RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
SAN CRISTÓBAL (Ven.).- Indultos categorizados: clase A o clase B. Todo un dispendio de orejas e indultos, en un ambiente enrarecido de generosidad en el palco presidencial por la concesión de premios, con razón o sinrazón, donde los afortunados fueron los diestros actuantes, con el corte de nueve apéndices, cuatro de ellos de manera simbólicas, es el balance numérico de la tercera función en el marco de la Feria de San Sebastián 2012.
David Fandila “El Fandi”, ha logrado hacer pleno de trofeos tras cercenar cuatro orejas, con indulto de uno de sus antagonistas, mientras que dos apéndices simbólicos fueron a parar a las manos del galo Juan Bautista, quien también se llevó su cuota de indulto de la tarde. El coleta local Marcos Peña “El Pino” no se escaparía de tal guisa, llevándose una oreja de cada astado, mientras que el rejoneador Francisco Javier Rodríguez cortaría una, en el que cerro plaza.
Interesante encierro el que nuevamente se ha traído de Las Porqueras el ganadero Hugo Domingo Molina, con el común denominador de la nobleza, pero de allí a sobredimensionar su desempeño estriba el desacuerdo de muchos aficionados al salir de la plaza. Recorrido, bondad, flojedad de remos, picados en su mínima expresión, realmente parecía una plaza de tienta con espectadores lo que presenciábamos a lo largo de la tarde donde el criterio del palco presidencial en la persona del M.V. Álvaro Moros ha echado por tierra lo que quedaba de dignidad a una plaza de toros como la de Pueblo Nuevo “enferma” del Síndrome de la Indultitis que se ha convertido en una pandemia por nuestros cosos venezolanos, como consecuencia de procederes como estos.
Juan Bautista aperturó la tarde con un trasteo de escaso eco en los tendidos, a pesar de su impecable manejo de muleta, ante la sosa embestida de un ejemplar que no transmitía mayor emoción que la del propio esfuerzo del torero por justificarse. Más decidido se le vio en su segundo, animal de agradables y cómodas hechuras el cual recibió de capa con soltura, para en medida sangría y epidérmico puyazo pasarlo de muleta por ambos pitones con gracia, temple, solvencia y sobre todo variedad de repertorio, lo que unido a la nobleza del animal, valdría para desatar la petición de un indulto que solícitamente concedió Usía, con la venia del ganadero de turno.
“El Fandi” regresaba a desquitarse del sabor amargo de la tarde de ayer, y a fe que lo ha logrado. Cuatro orejas de distinto calado se ha llevado a su esportón, las dos primeras tras una labor voluntariosa, afanosa por agradar, ante un ejemplar de endebles fuerzas el cual dosificó llevando en la media altura, templadito y al ralentí, sin forzarle, más de lo que lo habían hecho el minipuyazo y largo tercio de banderillas. El espadazo en buen sitio dio pie a doble premio auricular, misma dosis que repitió ante «Frutero», noble pupilo jabonero, el cual lanceó en alegre saludo de capote de rodillas en el tercio, para luego en banderillas dejar sus mejores pares de banderillas de la feria en su haber, hasta llegar a una labor muleteril larga, prodiga en recursos, variedad y continuidad, lo que nuevamente desataría los ánimos perdonadores de los presentes, colocando en la disyuntiva a Usía, quien se vería obligado asomar el moquero naranja, en razón de presenciar un toro de mejor condición que el anterior.
“El Pino” ha sido el mejor beneficiado de este mercado de apéndices en el que se convirtió la arena de Pueblo Nuevo, tras cortar una oreja de cada uno de sus bureles. Torero de escaso bagaje en las ultimas campañas, donde han escaseado las oportunidades para dejarse ver, justificó la oreja de su serio primero del lote en el soberbio espadazo al encuentro y en dos tiempos con el que despachó al bicho, el cual no duró ni veinte segundos en pie. La otra oreja, la repescamos tal vez en la ocasión de la mayoría del paisanaje verle salir en hombros al lado de Bautista y Fandi, en tarde de sumo compromiso para el torero del patio, luego de una labor con altibajos por ambos pitones, no exenta de deseos y voluntad, que colofonó de bajonazo.
Francisco Javier Rodríguez cerraría función a caballo, ante un cornalón morlaco castaño, el cual tuvo la emotividad de la transmisión en las arrancadas a las grupas de su muy preparada y corta cuadra de caballos, donde en rejones y banderillas dejo impreso el sello de la verdad, clavando al estribo, en terrenos de difícil compromiso, ante el atosigante “carbón” del toro en las cercanías cuando se disponía clavar. Tres viajes con el rejón de muerte no limitaron el que se le premiara con una oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental de Pueblo Nuevo. Sábado 28 de enero de 2012.
XLVIII Feria de San Sebastián 2012. III Corrida de abono.
Con poco menos de tres cuartos, en tarde soleada, calurosa, se han lidiado toros de RANCHO GRANDE (1º, 2º y 5º) y EL PRADO (3º, 4º y 6º) en su conjunto discretos de presentación en su mayoría, en su conjunto nobles con distintos matices, destacando por su recorrido los lidiados en 4º y 5º, premiados ambos con el indulto, llevando por nombre «Atrevido» Nº 136 de 442 kilos, castaño oscuro; y «Frutero» Nº 93 de 462 kilos, jabonero sucio. Para rejones se corrió un toro de CAMPOLARGO (7º), bien presentado, con tranco y celo por las monturas.
Pesos: 450-443-475-442-462-440-450.
JUAN BAUTISTA
(Tabaco y oro)
Silencio y dos orejas simbólicas
“EL FANDI”
(Catafalco y oro)
Dos orejas y dos orejas simbólicas
MARCOS PEÑA “EL PINO”
(Celeste y oro)
Oreja en ambos
FRANCISCO JAVIER RODRÍGUEZ
(Rejoneador)
Oreja
INCIDENCIAS: Retraso de 10 min al inicio del paseíllo por la no cancelación por parte de la empresa la cotización de una de las cuadrillas extranjeras actuantes al gremio de subalternos nacionales. *** Actuó como sobresaliente del rejoneador el matador Rafael Martínez.
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