¿Por qué la presidencia no ordenó
su devolución al corral y la salida del sobrero? ¿Por qué el asesor no se
mostró tan complaciente con el venezolano como en otras decisiones sobre otros?
También se cuecen habas dentro de la organización, manejo y decisiones finales de este tipo de certámenes. Foto: Jesus "Cucú" Rincones |
JUAN LAMARCA
Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida
La faz de Jesús Enrique Colombo reflejaba la contrariedad
sufrida este pasado domingo en el Certamen de Escuelas Taurinas de la CAM por
no conseguir clasificarse para la siguiente fase semifinal. Cierto es que logró
cortar un trofeo demostrando su gran capacidad artística y técnica
sobresaliendo entre todos los alternantes, con aires y formas de novillero
seguro y preparado para más altas metas, pero no menos cierto es que el ínfimo
e inválido becerro que lo tocó en suerte desbarató las firmes posibilidades de
triunfo gordo de un novillero como el tachirense Colombo que anda sobrado de
valor y ganas, atesorando cualidades extraordinarias que viene exhibiendo allá
donde actúa, ganándose la admiración y respeto de aficiones de Venezuela, Perú,
México o Colombia, siendo a él, precisamente al gran novillero Jesús Enrique
Colombo, a cuyas diestras y expertas manos fue a parar fue el esmirriado y
ridículo animalejo que apenas se tenía en pie y que truncó su ansias y
necesidad del triunfo que bien se merece.
Y siendo esas las lamentables condiciones físicas del
animalito ¿Por qué la presidencia no ordenó su devolución al corral y la salida
del sobrero? ¿Por qué el asesor no se mostró tan complaciente con el venezolano
como en otras decisiones sobre otros? En fin, que el sobrero se quedó en los
chiqueros y además cuando se contaba con una buena piara de cabestros para la
operación de recambio. Si acaso primara el criterio económico en la negativa
decisión del palco, ello sería deleznable por anteponer estos motivos contra la
ilusión de un joven venido de Venezuela a la acogedora y ejemplar Escuela de
Madrid a la que, con el relevo en la gerencia del Centro de Asuntos Taurinos de
la CAM, se le ha sustraído su legítima capacidad de maniobra en estos
certámenes de escuelas y de la responsabilidad de su organización y dirección,
cuando, precisamente, es la Escuela "Marcial Lalanda" perteneciente
al Patronato conjunto de la Comunidad Autónoma y al Ayuntamiento de Madrid, la
que en su día creó este feliz sistema de promoción de alumnos recabando la
colaboración de ayuntamientos y concertando la retransmisión de ellos con el
Canal Plus TV, bajo el eficiente, generoso impulso y padrinazgo de dos colosos,
dos artífices de su existencia y gloriosa transcendencia como fueran Don José
María Álvarez del Manzano como alcalde, y Don Felipe Díaz Murillo como director
técnico, el cual se viera forzado a dimitir de su cargo, ejercido sin interés
particular, como un auténtico sacerdocio y en pro del bien general, y
presumiblemente como consecuencia de las maniobras surgidas desde el propio
centro de AA. TT. de la CAM en detrimento de la dotación económica de la
Escuela de Madrid, la escuela de tauromaquia por antonomasia, y su autonomía de
gestión, y en supuesto favoritismo hacia otras escuelas taurinas públicas y
hasta alguna privada con sospechoso carácter de Fundación, y propiedad de la
figura de moda especialista en contubernios profesionales a modo de grupos de
presión sobre los estamentos de la fiesta.
Las aplicación de criterios irregulares y de elección de
ganado en este caso, incluso con la aprobación de reses defectuosas de vista,
nunca sería achacable a la ingente labor del efectivo director artístico de la
"Marcial Lalanda", el encomiable Don José Luis Bote, de cuya entrega
y ejemplar dedicación sienten orgullo todos aquellos que han pasado por esta
institución; ni mucho menos del entusiasta alcalde de Alalpardo, Don Miguel
Ángel Medranda, que muestra y demuestra año tras año su respeto por sus vecinos
al ofrecerle un espectáculo querido y tradicional como son estos festejos
taurinos, con todo rigor al rito y la formas exigibles con una magnífica plaza
dotada de los mejores servicios, dependencias, instalaciones y personal
adecuado y muy bien vestido como son los areneros y mulilleros -en Alalpardo nunca
se verá el lamentable espectáculo de sustituir a las mulillas por una pala
mecánica- Entonces ¿quién maneja, intriga y decide en estos certámenes taurinos
para jóvenes alumnos de escuelas?
Y hablando de trajines ¿Como se explica que en el
tradicional festejo de "fin de curso" de las escuelas que se celebró
la pasada temporada en la Monumental de las Ventas en la matinal del 12 de
octubre no apareciera en cartel ni un solo alumno de la prestigiosa
"Marcial Lalanda" de Madrid? Lagarto, lagarto..... ¿quién tira de los
hilos....? ¿Quizás la misma persona de aspiraciones omnímodas que capitaliza el
organismo público que asigna tendenciosa y caprichosamente las subvenciones a
peñas y asociaciones taurinas? Igualmente, no se presume esté muy alejado del
área de decisión que discrimina la concesión de uso de salas públicas de la
plaza de Las Ventas a peñas y asociaciones taurinas a las que le asiste el
derecho. Pues esto es lo que hay, aprendices de caciques ambulantes, una
incongruencia con arreglo a estos tiempos pero de obligada meditación.
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