sábado, 22 de marzo de 2014

Muertos toros españoles de Torrestrellas indultados en la FISS

Extraoficialmente en la ganadería ubicada en Las Porqueras
Una pena que “presuntamente” se haya perdido la bravura y nobleza de los toros indultados en la pasada FISS, donde hasta los momentos hay numerosos cabos sueltos en dicho procedimientos por parte de funcionarios de INSAI y Guardia Nacional. De izquierda a derecha los toros «Fiscal», «Flor Azul» y «Chillón». Foto: Germán D`Jesus Cerrada.
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

La noticia se divulgaba con poco menos de 72 horas de haber ocurrido. En primeras instancias referencian el “presunto” hecho de haber sido liquidados por orden de funcionarios de INSAI y de la Guardia Nacional tres toros de procedencia española que habían quedado bajo resguardo del ganadero de reses bravas, Hugo Domingo Molina. En este caso, los toros indultados en la pasada FISS de nombre «Flor Azul» y «Fiscal» así como el sobrero «Chillón», los dos primeros el cual estaban recuperándose satisfactoriamente de las lesiones de su lidia.

La ambigüedad y el hecho de cómo se relatan los acontecimientos es digno de analizar: se señala que dichos funcionarios llegaron a la finca ubicada en las cercanías a La Grita, solicitaron que les fuese presentados dichos ejemplares para su ejecución, por ordenes sanitarias. Rifle al hombro, uno tras otro, fueron muertos bajo certeros balazos, lo que suponía la gran ilusión de ver en la cabaña brava venezolana la esperanza de ver el refresco de sangre brava en momentos de duro transitar para el toreo en Venezuela.

Muchas incógnitas albergan para dar sentido al “presunto” hecho de confirmar tales acontecimientos. El primero de estos el de la “presunta” violación a la propiedad privada, al momento de estos funcionarios arribar a un finca de toros de lidia y ejecutar tres posibles sementales, que para conocimiento de muchos aficionados, estaban guardando y completando cuarentena sanitaria. Si a esto sumamos que 72 horas después de ocurrir los hechos es que se informa a algunos medios de comunicación de esta situación, donde hasta los momentos NO SE HAN PRESENTADO INFORME O ACTA POST MORTEN DE DICHOS EJEMPLARES, MUCHO MENOS TESTIMONIO GRAFICO VISUAL O EN SU DEFECTO, DESPOJOS QUE COMPRUEBEN LA MUERTE DE DICHOS ASTADOS, abre la suspicacia que debe de una manera u otra ser corroborados por los mismos protagonistas de esta circunstancia, en este caso el ganadero, autoridades sanitarias o incluso miembros de la Empresa Taurina Fabio Grisolía, a quienes había quedado responsabilidad dichos ejemplares para su posterior venta, una vez totalmente recuperados, previo acuerdo con el ganadero jerezano Álvaro Domecq Romero.

Se da el caso que los toros españoles estoqueados en la pasada FISS –de las ganaderías de Miura y Torrestrella- fueron sus carnes en su totalidad incineradas, ante el hecho de no haber completado cuarentena en el país, así como provenir de país europeo donde la cabaña bovina –cárnica y de leche- registró casos de Encefalopatía Espongiforme o “vaca loca” así como Lengua Azul, a inicios de la década pasada. Se hace la salvedad que nunca en el toro de lidia ibérico se ha registrado casos de las enfermedades antes señaladas.

Sin duda todo esto representa un oscuro y lamentable suceso, que abre la ventana a que se aclaren numerosas circunstancias ya señaladas, que de ser “presuntamente” ciertas, han ocasionado un gravísimo daño a las aspiraciones y esfuerzo de muchos aficionados por recuperar y en parte reverdecer la exigua y golpeada cabaña de toro de lidia venezolano.

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