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| Puerta Grande para el mexicano “El Calita” y el maracayero Alejandro Chacón este sábado en Maracay. Foto: Aníbal García Soteldo |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Poco
menos de media plaza, en tarde de bochornoso calor, fue el que se registró en la
primera de las corridas de la Feria de San José, este sábado. Los toros
santacolomeños de Los Aranguez han permitido el triunfo a los diestros “El
Calita” y Alejandro Chacón, el primero debutante en ruedos venezolanos,
saliendo por la Puerta Grande, tras cortar par de apéndices auriculares,
mientras que la veterana coleta española Mari Paz Vega pecharía con el lote más
complicado del envío.
Toros
bien presentados, con edad y las complicaciones propias de su encaste el que se
corrió, bureles que requirieron dosis extra de temple y firmeza para sacarles provecho.
Mari
Paz Vega abrió plaza ante uno de los ejemplares de difícil condición de la
tarde, no complicándose la papeleta la mencionada espada, despachándolo no sin
antes varios intentos con el acero, para ser silenciada tras aviso. Similar
papeleta se le vio ante el cuarto, otro dije, que desarrollaría sentido y no perdonaría
errores, donde la malagueña por momentos se vio desbordada. El público generoso
le ovacionó con alguna división de opinión, tras despachar con celeridad el morlaco.
Ernesto
Javier Tapia “El Calita” hizo su estreno
en suelo patrio logrando hilvanar vistosa y variada labor de capa y muleta, en
especial por el pitón izquierdo, donde «Azulejo» N° 93, se desbordó en nobleza,
aprovechada a plenitud por el joven espada diestro azteca. El certero volapié,
sin puntilla, dejo en par de orejas su actuación. Ante el quinto, lo parado y
soso de la embestida del animal le dejaría en palmas su labor.
El
joven espada maracayero Alejandro Chacón cortaría así mismo las dos orejas del
que hizo primero de su lote, «Barconero» N° 86, en trasteo de detalles y pinturería,
ante la entrega y apoyo de los presentes, que contaría con el preciso uso del
acero, para desatarse la pañolada que hizo un poco exagerada la concesión del
doble premio auricular por parte del palco presidencial. Con el que cerró
plaza, no tuvo opciones de lucirse ante lo incierta y poco clara embestida del
astado por lo que abrevió, no sin antes escuchar par de recados presidenciales.
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