca se confió, toreando en
línea, no abusando de las tandas largas para así intentar que al menos el
astado no perdiera su movilidad. Dejó eso sí muletazos de buen corte a derechas
con el toro hacia tablas, pero estos brotaron sin ligazón y enganchados en
ocasiones. No estuvo a gusto Diego a derechas, sin embargo ya en las
postrimerías de la faena le robó algún natural a favor de querencia. Cerró su
actuación, ya en tercio, con muletazos que calaron en la afición de Ubrique los
cuales tuvieron cierto empaque y torería. Lo mejor de un trasteo desigual en el
que no consiguió pulir los defectos de un toro incierto. Un Cuvillo complicado
para estar delante. Falló a espadas y fue ovacionado desde el tercio tras sonar
un aviso.
Tuvo buena clase el segundo de la tarde un castaño
de Cuvillo que embistió de más a menos en el capote del onubense. Se dolió en
dos volteretas que le mermaron su capacidad de entrega. A penas se le castigó
en varas por su justeza de poder, esa que le mermó durante toda la lidia.
Empezó Miranda por estatuarios para más tarde ir sacándose al animal hacia el
tercio con muletazos a favor de obra. Faena limpia y pulcra en la que fue
sobando a un astado con tendencia a embestir a media altura. Porfió David a
derechas con un toreo muy en corto, ahí el toro se descomponía, pidiendo la
media distancia. Esa que le dio a zurdas, por ahí si se desplazó con clase y
humillación. Había que llevarlo muy pulseado y siempre cosido a la muleta. Se
acopló por ese pitón en dos series de toreo relajado, zapatillas asentadas y
suavidad en las muñecas. Esos fueron los mejores pasajes antes de que el toro
bajara la persiana. Un Cuvillo que no quería tirones, todo había que hacérselo
con la máxima suavidad. Acabó su labor en los terrenos del toro antes de dejar
una buena estocada. El toro tardó en caer, sonó un aviso, lo que no fue óbice
para que paseara la oreja del noble ejemplar.
No pudo lucirse Urdiales de salida ante el colorao
que hizo tercero, un toro bonito de hechuras que acabó defendiéndose. Se sacó
toreramente por ayudados por alto al ejemplar de Cuvillo, todo lo hizo en
torero, buscando la templanza y la hondura como sello. Dejó posteriormente una
serie de buen trazo, siempre con el toro toreado. Cosió a la franela a un toro
que se movió con cierta emotividad y que quiso buscar las telas por abajo.
Crujió la plaza en un comienzo de faena de gran inspiración, pero todo duró un
suspiro, se afligió el animal en cuanto se le exigió, acusando los muletazos
hondos y poderosos de Diego. Y así fue, se dolió el toros, a partir de ahí todo
fueron medias arrancadas, embestidas a media altura sin salirse de la muleta.
La movilidad fue tornando en genio, el toro se quedaba en los tobillos y
reponía, no habiendo opción de levantar la faena. Le intentó ganar un paso
entre cada muletazo y citar en corto con la muletita retrasada para no exigirle
lo más mínimo, pero ni por esas, el toro ya había decidido tirar la toalla. Se
atascó en la suerte suprema, sonó un aviso, saludando finalmente desde el
tercio.
Cerró la tarde un gran toro de Cuvillo con el que
David de Miranda hizo la faena de la tarde. Un completo ejemplar venido del
Grullo que hizo honor a su divisa. Salió con pies de salida, derribó al caballo
y llego con celo a la muleta del onubense. Antes había dejado un ajustado quite
capote a la espalda de gran exposición. Comenzó su labor sacándose al toro por
bajo abriéndol los caminos hasta llegar al tercio. Allí cuajó por ambos pitones
al interesante ejemplar de Cuvillo. Tuvo nobleza, clase y recorrido a derechas,
pero mayor humillación y entrega a zurdas. Faena vertical, de torero cuajado y
con la cabeza en su sitio. Acertó en terrenos y alturas, las distancias y el
sentido del temple también fueron cruciales para que la faena tomara
definitivamente vuelo. Llevó siempre cosido a la muleta al boyante animal, un
toro que siempre quiso irse tras los vuelos, haciendo el avión y empujando con
los riñones. Se entendieron ambos en una faena de gran calado. Ya en las
postrimerías de la faena dejo un cambio de mano unido al de pecho que hicieron
crujir la plaza. Mató al segundo encentro, paseando finalmente una oreja que se
antojó como poco premio tras lo realizado de un toro de vuelta al ruedo.
'Feriante' y David de Miranda cerraron de forma triunfal la tarde en Ubrique.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de NÚÑEZ DEL CUVILLO. Correctos de presentación y juego desigual. Con
genio y aspereza el agrio primero. Con clase y buen ritmo a zurdas el mermado
segundo. A menos el desclasado tercero. De gran clase, ritmo y prontitud el
bravo cuarto. 'Feriante' nº 208 premiado con la vuelta al ruedo.
DIEGO
URDIALES: Ovación con saludos
tras aviso y ovación con saludos.
DAVID
DE MIRANDA: Oreja tras aviso y
oreja
Plaza de toros de Ubrique, Cádiz. Cierre de
la Gira de Reconstrucción.
PREMIOS
Mejor
puyazo: Manuel Burgos
Mejor
par de banderillas: Pedro
Muriel
Mejor
brega: Fernando Pereira
Mejor
toro: Feriante, cuarto de la
tarde
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