miércoles, 24 de agosto de 2011

PACIENCIA Y DEDICACIÓN CARTAS DE LEONARDO BENÍTEZ


El caraqueño en el curso de su temporada mexicana
Leonardo Benítez, base indiscutible de la baraja de toreros venezolanos, quien se mantiene como referencia en suelo azteca. Foto: Jesús “Cucú” Rincones 
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ

Entrega, raza, corazón, vocación, disciplina y en especial paciencia. Esa es la receta por la cual el diestro caraqueño Leonardo Benítez disfruta en estos momentos de plena madurez taurina. Casi dos décadas de lucha como matador de toros en México y Venezuela, con puntual presencia en cosos españoles, franceses y ecuatorianos, le ha dado el bagaje suficiente de ser en estos instantes, el estandarte del toreo venezolano, tanto dentro como fuera de nuestro país.

«Para mí, en cada actuación en Venezuela, no sólo me juego la vida … También mi futuro y el de mi familia» señaló días atrás al blog de “El Vito”, dúo quienes en los noventa apostaron –parte y parte- a la consolidación como torero trascendental del coleta del populoso barrio caraqueño de La Vega, donde nació y se crió.

Leonardo tiene dos patrias. Venezuela por nacimiento y México por adopción. A las dos las lleva en el corazón, tan es así que su acento y forma de torear tiene mezcla de estas dos idiosincrasias: la corajuda y entregada venezolana, la florida, y apasionada de la mexicana.

Benítez nos señala que tiene en agenda importantes compromisos. Los más cercanos son el que tendrá lugar este próximo 9 de septiembre en el marco de la feria de Tovar (Mérida-Venezuela), donde completa cartel con dos sevillanos –Manuel Escribano y Oliva Soto-, en especial como Manuel, en duelo esperado por los aficionados, a razón de “las ganas” de dirimir ambos condiciones en el ruedo, ante un serio encierro colombiano de Paispamba.

«A Escribano le respeto mucho, porque le he visto en mi país, como si fuera el mismo Juli, Castella, Perera o Morante, toreros con los que igualmente en mi país he compartido cartel. No hay contrincante de poca “monta”… yo lo que quiero es guerra. Cuando no pueda pelearles las palmas a mis compañeros de cartel me tendré que ir» se sincera “El León de Caracas”, mote con el que también le bautizaron en tierras aztecas.

El próximo cartel precisamente en la misma feria tovareña será el 11, junto a otro venezolano conocido por la afición de Huamantla, como lo es Otto Rodríguez y el colombiano Sebastian Vargas, pasaportando reses colombianas de La Ahumada. De este cartel sale la rivalidad que tanto Leonardo como Otto se tienen, lo que no deja a un lado indiferente al aficionado.

Ya en México los contratos se desgranan con su presencia el 4 de octubre en San Francisco Ixtlamatitlan (Puebla), despachando toros de Tepexala, ganadería Tlaxcalteca, con Federico Pizarro. El 9 de ese mismo mes, estará presente en Pachuca, Plaza Monumental, con “El Zapata”, “El Payo” y “El Capea”. Y el 15 en festival taurino en Querétaro con toros de La Paz, junto a Guillermo Martínez, Lupita López y un rejoneador por designar.

En la lejanía de los meses, para el Día de Navidad ya está contratado estar actuando en Chilpancingo, mano a mano con Rafael Ortega, con ganado aún por confirmar.

Mientras, el campo queretano es el mejor refugio para un torero que sin duda alguna, tarde a tarde sale a jugarse la vida y los contratos, como quien empezara en esta dura profesión, la misma que le ha permitido paladear los sinsabores del triunfo y la gloria.

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