Desde su debut en 1999
La corrida del pasado domingo en la Monumental Lorenzo Garza
de la capital neolonesa fue una tarde especial en muchos sentidos para Pablo
Hermoso de Mendoza, ya que a la par de obtener una nueva puerta grande y
prorrogar el vínculo especial que tiene con la afición regiomontana representó
también el llegar a las 1590 puertas grandes obtenidas y como cereza del pastel
el sumar su corrida número 800 en ruedos de México.
Esa impresionante cifra se da tras veinte temporadas del
centauro navarro por este país que como él mismo lo ha manifestado en
reiteradas ocasiones es su segunda casa y a donde viaja ininterrumpidamente
cada año desde finales de 1999, cuando hizo su clamoroso debut en la plaza de
toros más grande del mundo, la imponente Monumental México. A partir de esa
fecha sus periplos mexicanos han sido una constante y siempre ha participado en
un importante número de corridas con el impulso que ello le representa a la
fiesta brava en el país azteca; despuntando aquel histórico año 2002 en que
sumó 76 corridas a lo largo de la geografía taurina mexicana. Todo un récord
que parece muy difícil de igualar siquiera.
La regularidad del maestro estellés del toreo a caballo es
ya un sello de distinción a lo largo de su carrera y en el caso de México no es
la excepción ya que sus estadísticas reportan que en estos 800 festejos Pablo
ha obtenido la friolera de 1697 orejas, 262 rabos y 616 puertas grandes tras
haber lidiado 1591 astados a la fecha.
Después de su patria natal México es el país que más ha
visto actuar al centauro navarro, que incuestionablemente se ha consolidado
como el torero extranjero con más actuaciones en esas tierras donde siempre le
han acogido con un cariño especial, y que ahora se ha extendido también en el
trato que le dan a su hijo Guillermo. Al par de jinetes estelleses les espera
todavía unas semanas cargadas de compromisos en cosos mexicanos antes de viajar
de regreso a Europa y afrontar lo que será una importante campaña 2019. / MUNDOTORO
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