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Momento del percance de Adrian Gómez, en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, el 23 de junio de 2008, día en que actuaba a las órdenes del novillero Miguel Luque, por el quinto utrero del hierro de Antonio San Román. Foto: Verónica Domínguez |
Antes de Adrián, muchos toreros quedaron postrados en una silla de ruedas.
MARIO JUÁREZ - www.burladero.es
No es la primera vez que un desgraciado accidente deja a un torero postrado en una silla de ruedas sin poder ejercer su profesión. La cogida del diestro Julio Robles, el 13 de agosto de 1990 en la plaza francesa de Béziers dio la vuelta al mundo. Un toro de Cayetano Muñoz, de nombre Timado, le propinó una fuerte voltereta en la que el torero abulense cayó sobre la nuca, lo que le provocó un traumatismo del raquis cervical que le provocó una tetraplejia.
Robles volvió a torear, sentado en la silla de ruedas
Luchador incansable, Robles falleció el 14 de enero de 2001 a consecuencia de una perforación de colon, después de haber conseguido su sueño, ponerse otra vez delante de un animal. Lo hizo en una fiesta campera en la finca de Enrique Ponce, y allí, entre amigos y con el torero de Chiva sujetando la silla de ruedas, consiguió volver torear.
El Pilarico, de la silla de ruedas a la militancia antitaurina
El percance de Robles no fue el único que dio la vuelta al mundo. El colombiano Álvaro Munera "El Pilarico" llegó a España con 19 años, un 6 de marzo de 1984, con ilusión de triunfar y apoderado por Tomás Redondo. Tras torear 22 festejos, el 22 de septiembre de ese mismo año, en Munera (Albacete), un toro de nombre Terciopelo lo empitonó por la pierna izquierda y en la caída se fracturó la quinta vértebra cervical. Tras permanecer cuatro meses en el hospital de parapléjicos de Toledo, El Pilarico fue trasladado al Jackson Memorial Hospital de Miami, donde pasó cuatro años. Ahora es un activista antitaurino.
Nimeño II y aquel toro de Miura en Arles
Años después, y antes de la cogida de Robles, Francia se sobrecogió con el dramático percance de Christian Montcouquiol "Nimeño II", el 10 de septiembre de 1989, Nimeño toreaba en Arles junto a Víctor Mendes y El Boni. Un toro de Eduardo Miura, de nombre Pañolero, le propinó una voltereta en la que cayó sobre las cervicales, lo que provocó un grave traumatismo de raquis cervical y fractura y una luxación de la tercera y cuarta vértebras cervicales, lo que ocasionó su paraplejia. Dos años después, el 25 de noviembre de 1991, puso fin a su vida.
El rejoneador Varela Crujo quedó en coma cerebral
También fue dramática la cogida del rejoneador portugués José Varela Crujo el 11 de agosto de 1983 en la plaza de Campo Pequeño, en Lisboa. Tras ser alcanzado por un novillo de Pontes Dias, Varela Crujo cayó de su caballo y quedó en coma cerebral. Tras cuatro años en ese estado, falleció el 24 de diciembre de 1987.
El Niño del Sol Naciente sueña con torear en el campo
Una de las historias más recientes fue la del novillero japonés Atsuhiro Shimoyama, conocido como El Niño del Sol Naciente, que se trasladó a España persiguiendo el sueño de ser torero. Sin embargo, 16 de agosto de 1995, en la plaza de toros de Pedro Bernardo (Ávila) fue empitonado por "Vergonzoso", sufriendo un déficit neurológico agudo, con hemiplejia izquierda. Recuperado, Atsuhiro hace vida normal, y sueña con torear una vaca en el campo.
Un cabestro postró al banderillero Ciriaco Díez
Pero no sólo de luces ha habido tragedias similares. En 1987, el banderillero Ciriaco Díez actuaba como doblador en uno de los encierros de Pamplona. El 8 de julio, durante el encierro de los toros de Guardiola, un cabestro lo golpeó por detrás, provocándole una sección medular que truncó su carrera y le obliga a vivir en una silla de ruedas.
El toreo se movilizó entonces y el programa Los Toros de la Cadena Ser recaudó más de tres millones de pesetas en un programa especial, en el que los diestros Paco Ojeda, José María Manzanares, Dámaso González, Rafael de la Viña, Antonio José Galán, Tomás Campuzano, Lucio Sandín o Raúl Zorita participaron.
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