lunes, 23 de noviembre de 2015

FERIA SEÑOR DE LOS MILAGROS EN LIMA - Juan Carlos Cubas corta una oreja en Acho

Juan Carlos Cubas, quien vimos en la pasada Feria de Tovar, triunfando este domingo en Lima.
JAIME DE RIVERO
Fotos: EFE

Con más de media entrada se ha celebrado hoy en la plaza de Acho de Lima, la cuarta corrida de la Feria del Señor de los Milagros, que ha tenido como triunfador al diestro peruano Juan Carlos Cubas, quien cortó la única oreja al complicado encierro de La Quinta, alternando con Diego Urdiales y Daniel Luque.

Diego Urdiales se estrelló con el primero de la tarde que se quedaba corto con peligro, revolviéndose por ambos pitones y al que despachó de una magnifica estocada.

Con el cuarto, mirón y gazapón, Urdiales no supo aprovechar el pitón derecho al inicio de faena. Por el izquierdo el toro no era franco ni tenía recorrido, insistiendo en dos tandas que terminaron de agotarlo. Cuando quiso retomar los derechazos el toro ya se había parado, llegando así a la suerte suprema.

Juan Carlos Cubas tuvo el mejor lote de la tarde. Recibió con verónicas al segundo, despertando las primeras ovaciones. Tras la buena vara de Yaco II, se lució en un quite por chicuelinas rematado con una media verónica de cartel. Con la muleta, el peruano tuvo la capacidad para corregir la rebrincada embestida durante las primeras tandas, pero le faltó la segunda parte que era bajar y correrle la mano para someter al toro. Mató de una estocada caída y cortó una oreja.

El quinto, tomó dos varas pero sin emplearse. En la muleta embestía por ambos pitones pero sin clase. Al trasteo de Cubas le faltó profundidad y contundencia, y no conectó con el público que protestó durante todo el tercio final. No estuvo acertado con el estoque y fue pitado.

Con el tercero, Daniel Luque logró series de muletazos de uno en uno porque el toro no repetía con codicia ni con transmisión. Mató de tres pinchazos y una estocada, recibiendo pitos. El sexto tenía un buen pitón izquierdo que anunció desde los primeros tercios. Por eso, la faena se sustentó en el toreo por naturales, pero la sosería y el poco recorrido del toro dictaron la pauta sin que el torero pudiera modificarla. Su labor fue pitada. / EFE

No hay comentarios:

Publicar un comentario