Luis Güin, en los carteles, “Luis de Aragua”, esta tarde anunciado en esta misma arena, la de Calicanto de Maracay. |
Se pregunta uno como aficionado, ¿por qué vuelven los toreros? Esa misma, se la estarán haciendo muchos, cuando este domingo, haga su reaparición en los ruedos el conocido diestro venezolano “Luis de Aragua”.
Rubén Darío Villafraz
Bien sabido es la situación difícil por la que atraviesan los toreros venezolanos, quienes ayunos paulatinamente se han encontrado con festejos como rodarse, y luego como vivir en profesional. Si a esto unimos cada vez más el declive en el número de festejos que se están realizando últimamente en suelo venezolano, el panorama no es nada halagador. Esto ha hecho que algunos de los más aventajados y ambiciosos espadas nacionales hayan tenido que buscar otras fronteras donde hacerse vida “en torero”, como es el caso de Perú o México, siempre y cuando cuente con “padrinos” con la fuerza suficiente para colocarles dignamente en carteles que valgan la pena.
Lo de la reaparición de Luis de Aragua llama la atención. Puede ser que la apuesta salga bien, sea un revulsivo a los jóvenes toreros que hay en la actual cabaña, y además estimule a otros a seguir el camino que hace unos días así mismo dejo en claro otro torero de reciente reaparición, como es Ramón Álvarez “El Porteño”.
Ha sido la trayectoria de Luis de Aragua tan intensa como efímera, que vale la pena recordar como el mismo describe en reciente entrevista, en una web taurina de la ciudad de Maracay.
«La comencé aquí en la Maestranza de la mano del maestro Pineda, principalmente de la mano de los hermanos Girón, los cuales le han dado gloria al gentilicio venezolano, y recibiendo una gran ayuda de la familia Branger me becan y me envían a España, haciendo una campaña importante, formándome en lo que llama los Valles del Terror, en los alrededores de Madrid, en donde echan los toros con mucha presencia, en donde allí te ponen en perspectiva tu. Luego de allí llego a San Isidro, el 5 de junio de 1975, allí tuve mi actuación más importante de ruedos ibéricos, colocándome en atención de los taurinos especializados, llegando así a mi alternativa es e mismo año, la cual me la dio Curro Girón, siendo un deseo mío ya que quería que un venezolano me la diera, soy el segundo venezolano después del Luis Olivares “Diamante Negro” en tomar la alternativa en la Maestranza de Frascuelo de Granada, contando como testigo de ceremonia, Manuel Ruiz “Manili”, frente a toros de Salvador Gavira y Claira.
Posteriormente llego a Venezuela con muchas expectativas, hubo fallas por la parte administrativa de mi apoderamiento, luego me fueron como arrinconando y se pierde esa efervescencia de esa lucha. llego a México hace mas de 20 años invitado por un amigo como lo es el maestro Eloy Cavazos, quien me consiguió unos contratos por dichas tierras, dos actuaciones en una semana, pero luego de ese par de actuaciones el apoderado de Eloy, me comenta, a Venezuela vas a mandar a buscar ropa, porque aquí tienes 15 corridas, luego lo que en un principio se había programado para unas semanas se convirtieron en tres años, luego las políticas taurinas venezolanas me fueron relegando, yo siempre he sido de mentalidad gremialista ocasionándome muchos problemas, viéndome en dicho rol me dedique a ayudar a los que comienzan, hice la temporada de maletillas, en donde estaba Erick Cortés, Leonardo Coronado, Leonardo Benítez, actuales toreros que en esa temporada con el apoyo de la familia Branger y la ganadería de Tarapío se pudo hacer esa experiencia que para mi fue alentadora ver que eso muchachos con muchas ilusiones, le pude brindar esa oportunidad».
Esta tarde, en el ruedo donde se ha forjado el hombre y el torero, como es la coqueta Maestranza “César Girón” vuelve a la actividad profesional. Lo hace con un parejo encierro de la ganadería trujillana de Laguna Blanca, propiedad del criador de reses bravas yaracuyano, Euclides Sánchez, al lado de dos toreros de distinto concepto y estilo, como lo son el mexicano Israel Téllez, debutante en arenas nacionales, y a su vez, el francés, Juan Bautista Jalabert, espada quien vuelve a suelo venezolano tras poco mas de nueve años desde que hiciera su presentación en la Feria del Sol del 2010, ante toros de la vacada de Guachicono.
Luego de varios intentos por medio de festivales y otras actuaciones de menor repercusión, Luis ha vuelto a sus raíces, como son el campo bravo mexicano, donde mejor y más a gusto se sintió como torero. De la mano nuevamente de Cavazos, se preparó a conciencia de lo que implica un compromiso de esta envergadura, donde se esta echando la moneda al aire, apostando a que salga “cara o cruz”.
Ojala y la suerte le acompañe a un torero que lejos de los años, su tesón y lucha gremial por sus compañeros le ha dejado un abierto espacio de reconocimiento, para propios y extraños.
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