sábado, 22 de junio de 2019

FERIA DE HOGUERAS – SEGUNDA CORRIDA: Memorable tarde de un pletórico Roca Rey

Los tres toreros salieron a hombros. Excelente versión de Castella y grata impresión de Manzanares ante una notable corrida de Juan Pedro Domecq.
SALVADOR FERRER
@salvaferrer78
Alicante
Foto: EFE

Roca Rey colgó el "no hay billetes" desde hacía casi una semana. "El toreo está que arde", reza el lema de la empresa en estas Hogueras. El peruano es un tornado allá donde se anuncia. Allá donde va arrasa, incendia la taquilla, la reventa y triunfa. Y torea. Y torea cumbre. Y lo hace en todas las plazas ante todo tipo de toros. Infinitos los registros. Toda la vida de Dios, a los toreros largos, inmensos, capaces y poderosos como el genio peruano -las raíces del tronco gallista son robustas- siempre se les ha discutido más. Incluso se les niega (se permiten las risas). Es tradición española discutir lo indiscutible. Que se lo pregunten a los maestros Ponce y Juli.

Roca Rey es un portento que lo tiene todo. Capacidad, recursos, variedad y repertorio, ambición, raza, hambre, técnica, valor, personalidad, magnetismo... Por cierto, por San Jaime en Valencia se anuncia el mismo cartel, aunque con toros de Algarra, que esta tarde que se analiza de San Juan.

En el saludo del peruano al tercero ya se vieron las fuerzas justas del toro. Preciosa una sedosa revolera como tarjeta de presentación. Pese a eso, Roca quitó por chicuelinas con su singular quietud. Viruta y Paquito Algaba de desmonteraron en banderillas. En el brindis ya pedían música. El inicio pendular en la boca de riego fue tremendo. En el péndulo, Andrés ya recoge la embestida. Ni lo deja salir de la suerte. Los muletazos nacían y morían a media altura, con la ligazón necesaria y la quietud marmórea para vertebrar las estrofas. Aguantó el toro más de lo que se intuía. Las manos de los toreros. Soberbia fue la estocada y mayoritaria la petición de las dos orejas. Paseó una.

Roca Rey recibió al sexto con una larga (no cambiada) de rodillas. Hermosa. Inédito para quien suscribe. Siguió el saludo con un manojo de chicuelinas ceñidas y ganadoras con el toro para fuera. Quitó por gaoneras y las abrochó con una media cumbre, enroscada y muy lenta. Sin ser el toro gran cosa, lo cuajó. Hubo una serie l natural soberbia de ajuste y profundidad. Un desplante con mensaje: aquí mando yo. Gritos de torero, torero, torero. Con el peor lote una tarde pletórica de recursos, registros... Así son y así pasan por las plazas las figuras de época.

Sebastián Castella descorchó la tarde con un saludo a la verónica, intercaladas dos chicuelinas. El toro, jabonero muy sucio, derrochó una limpia nobleza. Cristalina la nobleza. Prologó el de Beziers en el tercio, cosa rara. Nunca rompió la faena. Bravo el toro pese a escarbar y acabar afligiéndose.

Niñato fue un gran toro. Castella estuvo entregado con él. Soberbio de autoridad, firmeza y hondura. Desde las ceñidas saltilleras del quite. Esta vez el inicio sí fue en el centro del platillo, sin mover un músculo. Excelente el pulso, admirable la quietud. El toreo en redondo tuvo templaza y al natural hubo profundidad. Con la izquierda se rompió más el francés. Rotundidad. Una última serie fue explosiva de dominio. Hipnotizada la excelente bravura del toro de Juan Pedro. La estocada puso en bandeja las dos orejas.

A Manzanares siempre le pesa torear en su casa, en la plaza de su corazón. Le pasa a todos los toreros importantes cuando se ven anunciados donde han nacido. El castaño y abrochado segundo salió con pies. Un espejismo. Muy endeble el "juanpedro", protestado. Además de perder las manos, embistió rebrincado y descompuesto. Casi inédito Manzanares.

Salió espoleado el alicantino tras el triunfo del francés. Tres largas de rodillas en el tercio, dos chicuelinas y una larga conformaron el coreadísimo recibo capotero. Prologó Manzanares con un pase cambiado. Lento, denso y hondo fue el toreo en redondo. Las series cortas, como suele, y los pases de pecho inmensos de largura. Como suele también. Con la izquierda solo hubo una serie. Supo a poco. En la última tanda con la derecha hubo un cambio de mano monumental. Como la estocada recibiendo. Dos orejas

Cartel de esta tarde: toros de Garcigrande para Morante de la Puebla, Julián López El Juli y Paco Ureña.

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