Joselito Adame |
JAIME DE RIVERO
Fotos: EFE
La plaza de toros de Acho de Lima abrió hoy sus puertas para
dar inicio a la 70a edición de la tradicional Feria Taurina del Señor de los
Milagros, en la que triunfaron Alejandro Talavante y Joselito Adame. Con media entrada se lidiaron españoles toros de Zalduendo para
Morante de la Puebla (silencio y oreja), Alejandro Talavante (dos orejas y
ovación) y Joselito Adame (Silencio y dos orejas).
Morante de la Puebla lidió con clase al que abrió plaza, que
era justo de fuerzas. Logro muletazos de mucha calidad por ambos pitones pero
el toro no transmitía a los tendidos por lo que su trasteo no caló mas.
Aprovechó la codiciosa salida del cuarto, con varios lances llenos de arte y
emoción.
Con la muleta aprovechó al toro mientras le duró, logrando
largos muletazos de mano muy baja por ambos pitones, aprovechando la buena
calidad de la embestida. Mató de una gran estocada que le permitió cortar una
oreja. El que abrió plaza era justo de fuerzas, acrecentando ese defecto
durante el resto de la lidia e impidiendo que los buenos muletazos del sevillano
redondeen series importantes, a pesar de su calidad, hondura y sentimiento.
Alejandro Talavante estuvo soberbio con el segundo, logrando
una faena completa. Los delantales iniciales y la larga con que dejó al toro en
el caballo fueron monumentales, tanto como el quite por gaoneras.
Torero cuajado que sobresalió en el toreo por naturales a un
toro que acudía y humillaba con mucha clase. Por el derecho lo lidió
limpiamente, intercalando con estupendas arrucinas. Tras las manoletinas
finales, dejó una estocada arriba en el sitio, algo tendida, que le mereció las
dos orejas.
El quinto tenía muchas dificultades que Talavante supo
superar en gran lidia que coronó con muletazos de buena factura. Sufrió una
voltereta inicial pero se repuso para lograr una faena importante siempre por
encima del toro. Tras la estocada, recibió una ovación en el tercio que debió
ser vuelta al ruedo.
El mexicano Joselito Adame triunfó rotundamente con el que
salió en sexto lugar, el más noble y entregado del encierro. La faena fue de
mucha emoción, de menos a más, aprovechando al que tuvo mejores condiciones
para el lucimiento. Inició con muletazos por alto de rodillas para luego
torearlo por derecho alternando adornos, redondos y muletazos por bajo. Faltó
el toreo fundamental que es el que le da estructura a las faenas. Aun así, la
plaza vibró con la emoción sobre todo cuando el mexicano acortaba distancias a
un noble animal que solo miraba muleta. Mató de una gran estocada que remató
con el descabello recibiendo las dos orejas.
Con el primero de su lote que se salía suelto sin que fuera
corregido por Adame, el mexicano hizo todo lo posible pero sólo pudo concretar
una buena serie por el pitón derecho, pues el toro rehuía la pelea
constantemente diluyendo toda posibilidad. / EFE
Alejandro Talavante |
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