lunes, 13 de diciembre de 2010

SEXTA CORRIDA DE LA TEMPORADA GRANDE: Castella fue bendecido por la Guadalupana

Pureza llena de arte de Sebastián Castella se vivió en la faena de indulto a Guadalupano de Teófilo Gómez.

Rodolfo Ramírez

FICHA DEL FESTEJO
Sexta corrida de la temporada los tendidos de la Monumental México registraron más de 8.000 aficionados. Se lidiaron astados justos en presencia de la ganadería de TEÓFILO GÓMEZ (1°, descastado; 2°, soso; 3°, manso; 7°, noble y con clase, fue indultado), y toros disparejos de presentación de LOS ENCINOS (4°, débil; 5°, inutilizado).
SEBASTIÁN CASTELLA: Al tercio, silencio e indulto.
JOSÉ LUIS ANGELINO: Pitos y palmas.
ARTURO SALDÍVAR: Oreja y silencio.
INCIDENCIAS: Arturo Saldívar confirmó la alternativa con el toro de Teófilo Gómez, número 651, de nombre Peregrino y 530 kilos. *** El toro de regalo de la ganadería de Teófilo Gómez de nombre «Guadalupano», número 635 y 500 kilos, fue indultado por Castella. *** El picador Domingo López Zotoluco, se despidió de los ruedos y dio sentida vuelta al ruedo al caer el quinto de la corrida. *** Todos los toros llevaron nombres alusivos al festejo de la Virgen de Guadalupe. *** El segundo toro de Saldívar fue inutilizado cuando el subalterno estrelló al toro en el burladero de matadores y este se fracturó el pitón derecho. *** Para la séptima corrida de la Temporada Grande se anuncia un encierro de La Soledad para José María Luévano, el español Matías Tejela y Juan Chávez.

CIUDAD DE MÉXICO.- Sebastián Castella puso a la Plaza México de cabeza cuando consumó el indulto de Guadalupano, toro que no era de indulto pues su debilidad era constante además que no demostró bravura en los caballos, pero lo que sí quedó como un hecho contundente fue el arte puro del francés que ya está impregnado trascendentalmente en la memoria de todos los ahí presentes pues vivimos un momento sublime cuando Castella contagió con su clase al unísono como una exponencial melodía. La faena fue hasta el toro de regalo pues con el par que pechó antes no tuvo la suerte deseada, pero todos le agradecieron que haya tenido ese gesto de no irse con las manos vacías y ahora dejó corazones llenos de emociones. Su quehacer inició con los cambiados por la espalda donde el torero se quedó como una columna, y después con el toreo en redondo por el lado derecho y al natural marcando a la perfección los tres tiempos, con temple, ritmo, cadencia, estética, quietud, largueza y entendiendo las condiciones del toro, cuidando de éste, dándole su tiempo y situándose en la distancia correcta, en resumen una faena de grandes dimensiones que no fue redondeada con el estoque porque el público pidió el indulto y el juez equivocadamente lo otorgó; llevándose el triunfo el toro y a su vez el torero que fue paseado a hombros entre los vítores hasta cruzar el umbral de la puerta grande.

Pero su actuación no se limitó en el último toro, también con su primero Castella regaló al respetable, detalles artísticos, toreando como si fuera de salón, minimizando el peligro latente que existe en el ruedo para transformarlo en una exquisita faena ilustrada con el capote con las chicuelinas, tafalleras y, con la muleta los cambiados de mano y por la espalda, así como las dosantinas. Pero esa espada que cuesta tanto trabajo hundir al artista, le impidieron que se llevara los artes de su enemigo. Con el segundo de su lote no tuvo materia prima para realizar algo trascendente y por ello tuvo que abreviar su trasteo.

Arturo Saldívar quien confirmaba merecidamente su alternativa en la catedral del toreo pues aunque tuvo una carrera de altibajos pero últimamente llena de éxitos, en su primera comunión, se le vieron cualidades de torero grande sin embargo no rompió del todo este día y si ha cortado la oreja es por el espadazo que dejó en las carnes de Peregrino, una oreja de esas que no se debe creer el coleta, pero ojalá le sirva para que repita en la presente temporada, pues argumentos los tiene.

Con su segundo no pudimos verle a Saldívar pues su toro se inutilizó del pitón derecho cuando iniciaba su faena de muleta.

El torero tlaxcalteca José Luis Angelino estuvo entregado sobre todo con el quinto de la tarde, segundo de su lote, donde dio buen espectáculo con los palitroques después de que el burel le había dado una vuelta de campana cuando lanceaba con el capote por mandiles. Sus dos faenas fueron decorosas llenas de valor sin embargo la primera no pudo rubricarla como se debe y terminó descabellando y en la segunda dejó un estocadón pero la gente puso mayor interés en la despedida del picador Domingo López Zotoluco, que por ovacionar al matador Angelino.

Al final el torero galo fue izado a hombros y la gente salió toreando de la plaza. / http://www.toroestoro.com/

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