SEVILLA.- La defensa de José Ortega Cano ha pedido la absolución del torero por el accidente de carretera en el que murió el conductor del coche con el que chocó, y la nulidad del test de alcoholemia que arrojó 1,26 gramos de alcohol por litro de sangre, casi el triple de lo autorizado.
Fuentes del caso informaron a Efe de que la defensa de Ortega, en un escrito entregado ayer a un juzgado de Sevilla, en el sur del país, pide que declaren en el juicio cinco personas que estuvieron con el torero la tarde previa al accidente y no le vieron consumir alcohol, así como el conductor de la ambulancia que le auxilió, un bombero y un médico que le atendió en el hospital Virgen Macarena, también de la capital andaluza.
El accidente ocurrió poco después de las 22.00 horas del 28 de mayo de 2011, cuando el torero había dejado a su hija en Villaverde del Río (Sevilla) y se dirigía a su finca "Yerbabuena", de Castilblanco de los Arroyos (Sevilla).
La defensa también pretende aportar al juicio sus propios peritos para combatir el informe de la Guardia Civil que asegura que el todoterreno del torero retirado circulaba a 125 kilómetros por hora en un tramo limitado a 90, y el coche contrario, a 51 kilómetros por hora. Esta calificación de la defensa contrasta con la presentada por la Fiscalía de Sevilla, que ha pedido cuatro años de cárcel, seis de retirada del carné y el pago de 181.122 euros a la familia del fallecido.
La Fiscalía sostiene que Ortega Cano no se encontraba "en condiciones apropiadas para conducir" debido a la "previa ingestión excesiva de bebidas alcohólicas que le mermaban los reflejos", lo que le hacía conducir de manera "irregular, realizando maniobras arriesgadas para él mismo y los demás usuarios".
En el kilómetro 28,1 de la A-8002, en un tramo curvo de visibilidad reducida, con señalización de prohibido adelantar y con una señal de "curvas peligrosas", según el fiscal, Ortega Cano perdió el control del vehículo, invadió durante 60 metros el carril contrario y colisionó de frente con el Seat Altea que conducía Carlos Parra, de 38 años, que falleció al instante por traumatismo torácico severo y rotura cardíaca.
Debido a las graves lesiones que sufrió Ortega Cano, la Guardia Civil no pudo hacerle de inmediato la prueba de alcoholemia, pero el hospital Virgen Macarena, donde quedó ingresado, conservó muestras de su sangre en el banco de hematología, "conforme al protocolo habitual en esa unidad", según el fiscal, y su análisis detectó 1,26 gramos de alcohol por litro, casi el triple de lo autorizado.
La defensa cuestiona este informe, en el que presuntamente se rompió la "cadena de custodia", y ha pedido que declaren cinco testigos que pasaron con él la tarde. / EFE
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