viernes, 20 de noviembre de 2015

No es cosa de toros, es cosa de todos

El abogado Joaquín Moeckel analiza la Fiesta desde el punto de vista jurídico.

JOAQUÍN MOECKEL
Sevilla
Diario ABC de Madrid

Sí, es cosa de todos, no es cosa de toros. Cuando hablamos de la Fiesta de los toros no nos referimos sólo a la Tauromaquia, sino a la esencia de la libertad individual de cada cual. Expreso lo anterior, ante los ataques que, desde el discurso del odio, se vierten contra ella. En el fondo sólo esconden bajo el paraguas de la libertad de expresión una clarísima vulneración al respeto que todos merecemos, a la ley, a la igualdad y a los derechos y libertades individuales de todos los españoles.

Durante la presente legislatura se han dado pasos importantes desde el punto de vista legal para la protección de la Tauromaquia y se han puesto de manifiesto posibilidades que brindan la protección jurídica de las minorías para la persecución de las conductas de los antitaurinos que sobrepasan sin lugar a dudas la libertad de expresión. La Ley 18/2013, de 12 de diciembre, para la regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural, ha representado un giro copernicano en la regulación de la Fiesta y debe abogarse por profundizar en esa noción desde la perspectiva constitucional de la protección de las minorías, ahí tenemos, sin ir más lejos, el ejemplo de Francia. Situar la fiesta en el terreno de la cultura desplazándola del de orden público da una nueva e interesante óptica jurídica, su inclusión en la Lista del art. 16 de la Convención Unesco, que es la que parece apuntar la Ley, es a todas luces imprescindible.

Nos queda resolver el discutido problema de la dualidad regulatoria que se da en la Fiesta como espectáculo público (con control y presencia de la autoridad) y también como manifestación cultural (esencia artística y rituaria) lo que es jurídicamente cuestionable. No es lógico que existan reglas en los festejos taurinos que tarden décadas en modificarse cuando en fútbol o baloncesto sólo requieren un simple acuerdo del sector para ser llevadas a efecto.

Otra asignatura pendiente es la adaptación a un IVA cultural más reducido que tantas veces ha sido demandado. En el Pentauro se dan medidas adicionales de fomento y protección, de entre ellas subrayo las de comunicación dirigidas al al impulso y fomento en aras a la consideración de los beneficios económicos, sociales, culturales y medioambientales que esta actividad genera. Defendamos sin complejos la Fiesta de los toros, estaremos defendiendo la la LIBERTAD de la que nada ni nadie nos debe privar.

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