lunes, 31 de enero de 2011

EN EL CIERRE DE LA FISS 2011: Oreja al “Chihuahua” de consuelo ante un mar de mansedumbre


Hilda Tenorio, a pesar de pechar con el lote menos propicio, ha dejado los detalles más toreros en su debut, en el cierre de la Feria de San Sebastian 2011. Foto: Cucú Rincones
Rubén Darío Villafraz

SAN CRISTÓBAL (Enviado Especial).- El ultimo capitulo de la XLVII Feria de San Sebastian 2011, no pudo haber tenido un cierre más desafortunado. En la plaza se hizo presente de manera unánime el verdadero toro, pero nada es perfecto cuando la dicha es esperada. Pura fachada, por dentro fueron nulidad de bravura, ayunos de casta, limitados de recorrido, y en especial, un compendio de mansedumbre a lo largo de los siete actos que nos acompañó la tarde. En definitiva, protagonistas de un espectáculo anodino, sin ángel ni alma de emoción, solo en contados momentos.

La terna de espadas se estrenaba en Pueblo Nuevo. El único del trío que ya había pisado de novillero el redondel fue el emeritense Alexander Guillén, torero de buenas maneras, pulcro conocimiento del toreo básico, pero desangelado para con el tendido como lo fueron sus dos ejemplares que pechó en suerte. Su primero, escasamente le dejo estar, pues tras el puyazo recetado, su escaso recorrido, y descastado celo con las telas hicieron de su labor intranscendente.

Su segundo, un precioso y serio cárdeno, le llevo por la calle de la amargura producto de la mala lidia que se le ofreció desde el desordenado tercio de varas, donde empujó más defendiendo que atacando el toro ante el jamelgo –pobremente vestido- de picar. Crudito literalmente se lo hizo pasar a los banderilleros y a él luego en la muleta, animal que en el inicio por la espalda, por poco, y le manda al hule tras arrollarlo en el cite. Lo demás, intentos y pasajes sueltos inconexos hasta despacharle con el verduguillo no sin antes haberle hecho sudar tinta.

“El Chihuahua” sería el triunfador de la corrida, y a fe que lo mereció por las ganas, la voluntad y deseos de no querer pasar desapercibido a lo largo de toda la tarde. Pero otra son sus formas y maneras, toscas, y en algunos momentos chabacanas. Con su primero, le paso por ambos pitones con efervescencia, donde previamente se había lucido con tres acrobáticos pares de rehiletes, a lo “Ferrera”. Más pendiente que le tocaran la música, que el propio contexto de la lidia, al final saludó desde el tercio tras irse con el acero en dos viajes y un descabello.

Pero la compensación a una tarde con escasa historia fue en su segundo. Faena algo más centrada, haciendo gala de un toreo populista por ambos pitones. El pinchazo hondo previo a la estocada desprendida que recetó, le valieron para que le concedieran una pueblerina oreja.

Lo más meritorio de la tarde tuvo aroma de mujer. Así se puedo apreciar a la menudita debutante Hilda Tenorio quien tuvo que remar con el lote más complicado del encierro. Su primero le dejo recrearse en toreo suave y mandón por verónicas, para luego recrearse en toreros doblones por ambos pitones en tablas. Posteriormente el toro se vendría abajo, durando solo dos tandas por la diestra que bastaron para comprobar el bien concepto del toreo que atesora la michoacana. Su fallo con la espada le limito de “tocar pelo”, como de antemano lo tendría difícil ante el que cerró plaza, un dije preñado de mansedumbre, condenado a banderillas negras, del que hizo el esfuerzo por justificarse ante las aviesas intenciones de un toro de nulas opciones. En su afán de pasaportarlo fue volteada y pisoteada en el rostro, no arrugándose la torera, para al final el toro írsele a los corrales, no sin antes recibir en tablas la ovación y consideración unánime de los presentes.

Abrió plaza nuevamente el rejoneador Rafa Rodríguez, quien cumplió compromiso limitado de una cuadra de caballos aptos a las exigencias que impuso en el ruedo el complicado ejemplar que puso a lo largo de su labor en zozobra las monturas. Pasaportado por su sobresaliente, el matador Rafael Martínez, fue silenciado tras un aviso.

FICHA DEL FESTEJO
XLVII Feria de San Sebastian. Domingo 30 de enero de 2011.
Plaza de Toros Pueblo Nuevo de San Cristóbal. IV corrida de feria

Con poco más de un tercio de plaza (aproximadamente 6.500 personas), se han lidiado astados de la divisa LOS MARAÑONES (Andrés Miguel Velutini), bien presentados en su conjunto, con edad, el cual ha desarrollado sosería y mansedumbre en su totalidad. Los más complicados 1º y 7º, el más potable por el pitón derecho el 5º.
Pesos: 436, 454, 448, 450, 490, 460 y 460.

RAFA RODRÍGUEZ (A la usanza campera).  Silencio tras aviso.
ALEXANDER GUILLÉN (Nazareno y oro). Silencio y silencio tras aviso.
ANTONIO GARCÍA “EL CHIHUAHUA” (Obispo y oro). Saludos desde el tercio y una oreja.
HILDA TENORIO (Blanco y oro). Al tercio tras dos avisos y palmas tras toro al corral.

Incidencias: Retraso de 35 min. el comienzo del festejo. *** Previo al festejo se rindió homenaje en el ruedo al matador de toros en retiro César Faraco, con la entrega de reconocimiento y dedicación de un pasodoble. *** Los tres toreros hicieron su presentación como matadores en el ruedo. *** Tenorio debutó en Venezuela con el toro «Querre Querre», Nº 60 de 450 kilos, cárdeno.

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