lunes, 23 de enero de 2012

SEGUNDA CORRIDA – TEMPORADA 2012 EN BOGOTA: ¡Pablo es humano!

La corrida mixta se dio con sol, llenazo y notablato. Siete ministros de estado, incluyendo la canciller y los de interior, justicia y educación, varios gobernadores y burgomaestres, líderes de industria y los hijos del presidente de la república. Parecían dar la tácita réplica del Gobierno central a las intenciones prohibicionistas del autocrático alcalde de Bogotá. El procurador nacional ya se había manifestado ayer en Medellín. Por su parte el común en pleno terminó coreando ¡Toro sí, Petro no!
JORGE ARTURO DÍAZ REYES

BOGOTA (Colombia).- De los cuatro Agualuna, el primero y el quinto fueron inválidos, el segundo manso bronco y el cuarto encastado, nunca sabremos si bravo, pues Viloria recibió una ovación por no  picarlo. De los santacolomeños Ernestos para rejones, bellos ambos, el tercero, noble y a más y el sexto, soso y a menos.

Luís Bolívar, tras confirmar a Mora y cederle turno, afrontó al segundo, Pendenciero, que lo era, y de los peores. En los primeros lances le quiso quitar la montera a pitonazos, casi no se dejó picar, esperó y cogió a Monaguillo en banderillas, y al oír el brindis del matador a toda la afición, "No nos harán callar", contestó como un antitaurino de la peor calaña, ni más ni menos, incierto, cabeceador, bruto y carialto le arrancó la muleta de las manos, luego midió, tardeó, reculó y se rajó con una desvergüenza como la de los que se empelotan en la calle, se untan pintura, y se hacen los muertos. Un pinchazo y una espada desprendida le quitaron la desfachatez.

Al cuarto le salió picado. Hermoso acababa de armar la marimorena. Dos largas de rodillas, tres verónicas y media de gran son y una larga cambiada de pie por bajo para ponerlo en suerte fueron un gusto. Viloría ni le arañó, siendo vitoreado. "La vara que vale es la segunda" dice Victorino padre. Bueno. Tres verónicas más, lentas, y una larga pinturerísima. Jeringa y Prieto, perseguidos, cumplen un gran tercio, y después el caleño en los medios cita de largo para cuatro señoras tandas, dos por derechas y dos naturales que le pusieron música y rugidos a la cosa.

Faena quieta, faena seria, faena ligada, faena de dos pitones y dos manos, con las suertes fundamentales y sus debidos abroches. La izquierda predominó avalándola, los naturales redondos se hicieron circulares y cuando todo estaba hecho, tres manoletinas y un pase de pecho redactaron el epílogo. En los medios iguala y pincha en sitio, y allí mismo, sin muleta, se tira de nuevo encunándose, dejando la estocada toda, y saliendo punteado en el muslo y el toro muerto. Usía niega la segunda oreja, y se queda tan ancho.

David Mora estaba crecido, dígame, no solo confirmaba sino que ya sabía de su próximo Domingo de Resurrección en Madrid, mano a mano con Fandiño, corrida de postín. Pero el de la ceremonia, Eslavón, 11, negro de 500 kilos, no se dio por enterado, salió cayéndose, tres veces, y encima se dañó la mano izquierda. ¿Cómo lucir así, con un flojo y cojo? Pues a media alturita, despacito, suavecito, sobadito, como pisando huevos, llevándolo y sosteniéndolo, y consintiéndolo, hasta hacerle caminar en círculos. Enfermería de alta escuela, jaleada con oles de faena heroica. Una estocada pasada acabó de matar al grave, y el palco lanzó la oreja como si fuera el premio Nobel de medicina.

Al quinto le dio cinco lances mirando al tendido, pero también templados y acompasados. Arrojo y arte. No emocionamos todos, pero todos. Cerquera le puso un picotacito hipodérmico y de allí a para delante no fue sino caerse, y caerse, y caerse, y caerse, ya no sé cuantas veces. La gente irritada, unos le decían !matalo! y otros con ganas de verlo, dizque ¡séptimo, séptimo! Como si estuviéramos en Perraperdida. Estocada completa y punto. Se fue inédito de Bogotá Mora. Qué pesar por Bogotá, porque torero-torero sí es.

Pablo Hermoso, vino, vio y triunfó. Sí, otra vez. Como en los días anteriores en las capitales de provincia, en esta del país también fue recibido en loor de santidad desde el paseíllo. ¡Que jaleo! Y él, en lo suyo, cabalgar, torear, acertar, sorprender, emocionar, desconchinflar a la rugiente multitud. La que formó con el tercero, un cárdeno, cuajado y nobleque como buen Santacoloma se creció en la sabia lidia. Atigrado se llamaba. Stella, Silveti, Ícaro y Pirata se turnaron en sus respectivas especialidades a cual más brillante. El último hasta le mordió un pitón al toro. ¡Hágame el favor!

La Santamaría era un turbión, un frenesí, un remolino. Vueltas completas a dos pistas, cambios repentinos e inverosímiles, cabriolas y la mejor ejecución de la surte suprema de cuantas ha ejecutado desde que volvió a Colombia el año pasado. Sí mereció algún rabo, sería este que no le pidieron. Por esta. Pero todos felices. Pablo más, al final dijo, me gustó mucho este Santacoloma.

El sexto, negro pero no menos hermoso, fue desganado, mansurrón, quedado y a menos. El navarro, nos consta, que no necesita ni de toro, estuvo maestro con Garibaldi, Dalí, Chenel y Pirata, que junto con los anteriores habían viajado en camión desde Medellín anoche y habían llegado a las diez de la mañana, no acusaban merma. Increíble.

Además la feligresía hermosista ponía la emoción que el toro no tenía. La faena iba de pelo y quizá doble. Pero Pablo volvió a sorprender, falló, y falló con el rejón de muerte, lo puso muy mal y trasero tres veces. Echó pie a tierra y dio cuatro descabellos escuchando un aviso. Sí señor sorprendió de nuevo a sus fieles. ¡Pablo eshumano! Clamó uno, como si hubiese descubierto el agua tibia, y le siguieron diez. Pablo siempre enseña. Esta fue la moraleja de hoy. Pero se fue a hombros como entró, en loor de santidad.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Santamaría, 3ª de temporada. Sol 15º C. Lleno. 4 toros de Agualuna y 2 despuntados para rejones de Ernesto González, todos bien presentados, pero de comportamiento muy diverso y poca fuerza. Aplaudidos 1º, 3º y 4º.

Luis Bolívar: silencio y oreja con fuerte petición de otra.
David Mora: oreja y silencio.
Hermoso de Mendoza (rej.): dos orejas y silencio tras aviso.

Incidencias: Saludaron Gustavo García y Marcos Prieto tras parear al 4 y Pablo Hermoso salió a hombros al terminar.

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