Otto Rodríguez, quien dejaría pinceladas de buen toreo en sus dos actuaciones posterior a su reaparición (Tovar y Valencia), con miras abrirse campo por arenas mexicanas. |
Ambos actuaran este fin de semana
Rubén Darío Villafraz
MÉRIDA.- Dos toreros venezolanos, uno de Valencia, otro nacido en Maracay, pero ambos con profundas raíces merideñas, se las verán este sábado en suelo mexicano, en el curso de sus carreras taurinas, con miras abrirse paso en el complicado panorama que nos ofrece la actual situación que en el firmamento pinta nuestro toreo venezolano, luego de llevadas a cabo las primeras citas de máxima relevancia, como son las de Tovar, Valencia y Maracaibo.
En este caso, el matador de toros Otto Rodríguez, luego de su reaparición en el marco de la Feria de la Virgen de Regla, y tras su paso por la cita ferial en honor a la Virgen del Socorro, toma bártulos y espuerta para asumir compromisos de mayor envergadura, de la mano por supuesto de su actual mentor, Arturo Magaña.
Otto hará el paseíllo en la costera población de Zihuatanejo, estado de Guerrero, en la corrida a beneficio de la Fundación Los Ángeles Taurinos, A.C, festejo el cual organiza la conocida aficionada “chicana” Tomasina Forbes.
Vuelve el coleta valenciano a tierras aztecas luego de un periplo de 13 años, cuando de novillero, en el marco del Encuentro Mundial de Novilleros participó en cosos de máximo compromiso, entre ellos Guadalajara y Santa María de Querétaro.
Para su regreso, los toros a pasaportar serán del hierro de Campo Hermoso, para un cartel compuesto por el rejoneador Rodrigo Santos, y los jóvenes espadas José Mauricio y Joselito Adame.
Por su parte el novillero aragüeño José Miguel Parra no para de prepararse a fondo para lo que será su doctorado en enero próximo en San Cristóbal. Todas las semanas mantiene contacto directo con el campo bravo mexicano, para estar preparado al llamado del toro en la plaza, como lo hará este sábado, en la Plaza Santa María de Querétaro, donde compartirá escena al lado del publicitado niño torero yucateco Michelito Lagravare, despachando utreros de la vacada de La Paz.
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