La presencia de “El Vito” en las plazas de toros es sinónimo de su gran interés por la fiesta brava, la que dedicó gran parte de su vida profesional en Meridiano. Foto: RDV |
Corría mediados del mes pasado de diciembre, cuando en conversación acostumbrada que manteníamos, bajo el hilo telefónico, me develaba, con especie de sentimiento de nostalgia su partida para la quincena de este mes de un Diario, el cual hizo grande a la par de su nombre en el firmamento taurino. Se puede decir que casi toda una vida en el diarismo deportivo de un matutino que fue hecho a semejanza de los grandes rotativos que le precedieron como el Esto de México, luego del contacto de uno de sus mayores impulsores, como lo fue Don Carlos González, tras las Olimpiadas de México `68.
Se trata de Víctor José López Lasso, conocido en el ámbito taurino, como “El Vito”. Ha sido su paso por Diario Meridiano una escuela y toda una referencia en poco más de 41 años de labor, al frente del rotativo con mayor tiraje y demanda dentro del conglomerado venezolano ávido de la actualidad deportiva.
No es menos cierto que fue y ha sido “El Vito” todo un genio de la letra, el análisis, el reportaje, la crónica y la literatura taurina en nuestro país a lo largo de poco más de cuatro décadas, desde que sus primeros pinos los hizo en El Nacional, para una vez formalizado el estreno de Meridiano, pasar a sus filas, las mismas que mantuvo desde todos los estratos, desde reportero de planta, jefe de redacción y luego como director en su ultima etapa.
Maestro de la letras taurinas, supo darle personalidad al critico y cronista taurino, no sin antes pasar por todas las etapas que supone esta linda, apasionante y singular labor, tan o más importante que cualquier otra en el “negocio” que supone el lío del toro. Ya se sabe que lo que no se difunde por los medios queda sin conocer, y he allí el factor preponderante en lo que representa la prensa (escrita, radial, televisiva o web) en los actuales momentos.
Apasionado del toreo y torero mexicano no obstante su amplio conocimiento del toreo le llevo a conocer todos sus intríngulis en directo. Numeroso y amplio fue su contacto con ganaderos, empresarios, colegas, aficionados de todo el planeta taurino, lo que le granjeo la “fama” y respeto que siempre le ha caracterizado.
Pionero junto a Antonio Aragón y Federico Núñez en lo que fue los programas de toros por TV, siempre impartió clase y magisterio con su refinado verbo y agudo análisis del toro, el torero y su entorno, lo que hizo de esto un estilo propio que creo escuela, de la que en lo posible tratamos de acercar, con sus diferencias.
Si fue un grande en la prensa escrita y televisiva, así mismo en reiteradas ocasiones lo hizo en la radio y los últimos años por la web, en especial su interesante aventura que fue su propia pagina, de la que lamentamos el poco apoyo que tuvo para mantenerla en momentos cuando la fiesta brava en nuestro país vive horas aciagas e hizo el intento de fomentarla y difundirla ante la pasividad y escaso interés de los principales actores de esta fiesta.
GRAN PERSONA CON SU CARÁCTER FORJADO AL TALANTE DE LA EXCELENCIA
No es menos cierto que Diario Meridiano ha sido un aliado indudable para la difusión e información del aficionado. Como ya señale, se convirtió en una referencia, a tal punto de contar con su selecta “clientela” el cual exclusivamente le adquiría para saciar su necesidad de estar actualizado del acontecer taurino que en su página se daba cabida, igualmente con varios colaboradores entre los que me incluyo.
Desde distintas ópticas y puntos de vista ofreció “El Vito” a numerosos colaboradores un espacio de difusión nacional a la fiesta brava, tal vez el más longevo y de calidad que haya contado la prensa taurina nacional, no sin antes ser punto de polémica para el toreo en Venezuela, donde siempre se mantuvo un criterio en lo posible imparcial, empresa por demás difícil en los actuales momentos, al socaire de vetos e imposiciones de criterio por parte de las empresas taurinas en especial la de Mérida, así mismo de toreros y ganaderos, elementos a los que nunca se rindió una pluma y forma de concebir el toreo recta en su proceder.
SU RETIRO, EN UN MOMENTO DELICADO PARA EL TOREO VENEZOLANO
Conocido es que en los últimos años, los espacios dedicados al toro en nuestro país han ido desapareciendo exponencialmente a la par de la “caída en desgracia” el Nuevo Circo de Caracas, así como la calidad de espectáculo que se viene ofreciendo en el resto de plazas que conforman en circuito taurino nacional.
Como ya señale, era la pagina taurina de Meridiano, el único reducto con la seriedad y calidad necesaria que demanda el aficionado, espectador o curioso de conocer este bello arte. Paulatinamente tribunas como las de El Universal, El Nacional o El Mundo se fueron perdiendo, a tal punto en este momento escasamente contar con solo dos, donde en breve espacio se da reseña de una fiesta brava manejada bajo el interés personal y apoderacional de escasamente enterados individuos, que lejos de alentar interés por su lectura motiva el rechazo y la desinformación.
Precisamente la partida en la Dirección de “El Vito” de Meridiano toma varias lecturas de analizar: 1) El escaso interés de los principales propietarios del Bloque de ARMAS, por dar cabida a un espectáculo que ha desaparecido del interés e importancia del conglomerado capitalino desde hace casi tres lustros, lo que ha derivado que al no haber incentivo económico por su promoción, ni tampoco de las demás citas taurinas del país, el que decidan dejar a un lado, por encima que durante este largo tiempo “El Vito” lucharía con innumerables escollos por mantener un espacio cuestionado en los últimos años por poderosos e influenciables grupos animalistas, que han minado el concepto de la nueva camada de “jefes” del grupo editorial al cual pertenece Meridiano. 2) El progresivo deterioro del espectáculo taurino, tal y como en los últimos años tuvo contacto y reflejó el propio “Vito” a su paso por las diversas ferias venezolanas (a través de invitación -interesada por demás- de los empresarios de turno por tratar de “apaciguar” su criterio serio e incólume), del que seguía cuando no podía trasladarse por cuestiones de trabajo mediante sus cercanos colaboradores, quienes en su pagina taurina daban cabida de una degeneración de fiesta brava, desde todos los estamentos, incluyendo toreros, ganaderos, empresarios, aficionados e incluso la propia critica taurina, sometida a los interés de todos estos protagonistas, y con afán de promoción de un espectáculo plagado de vicios amparados por Comisiones Taurinas permisivas y sin criterio definido alguno, que a su vez son una extensión de los “canceres” que aquejan nuestra cada vez más vilipendiada y desvalijada fiesta brava, curtida de hipocresía y falsedad.
Como bien señala “El Tato” en su reseña taurina semanal, fue el primer periodista taurino venezolano que sacó la información taurina escrita, del simple y breve comentario o aspecto meramente noticioso, para brindarle su particular pasión efervescente e importancia.
Se nos va de la palestra taurina de un diario el cual hizo grande a la par de su nombre un gran hombre, excelente padre de familia, ejemplar jefe de labores, connotado aficionado, apasionado taurino, inmaculado critico, agudo en el comentario y en especial genio de las letras, con un verbo exquisito que dio relieve e importancia a quien escribe de toros… el toreo en nuestro país, al son –como en su adorado México despiden a sus toreros- de Las Golondrinas despide a “El Vito”, quedándonos su amistad y gran conocimiento para la posteridad, con el anhelo de algún día regresar para seguir defendiendo la fiesta, a la que tanto amo y dedicó.
¡¡¡Hasta luego amigo…!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario