Si la posición de Alberto
Bailleres cierra las puertas a la presencia inmediata de José Tomás en
Aguascalientes y, de paso, en otras plazas mexicana, fuera ya del circuito de
las grandes ferias aztecas, abre toda suerte de interrogantes acerca de cuáles serán
los propósitos del torero para la campaña de 2013. Poco se sabe al respecto,
salvo que no se diferenciará en exceso de lo que han sido sus dos últimas
temporadas: unas pocas y señaladas tardes, siempre rodeadas por el rito de los
acontecimientos.
Si con el capítulo de los comunicados se cierra por el momento
una polémica y de paso la inmediata reaparición de José Tomás en
México, ahora se abre el interrogante de
cuál será la decisión del torero respecto a su campaña en plazas españolas.
Desde luego, no será tan amplia como algunos
reclaman, sino que más bien irá en líneas similar al pasado año: unos pocos
festejos con carácter de acontecimiento, que además tengan algún tipo de
significado especial para el de Galapagar, como fue la encerrona del pasado año
en Nimes.
Entre quienes le conocen de cerca, se afirma
que José Tomás tiene dos retos pendientes, que quiere ver cumplidos
antes de dejar los ruedos de forma definitiva. El primero y quizás el
principal, romper la Maestranza consiguiendo cortar un rabo; el segundo,
alcanzar un triunfo incontestable en Bilbao.
El primero de sus retos no habría obstáculo
mayor ---salvo las meteduras de pata que
ha venido teniendo Canorea-- dado que la empresa sevillana no se ha
ajustado con la televisión de pago para esta temporada.
En este caso, hay dos fechas libres del abono
y con una cierta tradición taurina y sevillana. La primera, el 15 de agosto,
festividad de la Patrona, que aunque siempre ha sido muy tradicional la empresa ahora deja en blanco; ellos aducen
que los calores del verano no invitan a ir al tendido, aunque los aficionados
recuerdan que todos los últimos años para este fecha se han programado carteles
tan débiles que desde luego no reunían interés alguno como para dejar las
playas. La segunda, el 12 de octubre, cuando se pone fin a la temporada y que
hubo épocas en la que se celebraron verdaderos acontecimientos.
En el caso de Bilbao, si es para este año la
opción posible es acudir a la corrida extraordinaria que se organiza durante el
mes de junio. No hay televisión y puede ser una fecha muy idónea para montar un
cartelazo. Entre otras cosas porque si no es así, la plaza no se llena, como ya
se vio en el pasado año. La ruptura de relaciones de José Tomás con los
hermanos Chopera, tras unas pocas afortunadas declaraciones, no serían un
obstáculo: la empresa organizadora es la propia Junta Administrativa de Vista
Alegre y como es quien decide y quien contrata.
Pero hay otra plaza a la que según sus próximos
José Tomás le gustaría volver: Málaga por su feria. Hace ya unos años
que no pisa la Malagueta y para el torero tiene un valor diríase que hasta
sentimental el hacer el paseíllo allí.
Si estos tres hitos se complementan con algún
festejo más --quizás de Francia---, tendría hecha su temporada. Pero todo esto
no son más que suposiciones. Al final, José Tomás hará lo que le
apetezca.
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