sábado, 4 de diciembre de 2010

SÉPTIMO FESTEJO DE LA FERIA DE QUITO 2010: Quito, día de fiesta grande

PACO AGUADO

QUITO.- Por fin la feria quiteña se reconoció a sí misma en una corrida triunfal que rememoró los grandes días de esta plaza. Y todo gracias a que en su ruedo volvió a verse la bravura. En especial la de "Forzador", un terciado y precioso "jandilla" del hierro de Triana que derrochó raza, entrega y profundidad en sus embestidas. Este sí se merecía ese indulto que, sin una gran petición, concedió un presidente con excelente criterio de aficionado.

Porque "Forzador" no dejó nunca de arrastrar el hocico por la arena, sobre todo tras salir de un puyazo que tomó metiendo la cara bajo el peto y poniendo en el empeño toda la fuerza de sus riñones. El más capacitado de los toreros ecuatorianos, Guillermo Albán, se dobló con él con poder y llevándolo largo, y fue ahí, en esa exigencia, donde "Forzador" dejó claro ya todo lo que llevaba dentro.

En una faena a más, Albán se fue centrando con tan bravo animal, que pedía una muleta decidida y segura que acompasara y luciera muy por abajo sus entregadas embestidas por ambos pitones. Tan bravo fue el toro que, ya concedido el indulto y para llevarlo a chiqueros, su lidiador le toreó exactamente igual que al inicio de faena: doblándose muy poderoso y con trazo largo, a lo que el toro, después de más de cincuenta pases, respondió embistiendo al mismo son que al principio, con la misma profundidad.

Bravo fue también el segundo, que a pesar de tener una pezuña abierta no dejó de seguir la muleta que El Fandi le movió con suavidad. El toro agradeció el buen trato del granadino, que estuvo toda la tarde muy templado: con ese segundo, del que cortó una oreja, y con el quinto, del que le dieron las dos tras un emotivo tercio de banderillas. Sólo con éste, noblote y galopón, se permitió algunos alardes físicos El Fandi, que con buena técnica, gusto y cadencia mantuvo en el tiempo la buena condición del de Huagrahuasi por el pitón derecho.

En la corrida hubo dos toros con menos opciones: el primero de Albán, noble pero de poco celo, y el tercero, que se rajó en mitad de una faena sin estructura de Castella. La oreja que paseó el francés se quedaba pequeña después del indulto y del triunfo redondeado de El Fandi, así que con el sexto, su último toro de la feria, estaba obligado a atacar para defender sus privilegios quiteños.

Castella se impuso con creces a un animal que tomaba los engaños a regañadientes, a punto siempre de negarse. Pero el valor del francés, consintiendo todas las dudas y asperezas del de Triana, le sirvió para sacar incluso largos y hondos naturales, además de momentos de mucha intensidad en la corta distancia, antes de mandarlo a las mulillas -que le dieron una inmerecida vuelta al ruedo- con un soberano estoconazo.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza Monumental. VII festejo de feria. “No hay billetes”
Cuatro toros de Huagrahuasi y dos de Triana (4º, “Forzador”, que fue indultado; y 6º, “Jaquimero”, premiado con la vuelta al ruedo. De buena presencia en conjunto y de buen juego, salvo 1º y 3º.
Guillermo Albán, palmas y dos orejas y rabo simbólicos.
El Fandi, oreja con petición de la segunda y dos orejas.
Sebastián Castella, oreja y dos orejas.
Los tres toreros salieron a hombros con el ganadero, José Luis Cobo. *** Al terminar el paseíllo se rindió homenaje en el ruedo a Manuel Benítez “El Cordobés”, mientras que a la muerte del tercer toro se cortó la coleta el banderillero local Paco Muñoz.

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