GUILLERMO
RODRÍGUEZ
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Foto: El Vito
«El socio», don Jerónimo Pimentel, ha llegado a
ese piso venerable de los 92 abriles (que en su caso sería marzo, pues nació en
la localidad madrileña de Cenicientos en 1931, un legítimo hijo de la guerra
civil española, población donde echan un toro descomunal en el conocido «valle
del terror».
Hombre de vastos conocimientos taurinos ha sido
empresario, torero, ganadero, consultor, apoderado.
Justamente como consecuencia de esa contienda
entre 1936 y 1939 con el triunfo de las huestes del general Franco, se ve
obligado a emigrar y recala en Ecuador y más tarde en Colombia donde fundó una
familia maravillosa.
De una generosidad sin límites, varios de los
ganaderos colombianos tienen simiente de sus toros incluido el afamado 120
«Gracioso» hijo de la 40 «Ilusión» de don Juan Pedro Domecq, un bello jabonero
que ha recorrido buena parte del territorio ganadero de bravo de nuestro país,
Venezuela, Ecuador y Perú.
Anotan Zaida Sánchez-Pastor Gómez, Miriam García
Jiménez y Ángela Elena Donea que «Don Jero», nació en Cenicientos el 5 de Marzo del 1931. Estudió en Madrid, hasta
los 16 años que empezó a trabajar, cuando empezaba a ser adulto, decidió
meterse en la escuela taurina de Madrid.
De ahí aprendió ser torero, tomó en 1951 la
alternativa en Francia y confirmación en 1952 en Madrid y en 1957 se fue de
nuestro país para Bogotá donde allí hizo
su vida, se casó y tuvo hijos.
El maestro Pimentel de esa generación del siglo
pasado con Antoñete, Jumillano, Gregorio Sánchez, Bernadó, se vino un día de su
Cenicientos natal para América y aquí no solo fundó una ganadería sino una
familia maravillosa. Torero, ganadero, empresario, apoderado, ha sido un
referente para muchos de los criadores de bravo tanto en Colombia como en
Ecuador y Venezuela…
Sus paisanos se siente orgullosos y dicen cosas como
esta: “El maestro Jerónimo Pimentel, torero de Cenicientos emigrante a tierras
colombianas que lleva en ese país una importante labor social y taurina. Figura
en sus tiempos podemos decir que gran parte de lo que es Cenicientos en el
mundo de los toros se lo debemos a él. Propietario de la ganadería de El
Paraíso, sus hijos han fundado otro hierro que bautizaron con el nombre de
Cenicientos como recuerdo a la localidad en la que nació su padre.
La ganadería “El Paraíso”, propiedad de Jerónimo
Pimentel Gómez, en asocio con Don Enrique Martín Arranz, se fundó en junio de
1995, con vacas y sementales importados de España.
Se importaron 150 vientres de las ganaderías de
Jandilla, Juan Pedro Domecq y El Torreón. También se importaron once
sementales: tres con el hierro de Jandilla, tres con el hierro de Don Juan
Pedro Domecq, tres de la ganadería El Torero, de Don Salvador Domecq, y dos
sementales con el hierro de Enrique Martín Arranz. Actualmente la ganadería
pasta en la vereda de Fonté, municipio de Choachí, en el departamento de
Cundinamarca (Colombia).
Aquí se hizo una
exposición sobre él, donde contactaron con él y mando una carta donde
ponía “Cuando empecé de torero. Rodeado de sus apoderados, de las autoridades
de Cenicientos y de su familia. Un recuerdo de la familia y al pueblo al que él
quiere “mucho”. Un beso para todos de mi parte”.
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