Vanegas tras reaparecer del percance de Maracaibo, vuelve a pisar “el hule” luego de recibir cornada de dos trayectorias en Cúcuta el pasado domingo. |
Tras cortar dos orejas
Rubén Darío Villafraz
Una cornada de dos trayectorias, una de 12 cm y otra de 8 cm , fue las que recibió el espada de Seboruco César Vanegas en el curso de la lidia del último astado de la corrida que actuó este domingo, al lado del espada colombiano Sebastian Vargas, frente a un encierro de La Ahumada.
El percance sobrevino cuando el fornido torero sacaba del caballo de picar el toro que correspondía en lidia a Vargas, momentos cuando este era tumbado, logrando a una mano con el capote llevárselo, siendo alcanzado momentos cuando se refugiaba en el burladero. La cornada en el muslo derecho, no implicó daños vasculares, y sí musculares, en especial vasto interno, lo que ha motivado operarle al espada en la propia capital del Departamento de Norte de Santander, de donde ya fue trasladado a su domicilio en la población de Seboruco.
La corrida no resultó nada fácil, pues además de lo sería, sacó genio. Ambos diestros “tocaron pelo” por partida doble, Sebastian Vargas tras desorejar uno de los pupilos del ganadero Carlos Roldan, como lo hizo el propio Vanegas.
Se da el caso que este festejo representaba la reaparición del torero de Seboruco, tras su espectacular paliza que recibió en la polémica Feria de la Virgen de La Chinita en Maracaibo, en el festejo nocturno que le encártelo junto a “El Chihuahua” y Rafael Orellana ante toros de San José de Bolívar.
El pasado domingo en Cúcuta salio con férula en la muñeca izquierda, tras el fuerte percance que le limitó aquella noche de pasaportar un solo ejemplar de los enviados por Don Jerónimo Pimentel.
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