domingo, 13 de abril de 2014

MURIÓ EL GANADERO PEPE CHAFIK

Fue un gran ganadero y mejor amigo. *** Triunfador en México y en España

Víctor José López EL VITO

Cuando un amigo se va, vuelven a nosotros con su partida recuerdos maravillosos. Es lo que nos sucede con la muerte de José Chafik Hamdan a quien conocimos como apoderado de Manolo Martínez, luego que Álvaro Garza, que había sustituido a Pepe Luis Méndez, diera por terminada aquella difícil relación.

Encargarse de Manolo Martínez no era cosa sencilla. Fue el de Monterrey una persona complicada en el trato, aunque un genio del toreo. Chafik, cuando se inicio su apoderamiento ya era conocido y exitoso ganadero de San Martín, la ganadería que le había comprado al gran picador de toros don Juan Aguirre “El Conejo”, varilarguero muy cercano a don Antonio y don Julián Llaguno, propietarios de San Mateo y Torrecilla.

Los antecedentes de Chafik Hamdan están retratados en su nombre. Son absolutamente libaneses, aunque nació en México en julio de 1938. Quiere decir que al momento de su partida contaba Pepe Chafik con 75 años de edad. Le vimos por última vez hará cosa de un año en Ciudad de México. Nos reunimos con él y Rafael Báez, quien cuando fue apoderado de Eloy Cavazos integró con Chafik y Raúl Acha Rovira la más preciada terna de apoderados taurinos en el mundo.

La afición a los toros a este “turco” le nació en sus época juvenil, cuando en la Escuela Taurina del Puente de Nonucleo hizo gran amistad con Rogelio Palafox, novillero puntero en el México de los años cincuenta, y con quien más tarde sería amigo entrañable Toño Obregón.

Su amistad con Obregón le relacionó con don Luis Obregón Santacilia, ganadero propietario de cuatro hierros, Santacilia, San Juan Pan Arriba, Cazadero y Peñalta. Se hizo Chafik vendedor de encierros de las ganaderías de don Luis, y un día que Manolo Chopera llegó al rancho buscando encierros para El Cordobés, que hacía extensa campaña por ruedos de México, le pidió a don Luis dejara a Manolo de su cuenta, para mostrarle el ganado que estaba en venta. El precio de las tres corridas que Obregón Santacilia tenía a la vista y para la venta era de 100 mil pesos las tres. Chafik le enseñó los toros a Chopera, quien de inmediato ordenó embarcar las tres corridas a los sitios donde Manuel Benítez estaba anunciado. Pepe Chafik paró a Manolo Chopera y le pidió ver otras corridas. Lo llevó a otros potreros y le enseñó el ganado que don Luis preparaba, ya que más joven y con menos peso no quería enseñárselo al empresario español porque consideraba no apto para plazas de primera.

Chafik se llevó a Chopera y le mostró uno a uno los toros. Hablándole de las maravillas que había en cada grupo. Manolo Chopera se entusiasmó y compró cada una de las corridas en 100 mil pesos. Es decir que pagó por cada una lo que don Luis quería por las tres.

Ese día nació una gran amistad con Manolo Chopera, relación de afecto que duró hasta ahora, cuando Chafik se marcha, con sus hijos Pablo y Oscar. Luis Obregón Santacilia, encantado de la vida hizo de Chafik su encargado de negocios, y abrió una cuenta donde además de sus comisiones Obregón Santacilia le agregaba bonificaciones.

Un día Pepe Chafik descubrió que tenía caso un millón de pesos en la cuenta. Ese día hizo negocio de Juan Aguirre “Conejo Chico” y le compró el rancho y la ganadería que el picador tenía en Tepeji del Río, muy cerca de México. Estos terrenos se urbanizarían más tarde lo que le dio como beneficio a Chafik una fortuna, pero en dólares americanos.

De muchacho era tan grande la afición de Pepe Chafik por los toros, que siendo empleado de los almacenes Aurrerá se desplazaba desde Satélite a la Plaza México para pasar horas de horas observando y estudiando los toros en los corrales. Así conocía de cerca y en detalle los toros de las distintas ganaderías que enviaban toros y novillos a las temporadas en la Monumental.

El día que anunciaron a Manuel Benítez “El Cordobés” para su debut en El Toreo de Cuatro Caminos, dejó el trabajo y se fue a la plaza desde muy de mañana. Benítez estaba anunciado para el 21 y 22 de diciembre de 1963. La primera tarde fue con Alfredo Leal y Víctor Huerta, pero los de Tequisquiapan no jalaron. El domingo 22 una gran corrida de Reyes Huerta lanzó al estrellato y a la idolatría al mechudo tremendista. Completaron el cartel Manuel Capetillo y Jorge Aguilar El Ranchero. Benítez se encumbró con los toros «Mexicano» y «Payaso», pero a Chafik por haber faltado al trabajo lo despidieron, sin indemnización.

Al saber don Luis Obregón que en Aurrerá habían despedido a Pepe Chafik, lo empleó como vendedor de sus encierros. Al paso de los años, cuando El Cordobés supo de este acontecimiento lo convirtió en uno de sus amigos taurinos preferidos y en su gran defensor.

Y es que Pepe Chafik ha sido uno de los mejores y más enterados conversadores de toros que he conocido. Le traté mucho en Venezuela, pero recuerdo aquellos días en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando Manolo Martínez, Mariano Ramos y Rafaelillo lidiaron toros de Javier y de Pepe Garfias en la Monumental. Por la noche, en un restaurante de Juárez, conversando sobre las líneas y empadres del Saltillo de México nos dieron al grupo contertulio las claras del día simplemente hablando de toros. Integró aquel grupo Javier Garfias, con su hermano Pepe a quien ese día conocí para iniciar una gran amistad, y Manolo Martínez, y su gran amigo Rafael Herrerías para la época estudiante de Medicina Veterinaria y hoy flamante empresario de la Plaza México.

José Chafik Hamdan vino muchas veces a Venezuela, siempre como apoderado de Manolo Martínez. Recuerdo de sus éxitos en tardes caraqueñas, de Valencia y de Maracaibo, pero muy especial es el recuerdo de la tarde de apoteosis de su presentación como ganadero en Venezuela.

El 30 de octubre de 1971, a un mes de la muerte de César Girón, fue el debut de la ganadería de San Martín en Venezuela. Lleno hasta las azoteas, ambientazo despertado por el cartel de Luis Miguel Dominguín, Curro Girón y Paco Camino. Tarde de apoteosis, Curro Girón cortó cuatro orejas, Camino tres y un rabo y Luis Miguel escuchó música en sus dos faenas perdiéndolos trofeos por estar mal con la espada. «Jarameño» llevó por nombre el torazo del triunfo de Paco Camino, primer rabo cortado en la Plaza de El Palotal, toro herrado con el 44 y que pesó 475 kilos.

Ayer se marchó Pepe Chafik de esta vida. Hoy y siempre sentiremos esta pérdida. Se ha ido otro amigo, se fue un gran taurino y un aficionado de campanillas que se dio el lujo de triunfar en América como en Francia y en España con sus ganaderías. Se atrevió experimentar en Europa, y a América  volvió a traer vacas de Saltillo.

Un gran hombre de los toros, un gran compañero en la amistad.

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