GUILLERMO SALAS
Fotos: EFE
El
diestro mexicano Joselito Adame, que cortó dos orejas y salió por la puerta
grande, superó al madrileño José Tomás, que obtuvo una oreja muy protestada, en
el mano a mano que causó expectación a lo largo de tres meses y que al fin, la
Monumental Plaza México, en esta décima sexta fecha de la temporada grande,
alcanzó un lleno total y vivió un ambiente de auténtica gala durante todo el
día.
Desde
muy temprano, al filo de las ocho de la mañana el máximo coso era un océano de
gente que ya hacía cola para entrar a los lugares generales y colocarse en un
mejor lugar.
La
expectación era contagiosa, no era para menos el público aficionado esperaba
mucho de la corrida con mayor interés provocado en mucho tiempo Y también, lo
que no entendemos, se protestó un toro de Fernando de la Mora y salió como
sustituto un sobrero de Xajay, con menos presencia y que concluyó por restante
a José Tomás toda posibilidad de éxito.
Un
torero de alto nivel, lució sin el sitio que esperaba verle la gente. No pudo
alcanzar altura y finalmente hasta la gente lo despidió un con una pitada
generalizada. Así es el mundo del toro.
Joselito
Adame, creemos ya alcanzó y se consolidó como la figura número uno actual de la
torería mexicana. Dos oreja y pudieron ser más trofeos si hubiera estado más
afinado con los aceros. Con toda honestidad lució más firme, mas torero, con
mas templanza en su oficio que José Tomás.
Con
un lleno total, que hacía muchos años no se daba ese fenómeno se lidiaron tres
toros de Fernando de la Mora, segundo, tercero y quinto, este protestado y
sustituido por uno de Xajay que no dio opciones para el triunfo.
Los
de la mora, bueno el segundo se dejó al tercero aunque careció de emotividad y
el quinto no se vio. Tres de Los Encinos, de buena presencia, y dejándose
primero y cuarto y noble con mucha clase le faltó un punto de fortaleza el que
cerro plaza.
José
Tomás, que fue recibido con cariño con una ovación en el tercio junto con
Adame, en el primero no alcanzó altura, a su trazo le faltó mas ritmo, mas
suavidad en el engaño, mas limpieza, uniformidad en el trazo.
Mató
de estocada ligeramente desprendida y hubo ligera petición de oreja que se
otorgó de inmediato y provocó una protesta generaliza. José Tomás recibió el
trofeo que entregó a su cuadrilla y ni vuelta dio al ruedo.
Con
el tercero, tampoco logró el propósito sin limpieza en las series, aunque hubo
destellos de su valía, pero estuvo pesado con la espada. Recibió ovación en el
tercio sin fuerza alguna. El quinto protestado e inmediatamente sustituido por
el de Xajay, con menos presencia y menos clase. Embestía con la cara a media
altura y sin clase. Tomás intentó y mató de varios intentos y fue pitado.
Joselito
Adame, venía por todas y no escatimó esfuerza. Bien en su primero con un
trasteo bien estructurado con claridad en el trazo y firmeza al ejecutarlo.
Bien de verdad, pero la espada lo echó todo a perder. Palmitas.
Repitió
la dosis en el cuarto, luciendo bien y a base de estar ahí irse ganando al
público que a él le negaba todo y a José Tomás le festejaba. Mal con la espada
y hasta hizo general a la res con una estocada hilvanada muy fea.
Faltaba
el sexto, el mas toro del encierro y resultó el mejor con mucho nobleza, aunque
le faltó un punto de fortaleza. Joselito, lo bordó con el capote en verónicas y
un quite de zapopinas. Y de ahí para arriba. Faena
muy bien estructurada con series estupendas sobre ambas manos y adornos en que
le puso los muslos en los diamantes de los pitones de la res. La gente tuvo que
entregase ante esa actitud y la culminó con estocada y descabello. Cortó dos
orejas y salió a hombros ya con un sitio ganado por méritos propios.
De
los toreros de plata Christian Sánchez y Héctor Rojas saludaron ovación al
banderillear a este sexto toro. / EFE
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