domingo, 27 de abril de 2014

NOVILLADA DE ABONO EN SEVILLA: Impactante debut de un sobrino-nieto de Curro Romero

Se llama José Ruíz Muñoz y es nieto de una hermana del faraón de Camas. Apunten su nombre. Con ganado apenas propicio y aunque no triunfó, exhibió muy buena planta con sobradas creces de valor, disposición, reposo, elegante clasicismo, soltura y naturalidad. Muy solvente y valiente anduvo Gonzalo Caballero que dio una vuelta al ruedo. Decepcionó  Lama de Góngora que dejó escapar el mejor novillo de los Hermanos García Jiménez.
Se llama José Ruiz Muñoz, es sobrino-nieto del Faraón de Camas, Curro Romero, y este domingo ha debutado con picadores… y en Sevilla.
JOSÉ ANTONIO DEL MORAL
Fotos: EFE

En estos días previos a muy tardía Feria de Abril que este año cae en mayo, el ambiente taurino de Sevilla aumentó mucho con respecto a años anteriores. Tanto la empresa de la plaza de La Maestranza como varios personajes en distintos eventos, se han confabulado para intentar que la generalidad del público decida asistir a los toros. 

Contrasta esta actitud con la cada vez menos comprendida renuncia de mal llamado G-5 y si digo mal llamado es porque, mientras los dos que han capitaneado el motín, Morante y El Juli, andan destapados con sus requeteanuncidos eventos, los otros tres están más callados que un muerto. Manzanares sobre todo del que me cuentan anda cada día más triste – ¿arrepentido? – por haber secundado a sus colegas en no pisar el dorado albero mientras la empresa siga siendo Pagés. Esta es la barbaridad más grande y más dañina que se ha cometido en el toreo contra el toreo mismo. No digo en toda su historia, pero sí en los años que llevo viendo toros que son más de cincuenta.

Entre los eventos celebrados, destacan las lecciones de toreo de salón que varios diestros famosos están dando a quien quiera aprender, especialmente a niños. Ver el ruedo maestrante lleno de chiquillos con capotes, muletas, banderillas, espadas y hasta picas, es algo que enciende los corazones y la esperanza en el futuro. Vamos a tener que repetir aquello de que no hay que por bien no venga…   

La novillada de ayer concitaba también no pocas esperanzas. Gonzalo Caballero, por valiente y capaz como viene demostrando y más concretamente en esta plaza. Lama de Góngora que hace dos años salió por la Puerta del Príncipe en su debut sin picadores y todo el mundo está deseando que vuelva a ocurrir. Y en tercer lugar  debut en Sevilla de un sobrino nieto de Curro Romero,  José Ruíz Muñoz, de quien se habla y no se para de cantar sus heredadas y naturales excelencias. Nieto de una hermana del faraón, vamos. Veremos…

Para empezar, bastante publico en la plaza. Otra tarde positiva en este aspecto para lo que está cayendo. Mira que…

El primer novillo, negro y altito de agujas, salió distraído pero pronto acudió a donde fue llamado aunque salió suelto de los primeros capotazos. También del ramillete de lances con que lo saludó Gonzalo Caballero. Se defendió el animal. Costó ponerlo ante el caballo, tardó en acudir y sonaron los estribos al tomar el primer puyazo. El único que le pegaron. Siguió defendiéndose en banderillas y Gonzalo brindó a su peón Curro Robles que acababa de clavar un buen par de garapullos. En la muleta mejoró la cosa gracias a la firmeza y al temple del matador que se mostró muy cuajado y seguro por los dos pitones, solventando las tardonas y altas embestidas de su oponente. Se arrimó una barbaridad en el último tramo de la faena y sacó pases limpios por su indeclinable empeño hasta dejarse enganchar al intentar una manoletina. Muy trasera le cayó la estocada y tuvo que descabellar.

Con el debido respeto. Hay que ver cómo se ven las cosas después de ver torear bien de verdad y con clase. El inevitable síndrome de la comparación. Eso ocurrió en la lidia del cuarto novillo. La gente estaba deseando ver al sobrino nieto de Curro con el sexto. De ahí el gran mérito que tuvo Gonzalo Caballero en su muy solvente faena al manso aunque noblón cuarto al que tuvo que torear en tablas que fue a donde enseguida se fue el animal. Caballero entró a matar sin muleta emulando al inolvidable Antonio José Galán. Y como acertó a la primera, algunos  pidieron la oreja. Dio una vuelta al ruedo por su cuenta al socaire de la gran ovación. 

El segundo novillo fue más noble y humilló en los lances que Lama de Góngora prodigó de menor a mayor acople sin que llegara a entusiasmar. El novillo salió suelto de primer puyazo y medio cumplió en el segundo, aliviado. Y primeras cositas romeristas de José Ruíz en su quite por apuntadas verónicas. Nada de particular en banderillas. Con la muleta, Lama apuntó sin disparar con la derecha en la primera tanda. Pero la gente estuvo con él. Y más en la segunda y en la tercera que fueron algo mejores. Pero nada más que algo. Por el lado izquierdo embistió muy franco el animal y aunque Lama dio algunos naturales, solamente resultaron estimables. La tan cantada clase de Lama solo se notó en una trinchera. Lo demás fue un quiero y no puedo por rajarse el animal. Con los aceros marró en exceso. Suspendido, pues, por el momento.

Lógico que Lama intentara desquitarse con el quinto. No lo consiguió con el capote por falta de quietud y, en definitiva, de arrestos. Tampoco el novillo fue el que hubiera deseado. Como bien lo vimos en el intento de quite de Ruiz Muñoz. En la faena, con el animal casi parado y pronto rajado, sobresalieron las posturas sobre todo lo demás. Fue con su anterior novillo con el que debió triunfar. Pero se le fue.

El bonito castaño que hizo de tercero, más cuajado que los dos anteriores, embistió superiormente y superiores, magníficas, resultaron las verónicas y las dos medias del alevín de Romero. Los olés se oyeron en Triana. Lástima que el bravo y noble animal adoleció de fuerza y, más notoriamente, tras ser picado. Chicuelinas en el inoportuno quite de Caballero. Orden en el segundo tercio. Como debe ser. Gran y grata impresión tuvimos con los primeros compases de la faena. Con la derecha, los de pecho y el cambio de mano. Elegante clasicismo, sobrio y con clase natural. También mostrada con la mano izquierda aunque el novillo empezó a irse a muy menos. Anduvo valiente además sin necesidad de alardear de ello. Y su manera de estar y andar, de elegido. Lo lleva en la sangre. Pinchazo arriba haciendo bien la suerte. Y casi entera ladeada. Merecida ovación.

El sexto tuvo hechuras de toro y tardó en moverse. Cuando lo hizo, se dejó. Pero sin fuerza. Ello limitó la cantidad de lances que esperábamos del ilustre debutante. Solo pudo recetar tres y media. Para colmo, en varas el novillo perdió las manos y se cayó. Sobró el segundo puyazo. Y ante las protestas, el feble animal fue devuelto a los corrales. Tras larga espera, soltaron un sobrero de la ganadería titular que fue el más feo de hechuras y el de juego más deslucido. Así y todo, José Ruiz pegó algún buen lance aislado. Huido, tardó en ser picado y continuó huyendo. Rebrincado en banderillas y muy molesto para la muleta. Difícil para meterlo en cintura, José de dobló bien por bajo antes de pasárselo por el lado derecho. Cosa que logró con valiente firmeza hasta el punto de que el animal pareció mejor de lo que era. Los remates de pecho, excelentes. Y bien asimismo con la izquierda. Y sobrado de recursos y de hallazgos en el macheteo final. O sea que, además de artista, valiente, suelto y capaz. Muy por encima del novillo anduvo.

FICHA DEL FESTEJO
Sevilla. Plaza de la Real Maestranza. Domingo 27 de abril de 2014. Segunda corrida del abono. Tarde primaveral con algo de viento y dos tercios de entrada.
Siete novillos de los hierros familiares García Jiménez (Matilla) incluido el sobrero que reemplazó al sexto, devuelto por derrengado. Bien presentados y de juego desigual. Manejable con geniecito el primero. Más que manejable, sobre todo por el lado izquierdo el segundo. Bravo y noble pero a menos por falto de fuerza el tercero. Manso aunque muy manejable en la muleta el cuarto. Pronto parado y rajado el quinto. Deslucido el sexto que hizo de sobrero.
Gonzalo Caballero (azulina y oro): Estocada muy trasera y dos descabellos, ovación. Estocada trasera que recetó sin muleta, petición insuficiente y gran ovación seguida de vuelta por su cuenta.
Lama de Góngora (blanco y tabaco): Pinchazo, otro hondo, un tercero más, estocada y descabello, aviso y silencio. Dos pinchazos y estocada casi entera, silencio.
José Ruíz Muñoz (habano y oro): Pinchazo y casi entera ladeada, gran ovación y saludos desde el tercio. Pinchazo y estocada, ovación.
Curro Romero, atento desde una andanada del coso de El Baratillo, a lo hecho en el ruedo por su sobrino-nieto en su presentación con picadores.

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