domingo, 11 de octubre de 2020

QUINTO FESTEJO / GIRA DE RECONSTRUCCIÓN - Finito deslumbra con su gusto por encima de polémicas

El veterano torero cordobés firma dos faenas para el recuerdo e indulta un buen toro de Zalduendo en Antequera
GONZALO I. BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Antequera (Málaga)
 
La tarde parecía predispuesta al toreo. Ni una 'gota de aire' como dicen los antiguos, la temperatura perfecta, la luz clara de la tarde sobre Antequera. Finito llegó a Antequera a hacer el toreo. Sabía que su inclusión a última hora en el cartel había suscitado disconformidad. La única opción era contestar con su concepto eterno. En las declaraciones posteriores a su actuación mostró su disconformidad por no estar anunciado en Córdoba el próximo lunes. Otra polémica, que se sumó a la despertada por el exagerado indulto al tercer toro.
 
La triada de medias verónicas al primer toro de Zalduendo hizo constatar su gran predisposición. La faena de muleta tuvo un punto técnico y, al mismo tiempo, el alma para llegar a los tendidos. Se dobló con él empujándolo hacia delante y en seguida surgió el torero erguido de Finito. Elegante, sutil, acompasado. Una faena medida, con buen temple y gran armonía. Como en sus mejores tiempos pero con la suma del poso que sólo da el paso de los años. Los ayudados por alto, los pases de la firma, una trincherilla... todo con mucho gusto. Remató con una buena estocada y las dos orejas premiaron la obra ante el noble toro.
 
Explotó la torería de Finito ante el segundo de su lote, dos detalles preciosos con el capote, una media y una larga cordobesa. El inicio andando hacia delante tuvo su sello, con todo el gusto del mundo en trincherazos y pases por bajo. El toreo en movimiento. La faena tuvo detalles de muchos quilates pero el toreo más rotundo llegó cuando empezaron las peticiones de indulto. Finito lo apretó en tandas exigentes, con la figura compuesta y el trazo autoritario. La gente se volvía loca mientras Finito sonreía. El gran defecto del toro fue que escarbaba. La gran virtud, la colocación de la cara a la hora de coger los trastos. La petición se materializó en concesión. Finito se entretuvo en un precioso toreo a dos manos. El indulto es la anécdota dentro de la buena corrida de Zalduendo.
Luis Bolívar pudo demostrar el torero que es, el que conoce la afición de Colombia pero que en España apenas se ha podido vislumbrar por las ganaderías con las que se suele anunciar. En el saludo con el capote meció los brazos con suavidad, con buen embroque. El puyazo de Alberto Sandoval fue perfecto como el par de Fernando Sánchez arriesgando mucho con el toro parado. Luis Bolívar inició la faena en los medios con el cartucho de pescao, bonito homenaje a Pepe Luis Vázquez. Muy pronto vio la calidad del pitón izquierdo con un punto mayor de codicia que el toro anterior. Por el derecho, sin embargo, le faltó un tranco. Al natural brotaron tandas largas, pulseadas y limpias. Se pasó de faena y la espada no viajó certera (saludos).
 
Una oreja cortó Luis Bolívar al que cerró la enclasada corrida de Zalduendo que tuvo la mácula de una presentación demasiada justa. Correcta para esta plaza pero, como alguna otra lidiada anteriormente, al límite para emitirse por televisión.
 
El jurado de la Fundación Toro de Lidia se decantó por 'Doctor', lidiado e indultado en tercer lugar, como el mejor toro de la tarde. El mejor puyazo fue el de Alberto Sandoval mientras que se premió la brega de Álvaro Oliver al primero y el par de banderillas de Lipi al mismo toro.

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