GONZALO I. BIENVENIDA
Diario EL MUNDO de Madrid
La expectación despertada por el
debut de Miura en Valdemorillo tuvo como respuesta dos aspectos positivos:
acudió la afición con la esperanza de reencontrarse con la bravura del
legendario hierro y la tarde resultó entretenida pese a no aparecer ese anhelado
toro de Zahariche.
Manuel Escribano, como director de
lidia, se quedó con cuatro miuras nada menos por la lesión de Pepe Moral. Cortó
dos orejas y dio una tarde plena de recursos lidiadores.
Moral resultó arrollado en los
primeros capotazos a su primer miura por lo que quedó maltrecho el resto de la
tarde.
Miura mandó una corrida bien
presentada con tres toros cinqueños. Pese a no salir brava en su conjunto
resultó interesante por los matices tan dispares que tuvo.
Apretó en el caballo el primero y de
forma más espectacular el quinto que acudió de largo en dos ocasiones.
Escribano le cortó una oreja al tercero y otra al quinto. Fueron por distinto
registro pero ambas corroboraron la preparación y el bagaje que tiene Escribano
para afrontar esta clase de corridas.
El cárdeno oscuro que hizo tercero
resultó manso con un punto de casta que permitió a Escribano mostrar su
momento: larga cambiada en el saludo, un quiebro escalofriante en banderillas y
una faena llena de recursos. Inteligente con los terrenos y rotundo con el
estoque.
La otra oreja de la tarde se la
arrancó al quinto. Un miura de 600 kilos que se volvió con una agilidad pasmosa
cuando Escribano libró con riesgo la portagayola. Las dos arrancadas al caballo
alimentaron la esperanza que se disipó tras la espectacularidad de las
banderillas. Las embestidas se tornaron dormidas, sin celo, sosas. De nuevo, la
tizona pesó en el trofeo.
Dos miuras más estoqueó Escribano;
el primero, que fue ovacionado de salida, resultó hueco de casta en la muleta.
Se quedó corto y salió desentendido. El sexto sólo sirvió en banderillas con su
arriesgado par al quiebro sentado en el estribo.
Pepe Moral recibió un durísimo golpe
al recibir al segundo de la tarde. Se venció el miura en la segunda verónica
del heredero estético de Manolo Cortés. El porrazo sonó fuerte. Moral quedó
lastrado ya hasta el final del festejo. El primero de su lote fue desrazado. Ni
se empleó ni puso grandes problemas. Moral a penas podía apoyar la pierna.
El cuarto resultó reservón y duro.
Moral hizo lo que pudo hasta naufragar en con el descabello. Ya no salió de la
enfermería. Donde le descubrieron una cornada interna de 10 cms. por encima de
la rodilla izquierda. Fue intervenido y trasladado al hospital Puerta de
Hierro.
Miura / Manuel Escribano y
Pepe Moral
Domingo, 10 de febrero de
2019. Plaza de toros de Valdemorillo. Feria de San Blas y la Candelaria. Tres
cuartos de entrada.
Corrida de toros de Miura, bien presentada y de diverso
juego, desrazada en su conjunto; falto de recorrido el 1º; deslucido el 2º;
manso pero con transmisión el 3º; con sentido el 4º; espectacular en el caballo
el 5º aunque soso en el último tercio y el complicado 6º.
Manuel Escribano, de grana y oro. Estocada. Un aviso (saludos tras petición). En el
tercero, estocada (oreja). En el quinto, estocada. Aviso (oreja). En el que
mató por Moral, pinchazo hondo y descabello (palmas). Salió a hombros.
Pepe Moral, de tabaco y oro. Pinchazo y estocada baja (palmas al pasar la
enfermería). En el cuarto, tres pinchazos, media estocada y multitud de golpes
de descabello. Dos avisos (saludos antes de pasar definitivamente a la
enfermería).
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