miércoles, 13 de octubre de 2010

SÉPTIMA CORRIDA DE LA FERIA DE EL PILAR 2010 EN ZARAGOZA: Una corrida imposible de Valdefresno

Juan Miguel Núñez

ZARAGOZA.- No hay por dónde coger la corrida. Imposible a todas luces que pueda resultar atractivo un espectáculo sin el concurso de uno de sus componentes fundamentales, en este caso, el toro. La otra parte, el torero, se vería impotente, entendida tal imposibilidad desde el punto de vista taurino, está claro. Y a todo esto, el sufrido público aguantando sin rechistar, que también tiene su mérito. Lo único interesante en la tarde sucedió en el primero, con lo cual la función resultaría aún más pesada, con mucho tiempo por delante para nada.

Aunque blando de remos, se sujetó el primero lo suficiente para que César Jiménez llevara a cabo con él un trasteo muy templado y pulcro, enganchándole en la media distancia y sin bajarle la mano. Hubo cierto encanto por la despaciosidad y la limpieza en las series sobre ambos pitones.

Y entre tandas alguna cosita también con delicadeza, como los cambios de mano, tanto por delante como por detrás. Dos circulares también en el epílogo. Un conjunto de mucha estética aún sin profundizar, que seguramente le hubiera supuesto una oreja si llega a matar bien.

Volvió a estar Jiménez con ganas y muy por encima del noble y "rajado" cuarto, un toro manso, distraído y que iba dando cabezazos.

Tejela cargó con un primero basto de hechuras y de escaso trapío, paradote, moviéndose como mucho al paso, que no aportó absolutamente nada. Un toro de lo más insulso al que el torero le hizo las cosas muy despacio, pero también muy despegado. Quiso mucho de nuevo frente al quinto, otro que se negó a partir de la segunda tanda. Manso y sin fuerzas, el colmo de los colmos. Una vez que amagó el toro con irse a tablas fue inútil la porfía.

"Serranito", que entró en el cartel a última hora en sustitución de Uceda Leal, que mandó parte médico, se encontró también un primer toro deslucido en extremo por rebrincado y huido. El hombre estuvo ahí lo que se dice desorientado, sin saber por donde meterle mano, y de hecho más que atacar el trasteo se redujo a una persecución por toda la plaza.

El sexto bis, de "Los Bayones", fue de una indisimulada mansedumbre. Y si a eso se le añade dos despiadados puyazos, lo lógico es que no caminara. Se suele decir que hay dos maneras de matar un toro, una de ellas naturalmente con la espada, la otra es machándolo en el caballo.

Pues bien, el picador iba a ser quien diera cuenta del toro, que llegó a la muleta prácticamente para el arrastre. Ni dos medios pases le pudo ligar "Serranito". Un metisaca y un pinchazo fueron suficientes para dejar el toro al tiro de mulillas. / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Cinco toros de Valdefresno, en "escalera", "rajados" salvo el noble y soso primero, y en el límite también de las fuerzas. El sexto, sobrero de "Los Bayones", en la línea de los titulares. Excepto el primero se pitaron los otros cinco arrastres.
César Jiménez: dos pinchazos y estocada (ovación tras aviso); y cinco pinchazos, sablazo y descabello (silencio tras aviso).
Matías Tejela: pinchazo y estocada desprendida (silencio); y dos pinchazos y estocada (silencio).
Paúl Abadía "Serranito": tres pinchazos, bajonazos y dos descabellos (silencio tras aviso); y metisaca y pinchazo (silencio tras aviso).
En cuadrillas, Carlos Casanova y Jesús Arruga, banderilleros de la tierra, colocaron cada uno un buen par en el primero, pero sin llegar a saludar.
La plaza tuvo algo más de media entrada en tarde fresquita, pero con buena temperatura dentro del recinto, con el toldo ligeramente abierto. / EFE
Matías Tejela poca fortuna tuvo la tarde de ayer, en el marco de la séptima corrida de la Feria de El Pilar 2010. Foto: EFE


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