jueves, 14 de junio de 2012

Todos unidos defendiendo nuestra libertad; sí a los toros en Bogotá


Santiago García Jaramillo / Burladero América

El Alcalde Petro lo había anunciado en todos los medios: su decisión era acabar con los toros, lo que nunca imaginamos era que para lograrlo pasaría por encima de la Constitución de la que se declara hijo, de la Ley que todos debemos respetar, con mayor razón cuando se es servidor público, y de la jurisprudencia constitucional vigente.

Si bien el Señor Alcalde no ha notificado a la Corporación Taurina de Bogotá la terminación del contrato, fiel a su estilo, ha hecho declaraciones de prensa que indican que no será otro el camino el elegido por el Alcalde para cercenar la libertad de un grupo pacífico y minoritario que año tras año disfruta de un tradicional arte.

Las declaraciones del Alcalde Petro son desconcertantes: en primer lugar afirma que entre la Corporación y el Distrito existe un contrato de mandato, y que al negarse la Corporación a prohibir la muerte del toro, entonces se encuentra en facultad de revocarlo. Como ya lo había explicado a la prensa Don Felipe Negret, la ley 916 de 2004 estructura las corridas incluyendo la muerte del toro, y la jurisprudencia, como lo reafirmó el Ex Presidente de la Corte Constitucional Manuel José Cepeda, y el mismo ponente de la Sentencia -que dice defender el Alcalde-, el ex magistrado Humberto Sierra Porto, nunca ha prohibido la muerte del toro, luego no se ha incumplido ninguna orden, sencillamente porque esta no es legal.

Tendrá que explicar el Señor Alcalde como piensa recuperar los miles de millones que las temporadas taurinas le dejan a la ciudad, y además como justificará el pago de la  indemnización a la Corporación Taurina de los perjuicios causados, por el eventual rompimiento de un contrato vigente hasta el año 2015, y que de ser terminado se hará sin causa legal alguna, sólo por el capricho del burgomaestre. ¿Será consciente el Alcalde del detrimento patrimonial que le causa a la ciudad? ¿Serán conscientes los anti taurinos que estas indemnizaciones saldrán de sus bolsillos, y del de todos los bogotanos que pagan sus impuestos?

Otra de las imprecisiones del Alcalde el día de hoy, fue el afirmar que la Plaza de Toros de Santamaría ahora pertenecerá a toda la ciudad. Olvida en primer lugar que ésta fue construida por Don Ignacio Sanz de Santamaría, y que en 1935 se opuso a conservar una parte de su propiedad para dársela por completo a todos los bogotanos.

La Plaza de Toros de Santamaría, la disfrutamos 14.000 taurinos en las temporadas, otros miles en el festival de teatro y otros tantos en eventos deportivos. Cerrando  las puertas a los toros no será más de los Bogotanos, por el contrario privará a una minoría que legal y pacíficamente disfruta de un tradicional artística.

Y para cerrar con un paso aun más cercano al totalitarismo el Alcalde afirma que "no habrá más diálogo con la Corporación Taurina", su falta de argumentos queda una vez más en evidencia y contrasta con la manera como la Corporación Taurina, dirigida por  Felipe Negret, ha liderado una defensa apegada a la Ley y la Jurisprudencia, incluso soportando el "matoneo" de las autoridades distritales, ojalá los organismos de control presten detallada atención a estos acontecimientos y exijan el respeto a la Ley.

En este momento debemos unirnos, no sólo como taurinos sino como defensores de la libertad, es el momento que artistas, escritores, jóvenes, y todos los aficionados a la tauromaquia sentemos nuestra voz de rechazo contra la intransigencia de un Alcalde que por gustos personales viola la ley y limita nuestra libertad.

Santiago García Jaramillo

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