sábado, 12 de febrero de 2011

ÚLTIMA DE LA FERIA DE VALDEMORILLO 2011: ¡Incierto se presenta el reinado de Witiza¡

Novillada sin picadores de la Escuela de Tauromaquia de Madrid. Ante unos erales chiquititos y de muy buen juego, los alumnos más aventajados no fueron capaces ni de cortar una oreja. Mal asunto…

Fabio Castañeda tiene mejor oficio que sus compañeros. toreó con bastante limpieza a su primero. Pero su segundo, revoltoso y rabiosete, acabó desbordándolo. Foto: Golfredo Rojas

Plaza de toros de Valdemorillo. Lunes 7 de febrero. Dos tercios de entrada.
Seis erales de Gabriel Rojas, desiguales de presentación, con varios excesivamente pequeños. De juego dispar. El 1º y el 3º destacaron por su gran calidad.
Álvaro Montalvo (de azul purísima y oro). Vuelta al ruedo. Aviso y saludos desde el tercio.
Fabio Castañeda (de rosa y oro). Aviso y silencio en ambos.
David Garzón (de marfil y oro con cabos negros). Aviso y silencio en ambos.

DOMINGO DELGADO DE LA CÁMARA

La Escuela de Madrid ha lanzado al mundo a  varias figuras del toreo y a muchísimos dignos profesionales. Pero hace tiempo ya  que no lo hace. Hace mucho que no saca buenos toreros. Algo pasa en esta Escuela. Me parece a mí que el Centro necesita disciplina y mano dura: el roneante de gomina en el pelo que dice que es torero para ligar incautas por las discotecas, ¡a la calle!… Ese chufla que dice querer ser torero para no estudiar ni trabajar ¡a la calle también! Las escuelas de tauromaquia no pueden ser una especie de jardín de infancia para niñatos desocupados. Y eso exactamente es en lo que parece haberse convertido. Urge un cambio, echar a los que no quieren ser toreros sinceramente, y trabajar en serio con los pocos muchachos que sí desean de verdad ser toreros. Muchos dicen que quieren ser torero, pero muy pocos quieren serlo de verdad.

Los novillitos de ayer eran terciadísimos, dignos de una becerrada de solteros y casados. Además hubo varios de triunfo gordo por su excelente embestida. Un sueño para cualquier principiante. Pues bien: no fueron capaces ni de cortar una oreja. A la salida oí decir a un banderillero que la gente había estado muy fría. Lógico y normal: nadie puede emocionarse con unos nenes incapaces de quedarse quietos ni de dejarse dar una voltereta. Eso sí, llevaban vestidos muy nuevos…

El caso más grave es el de Álvaro Montalvo. Lleva tres años toreando todos los festejos en los que interviene la Escuela. Ha matado ya un ciento de erales. La mejoría no se le ve por ninguna parte. Es más, va hacia atrás como los cangrejos. Y ¡mira que ayer se lo pusieron fácil! Su primero fue extraordinario, por alegre y enclasado; y su segundo, sin tanta clase, fue muy noble. Montalvo sigue como siempre, con un toreo lánguido, sin nervio, sin la menor vibración. Y se pasa al novillo lo más lejos posible. Torea muy despegado. Lo que más le preocupa es no dejarse dar una voltereta. Con estas trazas y esta mentalidad es imposible. Y, además, tiene mucho desahogo. Pero mucho: en su  primero se marcó una vuelta al ruedo totalmente por su cuenta, y en su segundo salió al tercio a saludar cuando nadie le estaba aplaudiendo. Actitud descarada, totalmente censurable.

Fabio Castañeda no tiene clase. Tampoco las hechuras lo acompañan. Pero tiene mejor oficio que sus compañeros. A pesar de que punteaba, toreó con bastante limpieza a su primero. Pero su segundo,  revoltoso y rabiosete,  acabó desbordándolo.

Mucho me temo que ayer no hubo sorteo porque al más bisoño de la terna le soltaron los dos más chicos. Dos becerretes del bombero torero. David Garzón está todavía muy nuevo, debe haber toreado muy poquito. Por su escaso oficio, no terminó de aprovechar a su  sensacional primero. Tiene clase, y desde luego, los pocos muletazos buenos que vimos, los dio este muchacho. Algún detalle muy bueno, como un cambio de manos, por ejemplo.

Está claro que le gusta mucho Uceda Leal y, cuando torea en redondo quiere encajarse tanto como él. Esto quitó dimensión a sus muletazos. Está más preocupado de componer que de llevar. Parece que de valor está justito. Además mató a la última. En el sexto, dio algunos naturales estimables, pero nadie se los tuvo en cuenta, debido a la invalidez de un novillo que debería haber sido devuelto.

En resumen: muy poca cosa. Si estos son los alumnos más adelantados ¿como son los del montón? Si este es el futuro del toreo, digo lo mismo que los jugadores de mus cuando la partida se les pone cuesta arriba: ¡Incierto se presenta el reinado de Witiza!

1 comentario:

  1. Debería usted centrarse en sus críticas taurinas, según su entendimiento, del que discrepo, y dejar al margen asuntos propios de la prensa rosa.
    ¿De qué conoce usted a estos chicos (y al resto de alumnos de la escuela porque los mete a todos en el mismo saco) para decir de ellos lo que dice? Por cómo lo dice parece que tiene usted constancia de que estos chicos gozan de esas habilidades sociales. y lo dirá bien porque tiene constancia en sus propias carnes (que lo dudo), o bien porque alguna de esas incautas sea conocida suya. En ese caso deles espacio en este blog para sea ella, o ellas, las que hagan la crítica de la "faena"... lances de recibo, variedad en el trasteo, o cuánto y cómo se arriman, si hubo revolcón, las veces que entraron a matar, cómo fue la estocada y si cortaron orejas.
    Seguro que esas aportaciones serán mucho más entretenidas que lo que escribe usted.
    Critique lo que no le guste pero no ofenda.

    ResponderEliminar