QUITO.- Más accidentado no pudo empezar el festival benéfico: el primer utrero se escapó de la plaza por el portón de cuadrillas. Por suerte, no enfiló el camino del callejón superpoblado, sino que se salió al patio donde esperaban ya montados los picadores de Enrique Ponce. Hasta allí acudieron todos los matadores, y el novillo de Vista Hermosa regresó al ruedo con dos puyazos defensivos pegados. Como si luego se acordase de los dos rosetones que le había dibujado Manuel Quinta en su piel jabonera, derribó con riñones.
Ponce brindó su muerte a Javier Morales, veterinario de Las Ventas y responsable de la ardua tarea de reflotar la bella ganadería de Pablo Romero (Partido de Resina). La faena estuvo a la altura de Morales y del notable pitón derecho: el maestro de Chiva se relajó y se abandonó en redondo. La estocada fulminante tiró sin puntilla al jabonerito y le entregó al torero las dos orejas.
Había el temor de ver cuántos matadores se sumaban a la carrera emprendida de dar el cante y abandonar el traje corto. Con Castella vestido a la parisien se contaba, pero con Víctor Puerto enfundado en un diseño de tela vaquera no. Un traje corto de Wragler o así.
Puerto, que había entrado sustituyendo al Fandi, puso todo el empeño del mundo en justificar con minutos su inclusión. Sacó partido de un utrero de Triana rajado y con genio a costa de romper todas las marcas de tiempo en la cara de un toro. Por encima de su tesón quedaron unas verónicas clásicas.
Las de Castella también tuvieron su aquél. Y las chicuelinas sin enmendarse abrochadas con una sabrosa media a pies juntos. El torete de Vista Hermosa se lo pensaba y entraba al paso en la muleta, mirón y medidor. El suave prólogo dio paso a la firmeza. Hubo un amago de voltereta. El francés se superó con la mano zurda en una serie antes de el toro pidiera árnica, pero sin perder nunca el sentido por el derecho, el cabrón. Lástima que agarrese hueso.
A falta las dos horas de espectáculo, saltó el cuarto, de Triana. Manso perdido y áspero. Lo de Cayetano es para pensárselo. Oficio menguante. Y me da que su afición también.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toro de Quito. Jueves, 2 de diciembre de 2010. Festival benéfico. Casi lleno. Novillos de Vista Hermosa (1º, de estupendo pitón derecho; 3º mirón y a peor), Triana (2º con genio y rajado; 4º manso perdido y áspero; 6º noble), Mirafuente (5º, rajadete)
Enrique Ponce, estocada fulminante (dos orejas).
Víctor Puerto, media estocada atravesada contraria y descabello. Aviso (saludos).
Sebastián Castella, pinchazo, pinchazo hondo y descabello (silencio).
Cayetano, media estocada delantera y caída (silencia).
Martín Campuzano, estocada atravesada y descabello (oreja).
Álvaro Samper, pinchazo, bajonazo y descabello (palmas de despedida).
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