lunes, 17 de enero de 2011

UNDÉCIMO FESTEJO – TEMPORADA GRANDE PLAZA MEXICO 2010-2011: Diego Ventura y "El Zapata", ¡torerazos!

El caballero, sublime; el de a pie, a hombros

Trepidante y espectacular actuación del rejoneador Diego Ventura en su presentación en La México, perdiendo las orejas con el rejón de muerte, donde nuevamente destaco su desparpajo a lomos de “Morante”. Foto: EFE


“El Zapata” ha dicho nuevamente presente en la primera plaza de toros de México, cortando las dos orejas de su segundo del lote, en una actuación lleva de pundonor y entrega, que le valió la Puerta Grande. Foto: EFE
MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Simple y sencillamente ha sido una tarde repleta de gran torerismo, maestría, valor y emoción al límite. De bravura, calidad y presencia. Un festejo que rayó en el éxtasis, en la alegría que ni incluso el frío apagó. Ante una entrada superior, poquito más de media plaza, se han lidiado seis toros de Rancho Seco, los de rejones, extraordinarios; dos para la usanza española buenos, uno regular y otro parado. De presencia han estado impecables.

Diego Ventura logró dos faenas verdaderas de emoción, lástima que pinchó y se fue en blanco; regaló uno de Garfias y por la misma tesitura: bien toreando, mal matando. A pie, Uriel Moreno "El Zapata", aplausos y dos orejas, siendo el triunfador. José Mauricio, todos nos seguimos preguntando: ¿qué le pasó? Ha estado mal.

EXCELENTE PRESENTACIÓN

Hemos visto actuar al gran caballista Diego Ventura, que aunque no tiene comparativo con Pablo Hermoso de Mendoza, ya que aunque es espectacular, cada uno ejecuta el rejoneo de diferente manera, sí ha puesto de pie al gran público de la Plaza México con su actuación. Y es que las suertes que realiza el rejoneador van más allá cuando de aguantar la embestida se trata: no abusa de los rejones de castigo y es preciso en las banderillas largas, a dos manos, cortas y lo mismo cuando pone rosas. Sus caballos, Nazar, Welington, Califa, Triana y Morante, que fueron los que usó para su actuación, han sido el deleite del público por el temple de los equinos; Diego sabe de temple y lo hace notar muy bien cuando lleva al toro por el anillo del ruedo con la grupa del caballo, o bien, al estribo, con una templanza que agita el corazón. Que decir cuando pone banderillas al quiebro, quedándose hasta el último momento para hacer el embroque. Y esto es lo que ha puesto al respetable de pie en repetidas ocasiones. Y claro, qué decir de Morante, el caballo estrella de Diego, que gusta de morder al toro por los costillares a la hora de estar dando vueltas tras la ejecución de los palos.

Bien ha estado Diego ante sus dos toros, mismos que han ido con emotividad al caballo; sin embargo, Diego olvidó afilar los rejones y a todos los toros los pinchó. De menos perdió dos orejas por toro, lo que sí, es que el rejoneador ha dejado muy buen sabor a la afición mexicana.

EL TRIUNFADOR

Y de Tlaxcala, ha llegado una vez más Uriel Moreno "El Zapata" para demostrar que quiere a como dé lugar un puesto superior en la fiesta de los toros. No ha estado del todo acertado en la forma de estructurar sus dos faenas, sin embargo, ha patentado una raza y corazón como base principal y esto es lo que ayer hizo la diferencia. La tarde la marcó el primer toro de su lote, ya que éste lo arrolló feamente cuando lo comenzaba a lancear, para luego propinarle un zapateado "inolvidable"; mermado físicamente, Uriel lidió a su oponente como pudo. Puso banderillas más con corazón que preciso y la gente le reconoció el esfuerzo. Con la muleta, ante un toro bueno, extrajo pases de mucho mérito, aunque sin redondear. Estocada caída, palmas al torero, ovación al toro.

Vino lo mejor con su segundo, al cual lo recibió de una serie de largas cambiadas de hinojos, seguido de un tercio de banderillas de mucha verdad. No cabe duda que para banderillas, "El Zapata", porque él es quien brega al toro y a cuerpo limpio, lo acomoda y le espera hasta el último momento para hacer la ejecución, dejándose pasar los pitones a milímetros. Y así lo dejó ver el torero al quiebro, al calafia y de manera Monumental, como se llama el par de su invención. Con la muleta, Uriel logró una faena meritoria, ante un toro que se veía lastimado porque minutos antes había saltado al callejón. Dejó una estocada el diestro volcándose sobre el morrillo del toro, lo cual hizo que saliera rebotado espectacularmente. Gritos de torero, petición unánime de las dos orejas y finalmente éstas fueron concedidas.

RANCHO SECO SE LUCIÓ

El ganadero Sergio Hernández González ha mandados seis toros que en su mayoría han sido buenos. Los dos del rejoneador, Recobero y Tres Pesetas, no se cansaron de ir al caballo, ya que han sido bravos. El resto, para los toreros de a pie, el primero, Recuerdo, bravo, con fijeza y calidad; el segundo, Chiclanero, se dejó meter mano, al igual que el tercero y el cuarto, complicado. Cuatro de los toros fueron aplaudidos en el arrastre.

SE DESDIBUJÓ

José Mauricio tuvo la peor de sus actuaciones en la Plaza México: en su primero, por picarlo en demasía, la gente lo abucheó fuerte y no quiso saber nada del torero. En su segundo, bien por momentos, nada que subrayar y pésimo con la espada y de no ser porque el juez le perdonó el tercer aviso, se le hubiera ido vivo el astado. / Diario esto de Ciudad de México,

José Mauricio ha dejado mucho que desear, en un tarde aciaga y oscura en su curriculum personal en La México. Foto: EFE

Emulando al recordado “Pajarito”, el cuarto toro de la corrida salto al callejón, afortunadamente sin hechos que comentar como lo hizo hace poco casi seis años su hermano de hierro. Foto: EFE

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