Interesante tarde del diestro extremeño, en la que también destacó un
Erick Cortés inspirado y un Luque con ansias de triunfo, cada uno con el corte
de una oreja.
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: Hugo Alexander Angulo
Ha sido una tarde
con todo a favor, empezando por la gran entrada que registraron los tendidos
altos. La rebatiña de mitad de precio para los estudiantes, ha surtido efecto,
volcando en masa a la juventud en los atiborrados escaños, donde el Dios Baco
era más importante que lo realizado en el ruedo. Mientras en la arena emeritense,
un anovillado encierro, nuevamente del hierro del novel hierro de la familia Molina
Colmenares, a nombre de La Consolación con el remiendo de un toro de su hierro prócer,
Rancho Grande, fueron protagonistas del triunfo incontestable de un inspirado
Alejandro Talavante, al que le correspondió un toro “de bandera” que supo
dosificar fuerzas para lograr luego el reconocimiento del merecido indulto. Por
su parte, Erick Cortés y Daniel Luque han saldado su presencia con una oreja,
dejando destellos a destacar.
La chuflada del
cohetón para anunciar la salida de cada toro, novedad pueblerina por demás, dio
pie a que el primero de la función corriera a cargo del veterano Erick Cortes,
espada a quien correspondería el mejor lote del envío. Las verónicas de saludo
fueron preludio a la variada labor que el moreno coleta se dispendió, en
especial por el pitón derecho, en series cortas, templadas y mandonas, que
metieron en vereda los presentes. Superior por la zurda donde ofreció reposo y
distancia al noble astado. La estocada desprendida y un descabello, dejaron en
palmas su labor.
Faena de gran peso la del maracayero Erick Cortés, ante el lote más potable de ayer. |
Mejor se le vio
ante el jabonero que hizo segundo de su lote, animal agradecido al trato y
pulso con la que el “achocolatado” diestro de Maracay supo entenderle desde la
segunda tanda sobre la derecha le enjaretó el espada en mención, con
intermitencias y ramalazos de buen toreo (en especial derechazos embarcando en
las bambas de la pañosa) que caracterizan al veteranísimo coleta en mención. El
soberbio volapié, todo un recital en la interpretación de la suerte suprema,
fulminante, para la concesión por sí solo por el espadazo, de una merecidísima
oreja.
El famélico
Alejandro Talavante no había contado con suerte ante el segundo de la tarde, un
“chotito” súper afeitado, al que saludó con larga cambiada de pie, para
degustarse por chiculienas en los medios. Sería esto lo mejor, pues luego las
mansurrones condiciones del astado, perseverancia y entrega por parte del
torero fueron las cualidades que adornaron una labor de mero trámite. Dos
viajes con el acero, y dos golpes con el verduguillo, para ser silenciado.
Pero lo grande de
la tarde vino ante el más seriecito toro que saltó a la arena ayer y de los
pocos que le vimos a Don Hugo pasar por el fielato de los aun pocos aficionados
integros que quedamos por estas tierras, «Frontero», negro mulato, al que en soberbias
verónicas recibió Talavante. Allí comenzaría el recital de toreo de todas las
maneras y formas que sabe este torero, de rico repertorio amexicanizado. El
quite por gallosinas, también llamadas crinolinas, dio pie a la entrega de los
tendidos, entendiendo la nobleza, fijeza y recorrido con las que salió de varas
en certero puyazo de largo, y buen par de Mauro Pereira, tras la brega
meticulosa del banderillero de Talavante, Juan José Trujillo. Y se vino el
Talavante de las faenas improvisadas, donde la arrucina y el pase de las flores
eran prólogo a la pinturería con la que pasaba por la derecha y zocata al noble
y codicioso «Frontero». Faena de ensueño, que contó con la conjunción de toro y
torero en estado de gracia ante una afición entregada al paroxismo. Era unánime
la petición del indulto, por lo que tras dicha petición se concedería
entendiendo que toros de estas cualidades son los que en parte puedan servir a
la exigua camada brava venezolana, la misma que vemos en delicada crisis.
Trabajada oreja de Luque, para quien cae esta tarde todo el interés y atractivo ante el irregular que nos presenta la empresa de turno. |
Por su parte Daniel
Luque con el que cerró plaza, espoleado por el gran triunfo de Talavante, salió
a por todas. El singular inicio de faena, rodillas en tierra, por luquecinas,
fue el pistoletazo para que la faena poco a poco no perdiera el interés que si
lo demostró el toro. He ahí el Luque encimista, buscando suplir lo que al toro
le faltaba en la muleta, por ambos pitones. El pinchazo previo al espadazo
caído con la que le despachó a «Cronista» valió para el corte de una oreja. En
su primero, poco a gusto se le vio al sevilllano, incluso atropellado ante sus
evidentes ganas de triunfo poco correspondidas con la embestida mansurrona del anovillado
ejemplar. Los tres cuartos perpendiculares, con profusa hematemesis, para ser
silenciado.
En volandas se
llevaban a Talavante, torero de enigmático misterio que en cada actuación suya
es una lotería lo que nos pueda ofrecer. Y para ello, la tarde de ayer, el que
se consiguiera un gran «Frontero». Por cierto, por la mañana en la Jornada
Cultural de la Fundación Girón se dijeron muchas verdades que ojalá y
pudiéramos llevarlas a hechos, para bien de esta fiesta que adolece de muchas
cosas, y se trata, de defenderla con la verdad y pureza que consideramos nos
merecemos como aficionados.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo
Sandia”. II corrida de abono.
Con casi lleno en los tendidos, incluso con
manifiesto sobre boletaje en los tendidos altos de sol y sombra, en tarde
soleada y fresca, se han lidiado toros de las ganaderías LA CONSOLACIÓN y RANCHO
GRANDE (5º), propiedad de la familia Molina Colmenares, en su conjunto
irregulares de presencia, descaradamente afeitados, que sacaron a relucir
distintos grados de nobleza, que así mismo fueron escasos de fuerzas y
mínimamente picados, destacando por su destacado juego los corridos en 1º, 4º y
5º, este último premiado con el indulto, el cual llevó por nombre «Frontero» N°
96 de 440 kilos, de Rancho Grande.
Pesos: 435, 430, 451, 445, 440 y 440 kilos.
ERICK CORTÉS
(Celeste y Oro)
Palmas y oreja
ALEJANDRO TALAVANTE
(Blanco
y oro)
Silencio y dos orejas simbólicas
DANIEL LUQUE
(Nazareno
y oro con cabos blancos)
Silencio y oreja.
INCIDENCIAS: Entre las cuadrillas destacaron, con las
banderillas Mauro David Pereira, Fabián Ramírez, Salvador Moreno y Eduardo
Graterol, y en la brega Fabián Ramírez. Buen puyazo de Segundo Ramírez. ***
Presidio festejo con ajustado criterio en la entrega de trofeos Jorge
Bustamante Calderón. *** Al finalizar se conocía que la empresa taurina apañaba
el cartel de esta tarde con un mano a mano entre el sevillano Daniel Luque y el
tachirense Fabio Castañeda, ante toros de La Cruz de Hierro, tras desde hace
varios días anunciarse la caída del cartel del salmantino Javier Castaño. Todo
un exabrupto que debe ser censurado.
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