El
granadino desoreja a un extraordinario y bravo ejemplar de la divisa sevillana
como feliz broche del ciclo; Cayetano se va de vacío y Toñete corta una oreja.
SALVADOR
FERRER
@salvaferrer78
Alicante
Se cumplen 50 años de la alternativa de Dámaso en
Alicante. El Rey del temple fue y siempre será un eslabón en la cadena
evolutiva y revolucionaria del toreo. Triana, Córdoba, Sanlúcar, Albacete y
Galapagar. O lo que es lo mismo: Belmonte, Manolete, Ojeda, Dámaso y Josétomás.
Los terrenos del toro invadidos, conquistados. Sin violencia ganada la guerra:
valor y temple.
El cartel para la fecha desmerecía una feria tan
notable sobre el papel como sobre la arena y, sobre todo, una efeméride de
tanta categoría. Los lícitos caprichos del toreo enredan casi todo: honorarios,
fechas, ganaderías...
El Fandi despertó la tarde con una larga en el
tercio. Un quite por navarras y una serpentina fue el preámbulo de un tercio de
banderillas clásico: de dentro afuera y luego por los adentros, el violín...
Tuvo cierto celo el de Algarra pero ninguna clase. Molinetes, desplantes...
Poco poso.
Valeriano fue un toro excelente. La bravura
refinada. La fijeza, la clase, la codicia, la casta encendida. Otra larga en el
tercio hizo caldear el ambiente tras la merienda. Luego firmó unas chicuelinas
trabajadas. Espectacular el tercio de banderillas. Cuatro pares, tremendas las
facultades. Por mucho que en Fandi sea el pan de cada día no deja de ser
admirable. De rodillas se puso el granadino en la boca de riego. Igual da
Alicante que Madrid. Faena, por momentos, de mano baja, exigiendo la entrega
total de la bravura. Labor con muchos recursos y variado repertorio. Marca de
la casa. Un estoconazo. Dos orejas. La vuelta al ruedo para el toro fue de
justicia.
Impregnado fue un algarra con clase. Bien hecho
además. Y guapo. Un toro, con su nobleza a cuestas, para expresarse, decir el
toreo. Abandonarse incluso. Nada de eso pasó. Ni un muletazo para el recuerdo.
Despegado Cayetano. Superficial. Más de uno -quien suscribe, por ejemplo- se acordó
del concepto y la clase de Palazón, torero de la tierra.
Ante el quinto, con su nobleza y bondad, faenó sin
relieve. El pasodoble acentuaba la nada. Aún así, saludó una ovación.
Toñete comenzó rodilla en tierra y al tercer
muletazo hincó las dos. Tuvo su ritmo Señorito. Hubo una serie maciza con la
derecha. Cambió a la izquierda y el de Algarra se fue apagando. Como la faena.
La voluntad no fue suficiente para que su labor alzara el vuelo.
Sonador tuvo un son dulce. El poder contado. En el
prólogo hubo un trincherazo con sabor. Hondo y torero. Luego, Toñete muleteó
con decoro y asiento. Recetó una soberbia estocada y paseó una oreja.
Gran corrida de Algarra que puso el broche de oro
a un cierre feliz y triunfal de la Feria de Hogueras o de San Juan. El fuego de
la nit de la cremà no convertirá en ceniza una feria de un notable balance
artístico y un éxito de afluencia de público.
ALGARRA / FANDI, CAYETANO, TOÑETE
Plaza de toros de Alicante. Feria de
Hogueras. Lunes, 24 de junio de 2019. Corrida de toros, cuarta de abono. Media
entrada.
Se lidiaron toros de Luis Algarra, bien
presentados, de notable juego. Desclasado el 1, bueno el 2, aplaudido en el
arrastre, con buen son el 3, excelente el 4, aplaudido en el arrastre, con
bondad el 5,
David
Fandila "El Fandi", de
verde manzana y oro. Estocada corta y descabello. Vuelta al ruedo tras
petición. En el cuarto, estocada. Dos orejas. Salió a hombros.
Cayetano, de azul cielo y oro. Pinchazo y estocada.
Aviso. Ovación. En el quinto, estocada. Ovación.
Toñete, de rosa palo y oro. Cuatro pinchazos y
estocada. Silencio. En el sexto, estocada. Oreja.
Incidencias: En los prolegómenos del festejo, Cayetano
hizo entrega de una placa conmemorativa a los hijos del maestro Dámaso
González, Dámaso y Marta, por los 50 años de alternativa del maestro de
Albacete. Paquirri, padre de Cayetano, fue testigo de la ceremonia y Miguelín
el padrino en la Plaza de Alicante.
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