Se
nos insiste en hablar de “unidad” en el sector, pero ¿es realmente así?
J.K. Rowling aseguraba que seremos tan fuertes
como unidos estemos, y tan débiles como lo divididos que estemos. Algo que se
complementa con el pensamiento de Abraham Lincoln, quien dijo que una casa
dividida en contra de sí misma no puede sostenerse. Se nos insiste en hablar de
“unidad” en el sector. Podemos aceptar que hay intentos de remar en común que
antes no había, o eso dicen. Pero si realmente existiera una unión real, en este
tiempo y desde hace mucho tiempo más, la Tauromaquia habría encontrado una
viabilidad económica necesaria.
Durante las reuniones que se han celebrado en este
periodo de pandemia, las conclusiones no han sido nada más que un conjunto de
buenas voluntades sueltas, para intentar alargar el derrumbe del sector o para
prorrogar lo que ya existe. Hay que decirlo claro, no existirá unidad real en
la Tauromaquia hasta que sus entidades profesionales no hayan consensuado unos
costes que hagan sostenible al toreo. Hasta que no se logre eso, todo trabajo
aislado realizado con los mismos parámetros de costes en corridas y novilladas,
tendrán el mismo efecto que ‘una mano de pintura sobre una pared mojada’.
‘No existirá unidad real en la Tauromaquia hasta que sus entidades
profesionales no hayan consensuado unos costes que hagan sostenible al toreo’
La reunión de ANOET trajo consigo un espíritu que
debe extrapolarse al resto de asociaciones: escuchar a todos y todas. Aunque
esta reunión, con estas conclusiones, debería haberse celebrado antes, se
asentaron las piedras para seguir trabajando. Apenas se ha conseguido nada,
pero el gesto de que todos hablen y expongan las situaciones debe ser la manera
de actuar a partir de ahora.
Solo se podrá decir alto y claro que la
Tauromaquia está unida cuando se consiga quitar toda la ‘pintura sobrante’ y
asentar unos cimientos firmes, es decir, tener viabilidad económica. Si durante
un año de parón no se ha conseguido reformar esto, no hay unidad. Y será muy
difícil que ésta se consiga cuando en las reuniones que son, supuestamente,
para reconstruir la Tauromaquia, solo están presentes unas determinadas
asociaciones.
Tener viabilidad económica situaría al sector en
un lugar de independencia muy necesario, porque solo la viabilidad económica
puede permitirnos la auto gestión. No podemos depender de la televisión para la
celebración de un festejo, como en la actualidad. La presencia de la televisión
en la Fiesta es necesaria y muy positiva, pero hemos cometido el error de
convertirla en algo fundamental para que el propio espectáculo se lleve a cabo.
Como tampoco se puede depender de las “Giras de la Reconstrucción” (nombre
excesivo pues no reconstruye el toreo, sino que permite cierta actividad).
‘En dos días, podremos encontrar parches, pero no olvidemos
que un parche solo evita el derrumbe por un corto periodo de tiempo’
La Tauromaquia arrastra un problema estructural de
muchos años, e incluso de décadas, es verdad. Pero nunca la situación había
sido más propicia para intentar arreglarla. Es un rigoroso trabajo de todos y
de todas, que difícilmente se puede arreglar en dos días. En dos días, podremos
encontrar parches, pero no olvidemos que un parche solo evita el derrumbe por
un corto periodo de tiempo.
Abundado en la llamada “gira”, parece ser que este
año una parte se traducirá en dar novilladas. Si hubiera realmente unión, se le
habrían intentado encontrar soluciones a estos escalafones de jóvenes desde
hace mucho tiempo. Y el hecho de decir que es un problema arrastrado, no exime
al toreo actual de su culpa. El Foro de Promoción Defensa y Debate de las
Ferias de Novilladas, que organizan el 75% de las novilladas que se celebran en
las ferias dedicadas a este escalafón, lleva años clamando al cielo la
necesidad urgente de buscar una estrategia de viabilidad y lo único que han
conseguido ha sido un señalamiento negativo.
Que la Gira de la Reconstrucción centre sus
esfuerzos en las novilladas es muy buena idea, pero solo debería ser un primer
paso. No puede ser un parche, sino el primer ladrillo para encontrar la
viabilidad económica. Y para esto, deben reunirse los que organizan este tipo
de espectáculos y la Tauromaquia en general. O es, ¿qué se van a tomar en estas
reuniones las decisiones sobre la viabilidad de las novilladas aquellos que no
son capaces de organizarlas? ¿Van a enseñar a pequeños municipios que defienden
la Tauromaquia en sus presupuestos cómo deben gestionar una novillada cuando en
sus plazas llevan sin celebrarse años?
Es una labor ardua la que está en manos de todos
los profesionales que conforman la Tauromaquia, pero tampoco es imposible.
Arrastramos problemas de mucho tiempo, pero la solución es la unión. En menos
de dos años, España pasó de la Dictadura a una Democracia. Si se hubieran
preguntado ese cambio antes de hacerlo, muchos afirmarían que hubiera sido
imposible. La clave fue querer hacerlo, tener talento y, sobre todo, negar, en
algunas ocasiones, de los intereses propios a favor de los de toda la
ciudadanía. La Tauromaquia, por encima de los intereses. La viabilidad
económica, por encima de parches. Esa es y será la verdadera unidad. / Javier Jiménez - MUNDOTORO
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