domingo, 23 de marzo de 2014

TEMPORADA EN MADRID: Tres novillos para encumbrarse en un frío comienzo de curso

Buena novillada de Sánchez Herrero en Madrid.

ISMAEL DEL PRADO
Madrid

«Milagroso» abrió la cuenta. El colorado de Hermanos Sánchez Herrero –que  mandaron un encierro de «toritos», bien presentado, parejo y a un mes de dejar de ser novillos– levantó el telón de la temporada 2014 en Las Ventas. Nueve largos  meses por delante cargados de ilusiones, esperanzas, nervios, alegrías, decepciones... Mil y una sensaciones en busca de esa bendita gloria. El díficil y  precioso misterio del toreo. Con este «Milagroso», sangre Aldeanueva, regresó  Luis Gerpe a ese Cónclave de los sueños, que ya le había visto pasear sendas  orejas de novillos de Villamarta y El Montecillo en los dos veranos anteriores. Sin  embargo, hubo dos sin tres. Gerpe demostró oficio con un abanto que se templó en  la muleta, muy noble el utrero. Le dejó buenos derechazos, bien ligados como todo  el conjunto, pero faltó esa pizca de arrebato para que el tendido se enganchara. Tan  sólo logró esa comunión en las ajustadísimas bernadinas del epílogo. 

En el cuarto, manejable y sin maldad, tras el sainete de su cuadrilla en el tercio de  banderillas planteó otra labor sobria y bien estructurada, pero al guiso le volvió a  faltar pimienta. Muy efectivo, eso sí, toda la tarde con la espada.

Curro de la Casa, que se había hecho presente en el primero con un ceñido quite  por gaoneras, sorteó primero un castaño noblón pero muy rebrincado, que se  acostaba en el viaje y se quedaba muy corto. Le avisó en el segundo estatuario con  una colada de quitar el hipo, que le hizo desistir y echarse la pañosa a la izquierda.  Hubo buenos muletazos sueltos, especialmente uno largo y profundo de pecho, pero  faltó rotundidad. Pese a todo, firmeza y tesón del alcarreño, que aguantó los  parones a mitad de arrancada de su rival. Lo despachó dignamente con premura y  escuchó tibias palmas desde el callejón.

Ante el quinto, se gustó a pies juntos en los de recibo. Hubo un par de delantales  llenos de gusto. La bondad y movilidad del astifino novillo nos hizo concebir  esperanzas. Podía ser. Pero, entre enganchones y desarmes, el asentado trasteo  tuvo demasiados altibajos.

Javier de Prado no tuvo demasiada opción ante el flojo tercero. En el último tercio,  no remontó el utrero y claudicó repetidas veces. Era una quimera, pero el cacereño,  poco rodado, tampoco acertó a poner lo que le faltaba a su rival. Insípido.

Todo lo contrario, en el excelente y bravo sexto, novillo de nota. Un «Escritor» ideal  para poner en órbita una carrera. Pronto, bravo y con transmisión. De Prado tomó  bríos en las banderillas, que le pidieron sus partidarios desde el tendido, abusó de  sus ganas y cayó en el excesivo populismo. Alardes, desplantes y gestos  constantes para granjearse la complicidad del respetable, justo en las Antípodas de  lo que gusta en Madrid. Mucho empeño y poco brillo. Silenciado de nuevo, quedó  claro que era el más nuevo de una terna que dejó escapar una oportunidad de oro  para catapultar sus carreras. / Diario La Razón de Madrid

FICHA DEL FESTEJO
Las Ventas (Madrid). Primer festejo de la temporada 2014. Se lidiaron novillos de  Hermanos Sánchez Herrero, bien presentados, cuajados, parejos y de buenas  hechuras. Destacaron 1º, 5º y 6º, los tres con opciones. El 1º, abanto de salida pero  muy noble en la muleta; el 2º, rebrincado y con poco recorrido; el 3º, sin fuerzas; el  4º, manejable; el 5º, noble y con buen fondo; y el 6º, bravo, con movilidad y clase en  la muleta, gran novillo. Más de un tercio de entrada.
Luis Gerpe, de azul rey y oro, estocada (saludos); estocada, aviso, descabello  (silencio).
Curro de la Casa, de burdeos y oro, estocada contraria, aviso (palmas);  bajonazo, aviso, dos descabellos (silencio).
Javier de Prado, de nazareno y oro,  estocada trasera y caída (silencio); pinchazo, estocada casi entera, aviso (silencio).

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