MARACAIBO.- El torero venezolano Erik Cortés cortó cuatro orejas, el español David Fandila "El Fandi" tres y su compatriota Alejandro Talavante dos en la cuarta y última corrida de la feria de la Chiquinquirá celebrada hoy en la Monumental de la ciudad petrolera de Maracaibo.
Se lidiaron toros venezolanos de la divisa de Los Ramírez, aceptables de presentación y bravos en todos los tercios. Pesaron 486 kilos, 446, 433, 460, 465 y 438 kilos. La plaza registró cerca de tres cuartos de entrada, unas 14.000 personas, que aguantaron dos horas y media bajo la lluvia.
Destacaron picando el español Juan de Dios Quinta y los venezolanos Alfredo y Luis Guimerá; en la brega y banderillas Fabián Ramírez y Mauro Pereira.
Cortés, dos orejas; dos orejas.
El Fandi, dos orejas; oreja.
Talavante, dos orejas; vuelta al ruedo.
Cortés saludó con impecables verónicas al toro que abrió plaza, al que cambiaron con un puyazo y dos pares de banderillas; se lo brindó al soberano. Descalzo toda la tarde, realizó asentada faena con toreros ayudados por alto y templadas series de naturales largos y derechazos al compás de la música, con la plaza entregada pidiendo el indulto; entró a matar en corto y por derecho y lo hizo rodar sin puntilla.
En su segundo estuvo ordenado y poderoso en los primeros tercios; se lució en la suerte de banderillas clavando los seis palos en el "morrillo"; se gustó toreando al natural y en reposadas tandas con la diestra, con el público jaleándolo en cada serie con la muleta; se perfiló en corto y lo mató de certera estocada.
El Fandi recibió con faroles de rodillas al segundo de la tarde; estuvo acertado con los "garapullos" clavado todos los pares arriba para alegría de los tendidos; larga y valiente faena jugándose el físico por lo intransitable del ruedo; entró a matar con decisión de certero "estoconazo".
En su segundo, el de Granada volvió a encender los tendidos con la capa y los "garapullos"; sentado en el estribo comenzó el último tercio para seguir por ambos pitones sacándole temerarios muletazos; terminó adornándose con la suerte del teléfono y lo mató de estocada sin puntilla; el público pidió el doble trofeo pero la presidencia solo le concedió una.
El debutante extremeño, Talavante, estuvo valiente y variado con la capa; el toro tumbó al picador en la primera vara y empujó con fuerza en el segundo puyazo; con un péndulo en la boca de ruedo realizo una valiente faena bajando la mano y llevándole muy toreado; lo "pasaportó" enterrando la espada en la cruz.
En el último de la tarde, estuvo valiente con el capote y torero en el último tercio; intentó el lucimiento pero esta vez no acertó con la espada perdiendo los trofeos.
Cortés y El Fandi salieron a hombros de la plaza. EFE
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