Escaso
ambiente propicio para última corrida de feria como marco
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: Federico Montes
Fotos: Federico Montes
SAN CRISTÓBAL (Enviado Especial).- Poco de transcendental puede tener una tarde de toros, si para ello no están
dadas las condiciones mínimas de interés y estimulo al aficionado. Eso se
palpaba en el ambiente en la ciudad de San Cristóbal, otrora bastión de una
gran feria, que lamentablemente este año ha tocado fondo.
Los alrededores de la plaza de toros
parecían que no tuvieran albergado una corrida de toros, de feria como se suponía,
mientras que en el centro, las largas colas de la manifestación opositora daban
imagen a la verdadera realidad del país, y en este caso gran capital del estado
Táchira.
Entrando en materia, poco o nada se
le vio y demostraría el debutante diestro salmantino Eduardo Gallo, que entraba
en el cartel sustituyendo al madrileño Javier Cortés, tanto en el que abrió
plaza como ante su segundo del lote, lidiado en tercer lugar en razón de
cumplir compromiso en suelo mexicano. Simple y llanamente cumpliría con
vestirse de luces y despachar con más pena que gloria sus astados. Tras el trámite
con los aceros, el cual tampoco estuvo afortunado, fue silenciado en ambos
morlacos.
Otro de los espadas debutantes de la
tarde lo era el galo Thomas Duffau, quien pechó con un noble pero justo de
fuerzas ejemplar, de La Consolación, el cual entendió en su medida, en especial
por la mano diestra, templándole en cuatro series de merito para calentar el
frio y desapacible ambiente en la plaza, dado el excesivo “cemento” en los tendidos. El certero volapié con la que se fue
tras la espada motivó la concesión de la oreja que desde lo alto autorizó Usía,
don Álvaro Moros.
Garboso fue el saludo con el percal
de Duffau frente al quinto, tras breve sangría en varas y mero trámite en
banderillas. Nuevamente en la muleta el espigado coleta ha demostrado ambición,
sacando partido en los medios del ruedo las endebles pero noblotas embestidas
del pupilo de Don Hugo Domingo Molina.
A media altura, haciendo gala de variedad
de repertorio dio sobre todo por la mano derecha motivo a las palmas tras cada
serie de muletazos, incurriendo luego en la popular insistencia del indulto a «Sonsonete»,
que desacertadamente el palco presidencial autorizó, restándole merito y
seriedad de lo que venía sucediendo en la tarde. Una pena, donde en momentos
tan delicados que vive la fiesta brava como estos, lo que embarga es la sindéresis
y la ecuanimidad de criterio. Las dos orejas simbólicas marcaban el sino triunfal
del espada galo, quien se iría en hombros con el corte de tres orejas, tal y
como lo hizo la tarde del jueves igualmente Jesús Enrique Colombo.
Intermitencias de toreo meritorio
las que demostraría ante el anovillado astado tercero el coleta nacional César
Valencia, quien no estuvo a gusto con su irregular embestida, la misma que pasó
por ambos pitones con escaso eco ante el espectador. Se agradeció la brevedad del
trance con el estoque para recibir tímidas palmas.
A porta gayola Valencia recibió al cierra
plaza, para luego medírsele con precisión en el caballo, minúscula sangría cuidándole
la fuerzas. Tomaría las banderillas César Valencia, saliendo comprometido y con
apuros tras dejar los rehiletes cumpliendo sin mucho lucimiento. Con la muleta
se labró una faena de porfía, entrega y ambición de triunfo, más que lucimiento
en sí, frente a un animal de áspera y aquerenciada embestidas en terreros de
mansos, viéndose en más de una ocasión a merced del astado. Se fue tras la
espada, dejando el acero perpendicular, dilatándose luego en reiterados
intentos, dieron pie a que los escasos presentes le premiaran con tímidas palmas,
en espera de mejores tiempos para una feria que literalmente este año ha tocado “fondo”.
FICHA
DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental de San Cristóbal.
Sábado 2 de febrero de 2019.
Segunda corrida de la LIV Feria de San Sebastián.
Con muy poco público en los tendidos, no llegando a los 1500
espectadores, en tarde soleada se han lidiado toros de las ganaderías de RANCHO
GRANDE (1º, 3º, 4ºy 5º), EL PRADO (2º) Y LA CONSOLACIÓN (6º), justos de presentación,
nobles en distinto grado y limitados de fuerza. El corrido en quinto lugar de
nombre «Sonsonete» N° 183 de 450 kilos fue indultado.
Pesos: 446, 440, 444, 445, 450 y 447 kilos
EDUARDO GALLO
Silencio en ambos
THOMAS DUFFAU
Oreja y dos orejas simbólicas
CESAR VALENCIA
Palmas en ambos
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