Los
diestros probaron para sementales cuatro toros de la ganadería de Caparica y de
ellos dos superaron el examen en el coso “La Florecita”
ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO
Se
informa que el reciente viernes 4 de este mes se vivió una extraordinaria tarde
en el bello coso “La Florecita” de Naucalpan, Estado de México, al haberse
probado cuatro ejemplares para sementales del hierro mexiquense de Caparica,
con divisa en negro, tabaco, siendo dos de ellos los que cumplieron cabalmente
con las exigencias de sus propietarios Manuel y Julio Muñoz Cano, así como
Roberto Viezcas.
Tanto
“Mulerito”, con 606 kilos, marcado con el número 163 como “Arrucino”, número
177 y con 512 kilos son los que regresaron al campo bravo del rancho El Rocío
de Valentina, en Jiquipilco, Estado de México, para quedarse como sementales
tras el buen y completo juego que dieron
En
esta jornada que cumplió con todos los protocolos sanitarios, los matadores
José Mauricio y Sergio Flores fueron los encargados de la lidia y la verdad es
que torearon a placer y dejaron pasajes de gran contenido artístico, según se
hace saber.
Se
cuenta que José Mauricio impregnó de clase desde que se abrió de capa con “Mulerito”,
un imponente astado que además dio la pelea con fuerza al caballo del picador
Luis Miguel González, quien tuvo una actuación sobresaliente en los dos
puyazos. La naturalidad de José brotó cuando corrió la mano al toro que se
empleó con calidad, ligando buenas series. También con la muleta en la mano
diestra dio la profundidad que el astado pidió, cuajando series de estupenda
factura. Tras la lucida faena y el juego del toro, los ganaderos consensaron y
determinaron que el burel regresara a casa para ser semental.
Sergio
Flores por su parte toreó por nota a “Arrucino”, al que bregó con torería. El
toro de Caparica acudió con garbo y fuerza al caballo de Luis Miguel González
para en la muleta ir de menos a más en un trasteo donde la profundidad se hizo
presente por parte del torero tlaxcalteca. Su madurez se reflejó en una faena
con pausa y ritmo, cadencia y mando, prodigándose en pases reposados. La
inventiva también jugó un papel determinante en una labor completa de Sergio
Flores, quien además toreó en redondo y por derechazos ligó series templadas y
de gran calado. Para Flores el toreo al natural cobró sentido cuando lo ligó
con temple y sello propio. “Arrucino”, tras su buen juego y la faena de Flores,
también regresó a Caparica como semental.
Sin
duda, la satisfacción de los ganaderos por la bravura y nobleza de los toros
junto al toreo que ofrecieron José Mauricio y Sergio Flores formaron el binomio
perfecto en una tarde que se convirtió en oxígeno puro para todos.
DATO
Los toros de Caparica, “Mulerito” y Arrucino”, que se quedaron como
sementales, pesaron 606 y 512 kilos, respectivamente
Alejandro Lima “Mojito”: Lidia un toro de encaste Parladé
Lo
hizo en el cortijo de su apoderado Lázaro Rosas, en Apizaco, Tlaxcala, y le
realizó una importante faena para alimentar así todos sus sueños toreros
El
reciente jueves por la mañana, de acuerdo con lo que nos reporta el matador de
toros tlaxcalteca Alejandro Lima “Mojito”, fue solicitado por su apoderado
Lázaro Rosas para que se trasladara a su rancho, donde la esperaba un toro de
impecable presencia para que lo lidiara a puerta cerrada.
Así
que luego de concluir sus labores como abogado en la ciudad de Apizaco,
“Mojito” acudió a la cita en el cortijo vestido de charro, donde ya lo esperaba
su representante.
Alejandro
se instaló decidido en el burladero de matadores, se apunta, y entonces
apareció en el ruedo un hermoso toro negro del encaste español de Parladé, con
más de cuatro años de edad y de inmediato su bella lámina se adueñó de la arena
exigiendo que compareciera su lidiador.
“Mojito”
de inmediato le citó con el capote, aguantando con firmeza las fieras
acometidas del toro, se dice, rematando con un torero recorte que dejó como
regalo para el exigente paladar taurino.
Con
la muleta, se señala, inteligentemente comenzó con pases dominadores por abajo,
yendo del tercio hacia los medios y allí Alejandro toreó para él y, por
supuesto, para su apoderado y los pocos vaqueros que fueron testigos de la
inspiración del torero.
Pases
contundentes con la mano derecha fueron sumándose por el poder que atemperó la
embestida y permitió a la inspiración dar paso al sentimiento dejando momentos
que impactaron por la verdad del joven espada de Apizaco.
El
toreo al natural ha sido justamente así, además de sentido y trascendente, el
toro exigía y mucho, mientras el torero porfiaba, aguantaba y se imponía con
mayor firmeza.
Ha
sido una confrontación que hizo vibrar, pues brillaron la casta y la bravura
del toro, así como el poder, aguante y sentimiento del matador Alejandro Lima
“Mojito”.
Se
cuenta que terminando esta importante experiencia, su apoderado Lázaro Rosas
exclamó: “¡Bien, así se hace ‘Mojito’, me da orgullo ver que vas cada día
consolidándote!”, a lo que con sencillez “Mojito” agradeció el apoyo y la
confianza de su apoderado reiterando que “nuestro reto está en llegar a
confirmar a la Monumental Plaza México, estar también en la Feria de
Aguascalientes, en Guadalajara, ir a confirmar a Las Ventas de Madrid, torear
en Sevilla, estar en esos cosos de tanta historia como Arles y Nimes, ir a
Bogotá, a Acho. ¡Apoderado! hay ocasiones que no duermo porque las ilusiones y
mi reto no me lo permiten. Así que lucharé mucho para que pueda hacer realidad
todos mis sueños, porque estoy seguro de que lo lograremos gracias a su apoyo
que me hace sentir respaldado”. ¡Suerte matador!
En el cortijo “Campo Bravo”:
Francisco Martínez se mide con dos toros
Lo
hizo al lado de los también diestros doctorados Fermín Rivera y Juan Pablo
Llaguno, siendo los astados de La Antigua y Los Cues
Hace
un par de días, según se informa, en el cortijo del restaurante “Campo Bravo”,
ubicado en el kilómetro 171 de la carretera Panamericana, en San Juan del Río,
Querétaro, el matador de toros guanajuatense Francisco Martínez le dio
continuidad a su intensa preparación.
Lo
hizo precisamente lidiando y pasando a estoque dos toros de las ganaderías
regionales de La Antigua y Los Cues, todo en compañía también de los diestros,
el potosino Fermín Rivera y el queretano Juan Pablo Llaguno.
De
esta manera, cada uno dentro de manera personal de entender e interpretar el
toreo realizaron interesantes trasteos con los que además han tenido la
oportunidad de afinar sus respectivas tauromaquias, todo con la ya acostumbrada
intensión de estar listos para cuando se reabra y regularice la Fiesta de los
Toros en la República Mexicana.
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