sábado, 5 de septiembre de 2020

Se recrean al hacer el toreo

José Mauricio y Sergio Flores
José Mauricio haciendo el toreo derechista / Cortesía Caparica
Los diestros probaron para sementales cuatro toros de la ganadería de Caparica y de ellos dos superaron el examen en el coso “La Florecita”

ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO

Se informa que el reciente viernes 4 de este mes se vivió una extraordinaria tarde en el bello coso “La Florecita” de Naucalpan, Estado de México, al haberse probado cuatro ejemplares para sementales del hierro mexiquense de Caparica, con divisa en negro, tabaco, siendo dos de ellos los que cumplieron cabalmente con las exigencias de sus propietarios Manuel y Julio Muñoz Cano, así como Roberto Viezcas. 

Tanto “Mulerito”, con 606 kilos, marcado con el número 163 como “Arrucino”, número 177 y con 512 kilos son los que regresaron al campo bravo del rancho El Rocío de Valentina, en Jiquipilco, Estado de México, para quedarse como sementales tras el buen y completo juego que dieron 

En esta jornada que cumplió con todos los protocolos sanitarios, los matadores José Mauricio y Sergio Flores fueron los encargados de la lidia y la verdad es que torearon a placer y dejaron pasajes de gran contenido artístico, según se hace saber. 

Se cuenta que José Mauricio impregnó de clase desde que se abrió de capa con “Mulerito”, un imponente astado que además dio la pelea con fuerza al caballo del picador Luis Miguel González, quien tuvo una actuación sobresaliente en los dos puyazos. La naturalidad de José brotó cuando corrió la mano al toro que se empleó con calidad, ligando buenas series. También con la muleta en la mano diestra dio la profundidad que el astado pidió, cuajando series de estupenda factura. Tras la lucida faena y el juego del toro, los ganaderos consensaron y determinaron que el burel regresara a casa para ser semental. 

Sergio Flores por su parte toreó por nota a “Arrucino”, al que bregó con torería. El toro de Caparica acudió con garbo y fuerza al caballo de Luis Miguel González para en la muleta ir de menos a más en un trasteo donde la profundidad se hizo presente por parte del torero tlaxcalteca. Su madurez se reflejó en una faena con pausa y ritmo, cadencia y mando, prodigándose en pases reposados. La inventiva también jugó un papel determinante en una labor completa de Sergio Flores, quien además toreó en redondo y por derechazos ligó series templadas y de gran calado. Para Flores el toreo al natural cobró sentido cuando lo ligó con temple y sello propio. “Arrucino”, tras su buen juego y la faena de Flores, también regresó a Caparica como semental. 

Sin duda, la satisfacción de los ganaderos por la bravura y nobleza de los toros junto al toreo que ofrecieron José Mauricio y Sergio Flores formaron el binomio perfecto en una tarde que se convirtió en oxígeno puro para todos. 

DATO
Los toros de Caparica, “Mulerito” y Arrucino”, que se quedaron como sementales, pesaron 606 y 512 kilos, respectivamente

Alejandro Lima “Mojito”: Lidia un toro de encaste Parladé
Lo hizo en el cortijo de su apoderado Lázaro Rosas, en Apizaco, Tlaxcala, y le realizó una importante faena para alimentar así todos sus sueños toreros

El reciente jueves por la mañana, de acuerdo con lo que nos reporta el matador de toros tlaxcalteca Alejandro Lima “Mojito”, fue solicitado por su apoderado Lázaro Rosas para que se trasladara a su rancho, donde la esperaba un toro de impecable presencia para que lo lidiara a puerta cerrada. 

Así que luego de concluir sus labores como abogado en la ciudad de Apizaco, “Mojito” acudió a la cita en el cortijo vestido de charro, donde ya lo esperaba su representante. 

Alejandro se instaló decidido en el burladero de matadores, se apunta, y entonces apareció en el ruedo un hermoso toro negro del encaste español de Parladé, con más de cuatro años de edad y de inmediato su bella lámina se adueñó de la arena exigiendo que compareciera su lidiador. 

“Mojito” de inmediato le citó con el capote, aguantando con firmeza las fieras acometidas del toro, se dice, rematando con un torero recorte que dejó como regalo para el exigente paladar taurino. 

Con la muleta, se señala, inteligentemente comenzó con pases dominadores por abajo, yendo del tercio hacia los medios y allí Alejandro toreó para él y, por supuesto, para su apoderado y los pocos vaqueros que fueron testigos de la inspiración del torero. 

Pases contundentes con la mano derecha fueron sumándose por el poder que atemperó la embestida y permitió a la inspiración dar paso al sentimiento dejando momentos que impactaron por la verdad del joven espada de Apizaco. 

El toreo al natural ha sido justamente así, además de sentido y trascendente, el toro exigía y mucho, mientras el torero porfiaba, aguantaba y se imponía con mayor firmeza. 

Ha sido una confrontación que hizo vibrar, pues brillaron la casta y la bravura del toro, así como el poder, aguante y sentimiento del matador Alejandro Lima “Mojito”. 

Se cuenta que terminando esta importante experiencia, su apoderado Lázaro Rosas exclamó: “¡Bien, así se hace ‘Mojito’, me da orgullo ver que vas cada día consolidándote!”, a lo que con sencillez “Mojito” agradeció el apoyo y la confianza de su apoderado reiterando que “nuestro reto está en llegar a confirmar a la Monumental Plaza México, estar también en la Feria de Aguascalientes, en Guadalajara, ir a confirmar a Las Ventas de Madrid, torear en Sevilla, estar en esos cosos de tanta historia como Arles y Nimes, ir a Bogotá, a Acho. ¡Apoderado! hay ocasiones que no duermo porque las ilusiones y mi reto no me lo permiten. Así que lucharé mucho para que pueda hacer realidad todos mis sueños, porque estoy seguro de que lo lograremos gracias a su apoyo que me hace sentir respaldado”. ¡Suerte matador!

En el cortijo “Campo Bravo”: Francisco Martínez se mide con dos toros
Lo hizo al lado de los también diestros doctorados Fermín Rivera y Juan Pablo Llaguno, siendo los astados de La Antigua y Los Cues

Hace un par de días, según se informa, en el cortijo del restaurante “Campo Bravo”, ubicado en el kilómetro 171 de la carretera Panamericana, en San Juan del Río, Querétaro, el matador de toros guanajuatense Francisco Martínez le dio continuidad a su intensa preparación. 

Lo hizo precisamente lidiando y pasando a estoque dos toros de las ganaderías regionales de La Antigua y Los Cues, todo en compañía también de los diestros, el potosino Fermín Rivera y el queretano Juan Pablo Llaguno. 

De esta manera, cada uno dentro de manera personal de entender e interpretar el toreo realizaron interesantes trasteos con los que además han tenido la oportunidad de afinar sus respectivas tauromaquias, todo con la ya acostumbrada intensión de estar listos para cuando se reabra y regularice la Fiesta de los Toros en la República Mexicana.

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