miércoles, 23 de abril de 2014

Ortega Cano “encanado” tras agotar los plazos y los recursos

El torero ingresó en prisión cuando le quedaban pocas horas para cumplir la orden. *** Se identificó ante los funcionarios y este jueves será sometido al examen médico. *** La viuda de Carlos Parra asegura que siente 'alivio' tras la entrada en la cárcel del torero.
El diestro ha entrado en la prisión de Zuera, en Zaragoza
CHEMA RODRÍGUEZ
Sevilla

El torero José Ortega Cano ha ingresado este miércoles por la tarde en la prisión de Zuera (Zaragoza) para cumplir su condena a dos años y medio de prisión por la muerte de de Carlos Parra. El diestro retirado ha llegado a la prisión aragonesa en un monovolumen de color granate poco antes de las 20:30 horas.

Ortega Cano ha ingresado al fin en prisión tras agotar todos los plazos y los recursos legales para evitar, o al menos retrasar, el cumplimiento de la condena de cárcel. Cuando al filo de las 20.30 horas entró por su propio pie en el centro penitenciario de Zuera al torero le quedaban apenas unas horas para cumplir la orden de ingreso que dictó el Juzgado de lo Penal 6 de Sevilla 15 días atrás bajo la amenaza de ordenar su detención en caso contrario.

Sin evitar a la prensa, con paso firme, vestido totalmente de negro, con el semblante serio y con unas gafas de sol, el diestro no quiso contestar a ninguna de las preguntas de los periodistas que desde primera hora de la mañana se encontraban haciendo guardia en el centro penitenciario.

El diestro llegó acompañado de su abogado Enrique Trebolle y un chófer encargado de portar una bolsa de deporte con sus pertenencias personales después de que durante todo el día se rumorease acerca de la prisión que había elegido para cumplir su condena por homicidio y conducción temeraria y bajo los efectos del alcohol. Las prisiones de Soto del Real (Madrid), Sevilla I y Zuera estaban en todas las quinielas, aunque finalmente fue esta última la elegida.

Tal y como establece el Reglamento Penitenciario, el nuevo recluso de Zuera tuvo que identificarse ante los funcionarios de la prisión y mostrar la sentencia y la orden de ingreso antes de traspasar la 'frontera' tras la cual dejó atrás su libertad.

Mucho se ha especulado sobre los motivos por los que el torero podría haber elegido Zaragoza y no Sevilla I para cumplir los dos años y seis meses a los que le condenó el juzgado de lo penal número 6 de la capital hispalense. Desde varios medios se ha apuntado a que sus abogados conocen a la perfección el funcionamiento y el personal del centro penitenciario de Zuera, una circunstancia que podría facilitar la vida en prisión de Ortega Cano.

Especulaciones que han sido zanjadas por el propio Trebolle minutos más tarde de dejar a su cliente en el interior de la cárcel: "Aquí todo el mundo somos iguales ante la ley. Se le va a tratar como cualquier otro preso. El motivo por el que hemos elegido este centro penitenciario es que como todos ustedes saben José Ortega Cano tiene una salud muy delicada. Y aquí estará cerca del médico que le ha salvado la vida en un par de ocasiones. Ese es el motivo. Nada de tratos de favor".

Contundente oposición

Probablemente, a primera hora de esta mañana, el torero será sometido a un examen por parte de los médicos y trabajadores sociales de la cárcel antes de decidir qué módulo será su hogar en los próximos meses. Desde la celda que le sea asignada tendrá que esperar la decisión del Consejo de Ministros sobre la petición de indulto que ha presentado, la última esperanza que le queda y a la que se ha aferrado hasta el último momento y mientras agotaba todos y cada uno de los recursos legales a su alcance.

Tanto es así que la juez de lo Penal y hasta la Audiencia de Sevilla han reprochado al torero sus artimañas y su estrategia dilatoria que se ha basado en interponer innumerables recursos contra las decisiones judiciales que, una tras otra, han supuesto duros reveses para el diestro.

Hasta en la tramitación del indulto se ha topado con la contundente oposición de jueces, fiscales y, cómo no, de los familiares de Carlos Parra, que le han echado en cara desde el inicio de todo el proceso que no haya pedido perdón públicamente y no haya reconocido lo que, a la postre, ha dado por probado el tribunal: que conducía ebrio cuando chocó con el Seat Altea de la víctima.

No sólo no se dan, han argumentado en su contra, las circunstancias que justifiquen la concesión de un indulto, sino que -así lo han reflejado desde la Audiencia hasta el fiscal pasando por la familia Parra en sus informes al Ministerio de Justicia- la actitud del torero deja mucho que desear. Y sus argumentos, como sus supuestos problemas de salud, no han merecido sino más reprimendas.

El accidente que le ha costado a Ortega Cano la libertad ocurrió el 28 de mayo de 2011 en la carretera que une las localidades de Burguillos y Castilblanco de los Arroyos. Ortega Cano, según los hechos considerados probados en la sentencia, conducía de forma peligrosa y bajo los efectos del alcohol cuando se estrelló con el coche de Parra, que iba a trabajar y que falleció casi en el instante.

Manuela Gurruchaga, la viuda de Carlos Parra, está "aliviada" tras conocer el ingreso en prisión de Ortega Cano. Sobre todo, según las declaraciones efectuadas a EL MUNDO, porque su reclusión evitará que vuelva a ponerse al volante y lo sucedido con su marido pueda repetirse.

Como ha mantenido desde el principio, la mujer de Parra -representada por los abogados Luis y Andrés Romero Santos- cree que la actitud del torero no ha sido la más adecuada y le reprocha, entre otras cosas, que nunca les haya pedido perdón a ella y a sus hijos. "No me alegra que entre en prisión", señaló Manuela quien lanzó un mensaje a Ortega Cano: "Lo podría haber evitado si hubiese dicho la verdad desde el primer momento y hubiese pedido perdón". / Diario El Mundo de España

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