lunes, 18 de febrero de 2019

CORRIDA GOYESCA - Luis David Adame corta 3 orejas y rabo y Diego Ventura 3 apéndices en Pachuca

BORJA ILIÁN

El diestro mexicano Luis David Adame cortó este domingo tres orejas y un rabo para ser el triunfador de la Corrida Goyesca de la ciudad mexicana de Pachuca, en la que el rejoneador español Diego Ventura obtuvo otros tres apéndices y su compatriota el matador Enrique Ponce uno. La Plaza Vicente Segura de Pachuca registró tres cuartos de entrada, y los toros de Bernaldo Quirós dieron distinto juego, aunque todos fueron escasos de fuerza y estaban pasados de peso. El de regalo de José Julián Llaguno fue de gran movilidad.

Luis David toreó con mucho sitio a su primero, con el que debió seguir ligando pases pero por buscar adornos la faena por el pitón derecho perdió interés con un animal escaso de fuerzas y de mucha clase. Mató de una buena estocada y obtuvo su primer apéndice.

La faena a su segundo la inició de rodillas para continuarla muy quieto, templando la embestida de un manso que sin embargo por la furia con la que arremetía lograba trasmitir emoción a los tendidos. Estuvo Luis David por encima del astado, que salía suelto del segundo pase de cada tanda y al que lidió finalmente con un toreo menos ortodoxo y de más gestos que muletazos. Antes de matar hubo unos momentos de incertidumbre pues los asistentes pedían el indulto del toro. El juez de plaza, con buen criterio, no lo otorgó y pudo verse lo mejor de la tarde en una gran estocada recibiendo de Luis David. Dos orejas y un rabo sellaron el éxito del torero originario del estado mexicano de Aguascalientes.

La corrida de Bernaldo de Quirós repartió distinta suerte entre los matadores, siendo Enrique Ponce el menos favorecido. El valenciano vivió un episodio con su primer toro que puso a parte del público en su contra. El animal perdió un pitón al chocar con las tablas, lo que obligó a devolverlo vivo a los corrales. Tras unos quince minutos en los que ni cuadrillas ni operarios fueron capaces de hacer que tomase el camino de salida de la arena, Ponce determinó finiquitar al animal y con ello retrasó más el transcurrir de la lidia.

Pidió la presencia de los picadores para castigar al toro y así facilitar su labor con el acero, decisión que generó una gran bronca en los tendidos que le marcó toda la tarde.

Con el que salió en sustitución del toro devuelto poco pudo hacer pues fue un manso que pronto desarrolló sentido.

Con su segundo estuvo fijo y templado al iniciar la faena de muleta pero el animal se rajó pronto y Ponce apenas pudo ejecutar pases sueltos con facilidad. Mató de una estocada caída. Parte del público protestó la oreja que el español paseó. En la cuadrilla de Enrique Ponce brilló Gustavo Campos, que fue obligado a saludar al tercio tras su labor de banderillas.

El más afortunado con los toros fue Diego Ventura, ya que su primero estuvo fijo en la lidia y los otros dos dieron mucho juego por su movilidad y empuje. Ventura estuvo ambicioso. Su faena al cuarto de la tarde fue eléctrica, especialmente en dos pares al violín. Falló con los aceros, incluidos varios descabellos, y al quedarse a una oreja de otra puerta grande en su temporada mexicana pidió un toro de regalo.

El animal, de Julian Llaguno, le permitió cortar dos orejas y sumar otro triunfo, esta vez en Pachuca, capital del estado de Hidalgo, la entidad de la república mexicana donde más festejos taurinos se dan y en la que se construyó la primera plaza de México, en la localidad de Tepeapulco, obra ordenada por Hernán Cortes. / EFE

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