PACO AGUADO
El novillero José Ruiz Muñoz, sobrino-nieto del legendario diestro
Curro Romero, debutará esta tarde con
picadores en la Maestranza de Sevilla, en un festejo en el que, como "heredero del Faraón",
centrará todas las miradas de una
afición para la que su tío fue santo y seña durante décadas.
"Sé que todo el mundo
va a estar pendiente de mí -explica el novillero en
entrevista con EFE- pero toda la
presión que significa torear en Sevilla
siendo descendiente de quien soy se compensa con la inmensa ilusión que tengo
por estar a la altura de las
circunstancias".
José Ruiz Muñoz, como se llama y se
anuncia en los carteles, alternará en la Maestranza de Sevilla, junto a Gonzalo Caballero y Lama de Góngora, en la
lidia de novillos de Hermanos García
Jiménez.
Nació hace 18 años en la localidad gaditana de Chiclana de la Frontera y
es nieto, "por parte de
madre", de María Romero, hermana mayor del famoso diestro
de Camas. "A pesar de venir de
donde vengo, mis padres no me inculcaron la afición a los toros -continúa- sino que me surgió espontáneamente desde
niño viendo los vídeos de mi tío que había por casa. Me quedaba embobado
admirando su arte, hasta que a los ocho años pedí que me apuntaran a la escuela
taurina de Chiclana. Yo también quería hacer eso".
Pero el descendiente de Romero, que nunca le ha visto torear en
directo, no ha contado en su incipiente carrera con la ayuda del maestro hasta las dos últimas temporadas. "Y es lógico -considera Ruiz
Muñoz- porque un personaje con su
prestigio no podía ir pidiendo favores por ahí sin saber si yo valía y quería
de verdad ser torero. Al principio me fui haciendo por mi cuenta, hasta que por
fin mi tío lo vio claro y se decidió a
echarme una mano".
Esa "mano" de Curro
Romero consistió en poner a su lado al que fue durante muchos años su hombre
de confianza, el popular mozo de espadas Gonzalo Sánchez Conde, más
conocido en el mundo del toro como Gonzalito,
que es quien se encarga ahora de la
preparación y de la contratación del novillero gaditano. "La verdad es que mi tío nunca me ha
perdido de vista, pero es ahora cuando me habla mucho de toros y me aconseja.
En el campo siempre me señala y me corrige los defectos", reconoce
Ruiz Muñoz.
En cuanto a su forma de torear, el novillero debutante asegura que no
quiere parecerse a nadie, "aunque
es evidente que Curro Romero, uno de los más grandes toreros de la historia, es
mi gran espejo. Por eso -añade- me gusta hacer el toreo relajado y con
naturalidad, sacar a flote mi personalidad y lo que llevo dentro, sobre todo con el capote y con la muleta en la mano
izquierda. La verdad es que me gusta mucho ver la forma de los toreros
antiguos, además de mi tío, como Rafael
de Paula, Antonio Ordóñez, Antoñete...".
A pesar de tener a mano modelos toreros más modernos, Ruiz Muñoz
cree que esa clásica forma de torear "sigue
vigente, porque lo bueno lo entiende todo el mundo. No hace falta saber mucho
de toros porque esa forma de torear es la que de verdad llega al alma del espectador".
Hasta el momento, el paso de Ruiz Muñoz por las novilladas sin
picadores no había tenido mucho eco en los medios, aunque el año pasado ya destacara en el certamen de
noveles de Valladolid. "Si, he
estado algo tapado en todo este tiempo, aunque he toreado unas cuarenta
novilladas sin picadores. Por eso creo que estoy preparado para dar el salto de
escalafón, aunque sea en una plaza de tanta responsabilidad como la Maestranza.
Y más después del invierno tan intenso que me he pasado entrenando",
asegura.
Que sus apellidos no recuerden a los de su tío-abuelo hace que el
público en general desconozca hasta ahora su relación familiar, pero aún así "la gente del toro sí que lo sabe. La
verdad es que no quiero abusar de eso, y por eso espero que para la gente pronto deje de ser sólo el sobrino de
Curro Romero", finaliza. / EFE
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