Un 17 de febrero
El “Ciclón Mexicano” cumpliría 99 años de edad y 73 de la memorable
tarde con toros de Coaxamaluca
ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO
De los históricos sucesos taurinos
ocurridos un 17 de febrero hemos traído a la palestra dos de ellos
verdaderamente significativos, primero, el de los 99 años del natalicio de un
matador de toros emblemático de la torería mexicana, auténtica figura del toreo
y que los colores de la patria los defendió a muleta y estoque en todo el Orbe
Taurino, nos referimos al “Ciclón Mexicano” Carlos Arruza.
Nació en 1920 en la Ciudad de
México. De padres españoles y sobrino del célebre poeta zamorano León Felipe,
inició su carrera como torero a los 14 años de edad en la capital del país y
fue discípulo del maestro Samuel Solís, quien fuera pareja novilleril del
maestro Rodolfo Gaona, ambos adiestrados por el que fuera subalterno de
reconocidos espadas como Rafael Molina “Lagartijo” y Salvador Sánchez
“Frascuelo”, el madrileño Saturnino Frutos “Ojitos”.
Tomó la alternativa en El Toreo de
la Condesa de la Ciudad de México el 1 de diciembre de 1940, llevando como
padrino a Fermín Espinosa “Armillita Chico” y de testigo a Paco Gorráez, con el
toro “Oncito” de Piedras Negras.
En 1944 se fue a España para
confirmar su doctorado en Las Ventas de Madrid el 18 de julio de manos de
Antonio Bienvenida y ante la presencia de Emiliano de la Casa “Morenito de
Talavera, con ganado de Vicente Muriel. También actuó el rejoneador Simao da
Veiga.
El siguiente 19 de septiembre de
1944, en Valladolid, realiza por vez primera el desplante llamado “El Teléfono”
con un toro de Pablo Romero. Y reza la historia que con Manuel Rodríguez
“Manolete” alternó alrededor de 60 corridas en 1945.
Luego se hizo rejoneador para
debutar como tal en Madrid el 6 de junio de 1957, yendo con los espadas de a
pie, Julio Aparicio, Miguel Báez “Litri” y Manolo Vázquez para lidiar astados
de Felipe Bartolomé y Carlos Sanz.
En la Monumental Plaza México llegó
a cortar cinco rabos, el último de ellos como rejoneador el 23 de enero de
1966, habiéndose presentado como tal en este escenario el 16 de septiembre de
1960 y, a pie, fueron Alfonso Ramírez “El Calesero”, Luis Procuna, Rafael
Rodríguez, Jorge “Ranchero” Aguilar y José Zúñiga “Joselillo de Colombia”, con
bureles de Jesús Cabrera, Santín y Ajuluapan.
Falleció en un accidente de
automovilismo en la carretera México-Toluca el 20 de mayo de 1966.
UNA
CORRIDA PARA EL RECUERDO
Y, segundo, el LXXIII aniversario de
la memorable tarde de 1946 que dieron en El Toreo de la Condesa, en la Ciudad
de México, los diestros, el cordobés Manuel Rodríguez “Manolete”, el sevillano
Pepe Luis Vázquez y el local Luis Procuna, con un gran encierro de la dehesa de
Coaxamaluca, sobresaliendo las faenas que el primero de ellos le hizo a
“Platino”, el segundo a “Cazador” y el tercero a “Cilindrero” y “Abanico”,
dando al final de la función triunfal vuelta al ruedo los tres diestros con el
ganadero don Felipe González González.
Sobre esa tarde, el escritor taurino
Agustín Linares acotó: “Los toros fueron llevados al destazadero sin orejas,
ante el delirio de una multitud, que llenando el coso, vibraba de entusiasmo,
aclamando con fervor a toreros y ganadero, y dando vueltas y vueltas al ruedo,
originándose un espectáculo inenarrable y de sin par belleza, con un albero
lleno de flores, sombreros y toda clase de prendas, como testimonio y
reconocimiento, para esos colores, morado y rojo, que escribieron una de las
páginas más bellas, en la historia taurina del país de los aztecas”. Vaya pues
este doble recuerdo de un 17 de febrero.
*** 5 rabos llegó a cortar Carlos Arruza en la
Monumental Plaza México.
LA
ESTANCIA PROMEDIA 525 KILOS PARA GUADALAJARA
Este domingo 17 de febrero, en punto
de las 16:30 horas, en el coso Monumental “Nuevo Progreso” de Guadalajara,
Jalisco, se dará la segunda corrida de la Temporada 2019 y como parte de la
celebración del LII aniversario de la plaza de toros y de los 477 años de la
fundación de la llamada “Perla de Occidente”, con un encierro procedente del
rancho San Juan, donde se ubica la dehesa de La Estancia, casa de la divisa en
blanco, azul rey y rosa, propiedad de don Alejandro Martínez Vértiz Riquelme y
de doña Gloria Barbachano de Martínez Vértiz, mismo que será lidiado por los
diestros, el balear Antonio Ferrera, el queretano Octavio García “El Payo” y el
guanajuatense Diego Silveti.
Las características entonces de este
hato estancieño, con 525 kilos de promedio, son las siguientes: El toro marcado
con el número 27, con 485 kilos, de pelaje berrendo en castaño, calcetero,
facado y tocado de un pitón; el 17, con 515, cárdeno, nevado y bien puesto de
cabeza; el 1, con 520, cárdeno oscuro, nevado, bragado y paliabierto; el 11,
con 520, castaño, aldinegro, meleno, rebarbo y abierto de cuerna; el 55, con
540, negro, listón, bragado y corniabierto y el 13, con 575, castaño, ojalado,
bragado corrido, rebarbo y bien armado. Como reservas estarán el 57, con 530,
cárdeno oscuro, listón, caribello, nevado y paliabierto y otro de Montecristo,
herrado con el número 37, con 530 kilos, de pinta negro bragado y tocado de una
asta. Que Dios reparta suerte.
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