sábado, 22 de junio de 2019

FERIA DE SAN JUAN – PRIMERA CORRIDA: Puerta grande menor para Ginés Marín

David de Miranda escucha los tres avisos y López Simón corta una oreja de un toro de dos.
SALVA FERRER
Alicante

Cuando Simón Casas ideó esta Feria de Hogueras y Nacho Lloret la presentó en el Ayuntamiento de la Ciudad de la Luz, Román y Pablo Aguado no habían comparecido en Sevilla y Madrid. Las cuatro orejas de Aguado en la Maestranza y el ferión de Román en San Isidro revalorizaron el cartel.

Quedó la ilusión marchitada por la sangre derramada, que es la constatación de la autenticidad de este espectáculo único. Tras la feria de abril celebrada en mayo y el ciclo isidril abrochado en junio, Aguado y Román están en boca de todo el toreo. Por la gloria y por la verdad. La gracia y el valor. La naturalidad grácil del sevillano y el valor sobrenatural del valenciano. Oportuno es el refranero: "unos las firman y otros las torean". Resultó un acierto en pos de la "justicia" taurina que David de Miranda reemplazara al valenciano y Ginés al sevillano. Ambos hicieron el paseíllo desmonterados y vestidos de verde hoja y oro. Los dos, además, saben lo que es poner Las Ventas boca abajo. Coincidencias. Esta temporada está marcando un punto de inflexión: juventud al poder. Empresas y figuras están en la "obligación" de dejar entrar el aire fresco que golpea a puñetazos la puerta de las ferias.

El Parralejo es ganadería brava y encastada. En la memoria del periodista habita ese recuerdo en forma de movilidad encendida que trepa y prende los tendidos. El sexteto tuvo muchos matices. El primero tenía a rebosar el depósito de clase y bondad. El tranco, la manera de entregarse descolgado, de salida. Los niveles de fuerza se hallaban en el límite. El fondo le hizo sostenerse pese a claudicar en varias ocasiones. Trató López Simón de afianzar la embestida. A veces, lo consiguió. En el tono global de la faena faltó pulso y sutileza.

Más entonado estuvo con el excelente cuarto, más hecho y más toro además. Cubanito tuvo clase y celo, ritmo y profundidad. López Simón se encajó con él. Hubo ligazón, ajuste y gusto. El toreo en redondo salió bordado. Deletreado por momentos. Una estocada en los mismos medios. Una oreja que supo a poco. Una ovación en el arrastre se llevó el toro, que era de dos.

Ginés Marín saludó a la verónica a Carapapa. Notables fueron varios lances con la bamba. Quitó luego por chicuelinas. El de El Parralejo tenía la expresión altiva sin ser toro arrogante. Dejó hacer y estar. Marín le dio fiesta, proyectó una amplia variedad de suertes con la flámula. Ginés apretó el acelerador, hizo muchas cosas pero faltó poso. Como atacado un torero que sabe torear despacio y bien. Apretado y eléctrico fue el cierre por bernadinas. Soberbia la estocada. Oreja.

Al quinto, Ginés le hizo faena con la muleta... y con el capote. Un surtido de suertes: chicuelinas, tafalleras, cordobinas, la media con el compás abierto y a pies juntos. Y otro quite: mejor el segundo por gaoneras. Acusó el toro la exigencia con el percal. Aplomado, aunque con franqueza. Faena sin apenas relieve pero bien rematada con la espada. Puerta Grande de Alicante.

David de Miranda se presentó como matador en Alicante con Marinero. Toro encastado y a más. A más fue también la intensidad de la faena del torero de Trigueros. Antes firmó un meritorio quite por saltilleras abrochado por una brionesa muy toreada. El prólogo de la faena fue en la misma boca de riego: un fajo de estatuarios y un desdén más toreado de lo habitual por debajo de la pala. Sobresalió una serie maciza con la zurda. Largos los naturales, la embestida embebida con los vuelos.

El sexto hizo una pelea espectacular en varas. Soberbio el toro y el varilarguero. De Miranda prologó en los medios con pases cambiados. La forma de desentenderse del toro en los finales hacía presagiar que se podía rajar. Lo sujetó el torero onubense tapando las rendijas. Manseó, escarbó y protestó en honor a su nombre: Protestón. Pasó un mal rato con los aceros, especialmente con el descabello. Sonaron los tres avisos.

Moraleja: Ni todo el toro que mansea es manso ni todo toro que pelea en el caballo es bravo. La bravura y la mansedumbre. Conceptos complejos.

EL PARRALEJO - López simón, Ginés Marín y David de Miranda

Plaza de toros de Alicante. Feria de Hogueras o de San Juan. Viernes, 21 de junio de 2019. Corrida de toros, primera de abono. Dos tercios de entrada en tarde veraniega aunque encapotada.

Se lidiaron toros de El Parralejo, de hechuras dispares y desigual conducta. Endeble el enclasado 1º, noble el 2º, encastado el 3º, notable el 4º, ovacionado en el arrastre, manejable y dócil el 5º, manso el 6º.

López Simón, de gris perla y oro. Estocada tendida trasera y descabello. Aviso. Silencio. En el cuarto, estocada. Aviso (oreja).

Ginés Marín, de verde hoja y oro. Estocada (oreja). En el quinto, estocada. Aviso (oreja).

David de Miranda, de verde hoja y oro. Pinchazo y estocada baja (silencio). En el sexto, estocada que hace guardia, dos pinchazos, media y cuatro descabellos. Tres avisos (silencio).

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