lunes, 10 de octubre de 2011

Padilla experimenta una llamativa mejoría e irradia optimismo

La fuerza física y mental del torero jerezano desborda las previsiones médicas y los plazos de recuperación podrían acortarse. La lesión ocular, sin embargo, parece irreversible.

Barquerito

Los médicos comunicaron ayer a Juan José Padilla que la lesión que sufre en el nervio óptico puede ser irreversible y que lo probable es que pierda la visión del ojo izquierdo. Padilla encajó la noticia con absoluta entereza. También supo que la parálisis facial, que le tiene afectada la mitad izquierda de la cara, requerirá tratamiento a largo plazo. Tampoco esa cautela ha mermado ni el optimismo ni la vitalidad del torero de Jerez, que el sábado por la tarde, en una pausa entre dos sedaciones, ya comunicó a sus íntimos su esposa, sus padres y sus apoderados- su intención de volver a torear lo antes posible.

Padilla tiene apalabrados para noviembre cuatro compromisos en plazas de toros americanas: uno en Lima y tres en Venezuela. Diego Robles, hombre de confianza de Padilla, ha contado que el torero le dijo ayer por la mañana que estaba dispuesto a torear aunque fuera con un “parche de pirata”.

La recuperación de Padilla ha desbordado todas las previsiones médicas. El equipo que atiende la unidad de cuidados intensivos del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde se vive con asombro la evolución del herido, decidió permitir un filtrado goteo de breves visitas para atender la petición del propio torero, que, a pesar de la gravedad de la cornada, no ha perdido ni habla ni audición ni sentido. La lesión estuvo a punto de interesar partes vitales de la cabeza. “Hay Padilla pa’rato”, bromeó con sus visitas e íntimos.

Todavía no hay fecha para su traslado a planta, pero podría adelantarse el plazo veinticuatro horas y el martes, sólo setenta y dos horas después del percance, Padilla sueña con volver a verse libre de tubos. Está deseando regresar a su casa de Sanlúcar de Barrameda. Su estado físico general es excelente. El moral está rompiendo todas las barreras para regocijo de su gente más cercana: corredores del encierro de Pamplona con quienes Padilla entabló entrañable amistad hace una década y que estuvieron toda la mañana en la sala de espera de la UCI del Servet; cantantes, bailaores y músicos de Jerez que actuaban causalmente en las ferias del Pilar, entre ellos, David de María y sus acompañantes; y toreros de los que están anunciados en la feria como El Fandi, con quien departió largo y tendido a primera hora de la mañana, o los toreros aragoneses Luis Antonio Gaspar “Paulita” o Miguel Cuadrado. Todos los que han tenido a acceso a lo largo de la jornada del domingo a la sala de urgencias salen admirados de la fuerza de Padilla.

Sólo una cuestión parece preocupar a Padilla: el cómo reaccionarán sus dos hijos –una niña de siete años y un varón de cinco- al saber la verdad y el alcance de la lesión, que les ha sido ocultada celosamente porque pretende ser el propio Padilla quien les cuente lo que ha pasado y lo que puede pasar. Lidia, la esposa del torero, agradeció ayer públicamente a los medios y a la gente del toro en particular su atención y sus ánimos. La familia Padilla ha querido además poner de relieve el trato recibido por todo el personal del Hospital Miguel Servet.

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